"Ya no tenemos que explicar qui¨¦nes somos"
Rigor cinematogr¨¢fico y producciones independientes son las dos constantes que han definido el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n desde que Diego Gal¨¢n (T¨¢nger, 1946) se puso al frente del certamen cinematogr¨¢fico m¨¢s importante del pa¨ªs, hace ahora tres a?os.Pregunta. ?Compite m¨¢s con Venecia, ahora que los italianos parecen haber girado hacia el cine de autor?
Respuesta. Los festivales no cambian en lo que se refiere a la secci¨®n oficial; siempre se trata de seleccionar las mejores pel¨ªculas posibles y de llevar a algunas estrellas. Eso es lo que ha hecho Venecia. No hay m¨¢s competencia que la que hab¨ªa; incluso la hemos notado menos, puesto que la Mostra ha proyectado algunas pel¨ªculas que nosotros hemos rechazado,con buen criterio, creo, visto que all¨ª no han tenido gran aceptaci¨®n. Con la excepci¨®n de Woody Allen, que cualquier festival bien nacido querr¨ªa tener.
P. El hecho de que se concedan tres premios Donostia este a?o ?es un intento de asegurar la presencia de al menos tres stars?
R. La realidad es m¨¢s simple; hace dos a?os dimos dos premios Donostia a Catherine Deneuve y Susan Sarandon; el a?o pasado quisimos que el segundo fuera para Irons pero no pudo venir. En cambio, s¨ª pod¨ªa estar en esta edici¨®n y nada menos que con Lolita. No hay ninguna cl¨¢usula en el reglamento que limite el n¨²mero de premios.
P. ?Es dif¨ªcil garantizar la presencia de actores?
R. S¨ª, pero no tanto por decisi¨®n suya como por las productoras, que determinan a qu¨¦ festivales tienen que ir. Si deciden que vayan s¨®lo a Venecia o a Berl¨ªn, por ejemplo, ese viaje se ha agotado. Otras veces aparecen s¨®lo aqu¨ª. Lolita, de Adrian Lyne, es un estreno mundial y The game, europeo. Se batalla para conseguirlos; unas veces se gana y otras, no.
P. En el programa de este a?o aparecen menos pel¨ªculas espa?olas.
R. El a?o pasado sorprend¨ªa que hubiera tantas; depende de la cosecha y de las pel¨ªculas in¨¦ditas que est¨¦n listas en septiembre, con posibilidad de venir. En la pasada edici¨®n hubo quiz¨¢ demasiado cine espa?ol; cinco pel¨ªculas compitieron por la Concha de Oro y siete en Zabaltegi. Pero nos pareci¨® que estaban bien y que hab¨ªa que proyectarlas. Este a?o hay menos porque la mayor¨ªa est¨¢n sin terminar; las de Bigas Luna, Amen¨¢bar, Aranda...
P. La ¨²ltima de Almod¨®var, Carne tr¨¦mula, est¨¢ acabada. ?Por qu¨¦ no se proyecta?
R. No nos hemos puesto de acuerdo.
P. ?El cine espa?ol va en la buena direcci¨®n?
R. No s¨¦ si va en la buena direcci¨®n ni si tiene direcci¨®n. Creo que hay mejores pel¨ªculas que hace 20 a?os; se huye de las producciones baratas, que ten¨ªan un gran ¨¦xito popular y a los cr¨ªticos nos parec¨ªan repugnantes. Ahora la media de calidad es mucho m¨¢s alta; este cine se hace con mayor rigor.
P. Con Rien ne va plus, de Claude Chabrol, ?se quiere recuperar la presencia del cine franc¨¦s en el festival?
R. Nunca ha habido una ruptura con el cine franc¨¦s. El a?o pasado estuvo Tavernier, por ejemplo. Lo que ocurre es que no siempre ha habido pel¨ªculas en competici¨®n, porque su calidad no nos parec¨ªa suficiente. Este a?o no hay ninguna producci¨®n italiana porque no hemos encontrado nada que nos gustara. Tampoco hay filmes iranies en competici¨®n.
P. ?La mayor presencia de las grandes productos significa un mayor reconocimiento del festival a nivel mundial?
R. Es cierto que hay m¨¢s pel¨ªculas americanas a concurso, aunque siempre ha habido grandes producciones norteamericanas, sobre todo en la inauguraci¨®n o en la clausura, porque son filmes m¨¢s dados al espect¨¢culo. Pero s¨ª, el festival tiene mejor reputaci¨®n internacional. Se aprecia en la demanda de acreditaciones. Adem¨¢s, ya no tenemos que explicar de d¨®nde venimos y qui¨¦nes somos.
P. El Premio de Nuevos Realizadores se ha quedado sin patrocinio, lo que recuerda su eterna queja por falta de subvenciones.
R. Pedir¨ªa a gritos m¨¢s dinero porque las ayudas no se han incrementado en una sola peseta desde 1991. Adem¨¢s, como el certamen crece necesita mayor inversi¨®n, y nos vemos obligados a conseguir patrocinadores, lo que no resulta nada f¨¢cil porque no tenemos contraprestaciones claras ni f¨¢ciles que dar a cambio.
P. ?D¨®nde est¨¢ el l¨ªmite de las ambiciones del festival?
R. Nuestro crecimiento limita con la capacidad hotelera y el n¨²mero de las salas de proyecci¨®n. ?sta es una ciudad peque?a y hemos tocado techo. Ofrecemos 600 proyecciones en diez d¨ªas, lo que dificulta hasta la venta de entradas. Contamos con la presencia de unas 2.000 personas acreditadas y alrededor de 110.000 espectadores. Este a?o hemos interconectado las taquillas e instalado sistemas de venta anticipada y por tel¨¦fono. Es un experimento que espero que funcione.
P. ?Qu¨¦ aportan las proyecciones gigantes del Vel¨®dromo?
R. Dos cosas estupendas: primero, espectacularidad, cine a lo bestia, y un ambiente especial e irrepetible de la gente. Una verbena de cine, con pel¨ªculas espectaculares. Este a?o estar¨¢ Face off, de John Woo. La excepci¨®n es Un perro andaluz, de Bu?uel, pero s¨®lo dura 12 minutos.
P. La sesi¨®n Lleva a tus padres al cine supone...
R. Una forma de jugar y de ofrecer a los cr¨ªos -si es que quieren, porque ahora s¨®lo ven la tele- la ilusi¨®n de invitar a sus padres a ir a ver cine por 100 pesetas. Muchos chavales ven cine aqu¨ª por primera vez.
P. ?C¨®mo ha evolucionado el festival desde que usted se hizo cargo?
R. M¨¢s que evolucionar, hemos crecido, prolongando una l¨ªnea que ya comenzamos en el 85, que combina la seriedad cinematogr¨¢fica y las producciones independientes.
P. ?Hay ahora mayor calidad?
R. Me parece que eso deber¨ªan decirlo de fuera, pero yo creo que s¨ª.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.