Una ni?a hereda el imperio Versace

La ¨²ltima voluntad de Gianni Versace, el modista italiano asesinado en Miami el 15 de, julio pasado, deja, como su propia muerte, amplio margen para las conjeturas. El testamento del creador amado de las estrellas del rock y los cronistas de moda, filtrado el martes por la noche a una agencia de noticias italiana, deposita un legado de unos 60 millones de d¨®lares (unos 9.000 millones de pesetas) -el 50% del imperio de moda Versace- en manos de una ni?a de 11 a?os, Allegra, la hija mayor de su hermana Donatella y el ex modelo norteamericano Paul Beck. El documento, firmado por Versace el 16 de septiembre de 1996 en una notar¨ªa milanesa, fue abierto por su hermano Santo y le¨ªdo oficialmente el 24 de julio pasado, el mismo d¨ªa en que la polic¨ªa de Miami confirm¨® el suicidio de Andrew Cunanan, presunto asesino del c¨¦lebre modista.El texto, dos folios escritos por el estilista de su pu?o y letra, ven¨ªa a revocar un testamento anterior redactado 1990 con el que Versace no estaba ya de acuerdo tras la dura experiencia de su enfermedad -un tumor maligno- que estuvo a punto de costarle la vida y que qued¨® felizmente superada en 1996. Ese a?o, el dise?ador retorna el trabajo con nuevo entusiasmo y retoca su ¨²ltima voluntad llevado, probablemente, del mismo impulso renovador.

Adem¨¢s de escoger a su jovenc¨ªsima heredera universal, el modista muestra en su ¨²ltima voluntad su generosidad con el hombre que comparti¨® sus ¨²ltimos a?os, el ex modelo Antonio d'Amico, al que deja una especie de sueldo vitalicio de m¨¢s de cuatro millones de pesetas al mes -revisable de acuerdo con el aumento de los precios al consumo en Italia- y el derecho a utilizar las casas- del estilista: Mil¨¢n, Nueva York, Miami y la del lago Como.

La intensidad de las relaciones de Versace y D'Amico no era ning¨²n secreto. En una entrega de premios hace tres a?os en Nueva York el propio dise?ador reconoci¨®: "Hay tres Antonios importantes en mi vida: mi padre, mi sobrino [hijo de su hermano Santo] y mi compa?ero".

Pese a esta menci¨®n afectuosa al hijo de Santo, el tercer beneficiario de su herencia no es precisamente Antonio Versace, sino Daniel. Beck, el segundo hijo de Donatella, de seis a?os de edad, al que corresponder¨¢ por voluntad de su t¨ªo una nada desde?able colecci¨®n de arte reunida durante a?os que incluye cuadros de Leger y Picasso.

La gran inc¨®gnita planea sobre el silencio testamentario en lo que respecta a Santo Versace y a su familia. Ni el hermano mayor del dise?ador -cerebro econ¨®mico del grupo- ni sus dos hijos son mencionados en la ¨²ltima voluntad legal de Versace, pese a la aparente proximidad de sus vidas y a la solidez del grupo familiar.

Las hip¨®tesis manejadas por la prensa italiana son, de momento, piadosas. La explicaci¨®n m¨¢s extendida es que Gianni pretend¨ªa, quiz¨¢, compensar a Donatella -y a sus hijos-, que posee un porcentaje menor en la propiedad del grupo. Y est¨¢, adem¨¢s, el factor emotivo. Nadie olvida que la hija de Donatella era la sobrina predilecta del dise?ador, a la que colocaba en sitio de honor en los desfiles m¨¢s importantes y a la que se refer¨ªa en p¨²blico como "mi princesa". Anoche, tras divulgarse el contenido del testamento, la familia Versace difundi¨® un comunicado para cortar especulaciones en el que afirma que la empresa sigue adelante con sus proyectos, y que como principal responsable financiero sigue Santo Versace mientras su hermana Donatella controlar¨¢ la direcci¨®n art¨ªstica. En estos momentos, el grupo controla una veintena de sociedades y posee 166 tiendas dispersas por el mundo, con un millar de empleados. Despu¨¦s de todo, Versace, el hombre que impuso en la alta costura los gustos est¨¦ticos del barrio chino de Reggio Calabria, donde naci¨®, era especialmente popular fuera de su pa¨ªs, y su imperio arraig¨® firmemente en Estados Unidos y Jap¨®n.

Por m¨¢s que las cifras sigan siendo boyantes -el grupo factur¨® en 1996 m¨¢s de 60.000 millones de pesetas-, los pilares de la firma, la segunda de la moda italiana tras Armani, han sufrido un fortisimo terremoto con el asesinato del llorado dise?ador que se dejar¨¢ sentir en un futuro inmediato.