Cient¨ªficos de EE UU descubren c¨®mo act¨²a el gen p53 para evitar el c¨¢ncer
Uno de los mecanismos m¨¢s efectivos del cuerpo humano para combatir la amenaza de c¨¢ncer es el suicidio de las c¨¦lulas da?adas por agentes inductores del c¨¢ncer (conocidos como carcin¨®genos) antes de llegar a ser cancerosas. Las c¨¦lulas da?adas mueren as¨ª por el bien del organismo y lo hacen activando un gen conocido como p53, que controla el suicidio celular. Cient¨ªficos estadounidenses han encontrado ahora que el p53 induce al suicidio estimulando a las c¨¦lulas a envenenarse.Muchas cosas en la vida son carcin¨®genas, como el sol, el humo del tabaco o la radiaci¨®n, pero no todo el mundo llega a tener c¨¢ncer porque el cuerpo ha desarrollado complicadas formas de combatir los cambios cancerosos en las c¨¦lulas. Los cient¨ªficos est¨¢n tratando de encontrar estos m¨¦todos naturales por los que el cuerpo evita el c¨¢ncer en la esperanza de que algunos puedan ser ¨²tiles para desarrollar medicamentos para tratar o incluso curar c¨¢nceres.
Los cient¨ªficos se interesaron mucho cuando encontraron que en una gran proporci¨®n de los c¨¢nceres humanos se encuentran c¨¦lulas en las que funciona mal el gen p53, mientras que es muy improbable que se vuelvan cancerosas las c¨¦lulas con el P53 correcto.
Cuando el p53 se activa en una c¨¦lula da?ada act¨²a como interruptor general gen¨¦tico, haciendo que la c¨¦lula se destruya o impidiendo que se divida. De ambas formas evita el crecimiento del c¨¢ncer. Bert Vogelstein y sus colegas del centro Johyn I-lopkins en Baltimore publican en la revista Nature que el p53 activado induce a la c¨¦lula a producir grandes cantidades de compuestos qu¨ªmicos venenosos. Son residuos de la formaci¨®n de energ¨ªa en las c¨¦lulas que normalmente desaparecen r¨¢pidamente de ellas, pero el p53 hace que la c¨¦lula se ahogue pr¨¢cticamente en ellos, activando una serie de genes.
Si el gen p53 est¨¢ da?ado por carcin¨®genos y no funciona bien ya, entonces esa c¨¦lula se har¨¢ inmortal, con lo que podr¨¢ acumular muchas mutaciones, algunas de las cuales le permitir¨¢n dividirse de forma incontrolada o quiz¨¢ moverse por el cuerpo para colonizar otros ¨®rganos.
La omnipresencia del p53 en el combate contra el c¨¢ncer en tantos tipos distintos de c¨¦lulas es al mismo tiempo una bendici¨®n y una desgracia. Por una parte podr¨ªa llevar al desarrollo de medicamentos ¨²tiles en muchos tipos diferentes de c¨¢ncer. Pero por otro lado, como los compuestos citados son tan venenosos para todas las c¨¦lulas del cuerpo, estas drogas tendr¨¢n que dirigirse de forma muy precisa a las c¨¦lulas cancerosas para no envenenar el resto.
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