Felipe y Soros
A finales del mes de junio, George Soros pas¨® por Madrid para participar en la entrega del premio Juan Llad¨® al presidente del BBV, Emilio Ybarra. El financiero manifest¨® inter¨¦s por conocer tan s¨®lo a un pol¨ªtico espa?ol: el expresidente de Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez. El 29 de junio, en el domicilio chamberilero del ex presidente del Parlamento Europeo, Enrique Bar¨®n -que hizo de anfitri¨®n-, cenaron los tres. Tambi¨¦n Gonz¨¢lez quer¨ªa conocer a Soros: lo hab¨ªa sufrido cuando ¨¦ste sac¨® a la libra esterlina del Sistema Monetario Europeo y acentu¨® su crisis, pero sobre todo le hab¨ªa apasionado un art¨ªculo de Soros en la Atlantic Monthly (enero de 1997), titulado Delitos capitales, en el que explicaba por qu¨¦ su mente y su dinero se opon¨ªan al sistema que le hizo fabulosamente rico.Gonz¨¢lez lleva bastantes meses trabajando en un documento para la renovaci¨®n ideol¨®gica de la Internacional Socialista. Uno de los puntos centrales del mismo analiza la preocupaci¨®n por la dictadura de los mercados de capitales frente a los poderes pol¨ªticos leg¨ªtimamente constituidos. Gonz¨¢lez ha estudiado la tax Tobin y otras f¨®rmulas equivalentes, cuya aplicaci¨®n suponga alg¨²n freno a los movimientos especulativos que arruinan a un pa¨ªs de la noche a la ma?ana (el efecto tequila), o un impuesto al capital vol¨¢til que aproveche al conjunto de la sociedad. Por ello, el dirigente socialista necesitaba conocer, de primera mano, la explicaci¨®n de quien mejor representa la movilidad del capital en estos momentos. A su vez, Soros, crecientemente procupado porque la libertad pol¨ªtica acompa?e a la libertad econ¨®mica, quer¨ªa saber del art¨ªfice de 14 a?os de socialismo democr¨¢tico en Espa?a.
Menos de dos meses y medio despu¨¦s, George Soros ha sido protagonista de un nuevo fen¨®meno especulativo, que est¨¢ enrareciendo a las bolsas de valores: la crisis de los mercados asi¨¢ticos. El primer ministro de Malaisia -uno de los tigres asi¨¢ticos- acusaba a Soros de estar en el inicio de la salida del capital extranjero de la regi¨®n y del desplome de las monedas de la zona. La raz¨®n de la interferencia del Quantum Fund, el fondo de Soros, habr¨ªa sido castigar a estos pa¨ªses asi¨¢ticos por haber acogido a Birmania, una dictadura militar, en el seno de la ASEAN (Asociaci¨®n de Naciones del Sudeste Asi¨¢tico); es decir, la interferencia pol¨ªtica de un tibur¨®n financiero. El fantasma de M¨¦xico ha recorrido la zona durante todo el verano; con una diferencia: la crisis mexicana de diciembre de 1994 se traslad¨® con velocidad vertiginosa a los pa¨ªses latinoamericanos primero, y luego al resto del mundo, mientras que la de los tigres asi¨¢ticos se ha logrado controlar, en sus efectos m¨¢s perversos, dentro de las fronteras de la ASEAN al menos hasta ahora. La versi¨®n de Soros -que reconoce estar preocupado por la legitimaci¨®n de Birmania- es la contraria: habr¨ªa comprado monedas malaisias (el ringgit) para amortiguar su ca¨ªda, y jugado el papel de un banco central paralelo.
Pero la crisis de los tigres asi¨¢ticos ha conllevado una lecci¨®n: publicitados como paradigmas del liberalismo econ¨®mico, algunos de ellos (por ejemplo Malaisia) intervinieron y aplicaron controles de cambio para evitar la fuga de capitales, y limitaron la venta de operaciones que cotizan en bolsa. Todo ello acompa?ado de duros mensajes contra los fondos de inversi¨®n y los especuladores extranjeros, que hasta el cambio de coyuntura hab¨ªan sido calificados como benefactores sin matices de los pa¨ªses emergentes de la regi¨®n asi¨¢tica.
La mutaci¨®n de los tigres asi¨¢ticos y el papel de Soros replantean de nuevo el papel que los Estados deben jugar ante la acci¨®n de los mercados financieros; y si se deben buscar o no formas de intervenci¨®n eficaces que corrijan los efectos m¨¢s indeseados de la volatilidad y la globalizaci¨®n.
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