Z¨¹lle despierta dudas
El suizo, l¨ªder tras una pobre contrarreloj - Ca¨ªda de Escart¨ªn Mauri gana la etapa
Sorpresa. Qui¨¦n lo iba a decir. Alex Z¨¹lle no es el ogro prometido. Ni siquiera en su mejor terreno, la contrarreloj. El suizo, s¨ª, cumpli¨® con parte de las expectativas y se coloc¨® de l¨ªder tras el ejercicio solitario y multitudinario -unas 130.000 personas en el circuito, seg¨²n la polic¨ªa local- de C¨®rdoba. Pero no gan¨® la etapa. No dio un pu?etazo sobre la mesa. No dej¨® el debate cerrado. Todo lo contrario: dio m¨¢s vida a sus enemigos, los escaladores, que reforzaron su moral con las dudas despertadas por la prestaci¨®n del l¨ªder de la ONCE. Los que se daban con un canto en los dientes con perder un par de minutos en los 35 kil¨®metros llanos, salieron con el pecho por delante. Laurent Dufaux, por ejemplo, s¨®lo perdi¨® contra el viento y bajo la lluvia 46s con respecto a su compatriota; el ca¨ªdo Fernando Escart¨ªn 2.15m pese a todo. Y seguro que Laurent Jalabert lamenta m¨¢s que nunca el pajar¨®n de Sierra Nevada, los. ocho minutos perdidos en cinco kil¨®metros. Sin ellos, sin m¨¢s esfuerzo, ser¨ªa hoy el l¨ªder incontestable: no s¨®lo no perdi¨® tiempo con Z¨¹lle, sino que le aventaj¨® en l6s. Termin¨® tercero, a 22s del ganador, el especialista recuperado Melchor Mauri. La Vuelta sale viva, dentro de lo que cabe, de la contrarreloj y eso. no deja de ser una buena noticia. Y algo m¨¢s: en ella se ha agrandado la figura de la esperanza espa?ola, Escart¨ªn, pese, o quiz¨¢s gracias, a su desgracia.Pese a la victoria de un resucitado Melchor Mauri, el ciclismo espa?ol, con un l¨ªder como Escart¨ªn, no necesita escarbar en la memoria para revivir las sensaciones de anta?o ante una contrarreloj. La seguridad y la tranquilidad, por no decir la euforia, que despertaban tales citas en los tiempos de Indur¨¢in y del Olano bueno han pasado como si no existiera, como un par¨¦ntesis, un inciso en la tradici¨®n del espa?ol como bicho resistente. Lo que ahora se siente es lo de antes, la aprensi¨®n y el temor. Se revive el dicho de eso de luchar contra los elementos y de que los extranjeros son m¨¢s grandes y m¨¢s brutos, pero que en la monta?a ya veremos. Y sin embargo, todo marchaba perfecta mente, mejor de lo temido. En los primeros 12 kil¨®metros, los m¨¢s r¨¢pidos, los del viento de espaldas, Z¨¹lle s¨®lo sac¨® l8s a Escart¨ªn y 5s a Dufaux. A la altura del kil¨®metro 23, cuando lo m¨¢s duro, cuan do el viento daba de cara, cuando los grandes campeones suelen meter el turbo y convertir la progresi¨®n aritm¨¦tica de sus ventajas en progresi¨®n geom¨¦trica, Z¨¹lle solo aventajaba en 40s al bravo escalador aragon¨¦s. Todo iba demasiado bien. Incluso hab¨ªa empezado a llover, lo que, como todos saben, es lo peor que le pod¨ªa pasar al suizo. Pero Pol¨ªcrates acechaba a la salida de una curva. Fue exactamente en el kil¨®metro 23,2, a 11,8 de la meta. Escart¨ªn, confiado entr¨® lanzado y su rueda patin¨® en un paso cebra. Se fue al suelo con estr¨¦pito, cayendo sobre su costado derecho, el ya da?ado en la ca¨ªda del d¨ªa del Boyar, camino de M¨¢laga. Adem¨¢s, el manillar le golpe¨® en el muslo izquierdo. Hecho unos zorros se levant¨®, cambi¨® de bicicleta y continu¨® la marcha. Pero ya no era lo mismo. Era el asunto tan t¨ªpicamente espa?ol de luchar contra los elementos a base de rabia y coraje. En el kil¨®metro 24, mientras Dufaux pasaba a 35s s¨®lo de Z¨¹lle, menos de dos segundos por kil¨®metro, Escart¨ªn lo hac¨ªa a 1.12m. Hab¨ªa perdido en la ca¨ªda otros 40s. Y lo que le quedaba por sufrir. Tambi¨¦n a Z¨¹lle. Al suizo no le entr¨® el turbo. Su fuerza, en vez de crecer, se fue diluyendo.
A diferencia de su compa?ero de equipo, Melchor Mauri s¨ª que sigui¨® a rajatabla la regla de oro de las contrarreloj largas: comenzar a tope, acelerar a mitad de recorrido y terminar sprintando. El catal¨¢n, al que una ca¨ªda en la Vuelta a Arag¨®n dej¨® sin correr el Tour y otra ca¨ªda en la Vuelta a Galicia le volvi¨® a frenar la preparaci¨®n, ha llegado a la Vuelta fresco como una rosa y motivado m¨¢s que nadie. Su af¨¢n tiene un objetivo claro: recordar a la gente que ¨¦l es el ¨²ltimo espa?ol que gan¨® la Vuelta (1991), que no est¨¢ bien que se olviden de ¨¦l.
Al contrario que Mauri, Juan Carlos Dom¨ªnguez, otro gran contrarrelojista, fue de m¨¢s a menos y no cumpli¨® con las expectativas, aunque supiera, o quiz¨¢s por ello, que se jugaba una plaza para el Mundial contrarreloj. Los 35 kil¨®metros se le hicieron largos. Quiz¨¢s igual de largos que a Casero, que los vio por televisi¨®n. El corredor del Banesto abandon¨®, enfermo, v¨ªctima de un virus que amenza con destruir completamente al equipo y a parte de los auxiliares. El m¨¦dico, Jes¨²s Hoyos, y el mec¨¢nico Pedro L¨®pez tambi¨¦n est¨¢n enfermos. Y Armand de las Cuevas, su hombre mejor colocado en la general, tambi¨¦n empez¨® ayer a mostrar s¨ªntomas.
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