Canallescos

Antes se hablaba de la "prensa canallesca": no s¨¦ de d¨®nde viene la frase, supongo que del extranjero y la antig¨¹edad, quiz¨¢ de las ramas cat¨®licas contra el libre pensamiento -ofrec¨ªan, en cambio "la buena prensa"; aqu¨ª, la de la Santa Casa, o Editorial Cat¨®lica, donde se hac¨ªa Ya y el Debate-, aunque luego haya servido para otras calumnias. ?Se puede hablar de "justicia canallesca-? La prensa canallesca existe; la prefiero a que no haya ninguna prensa. Incluso en los tiempos de Franco, en los que la prensa estaba encanallada desde fuera y el r¨¦gimen dec¨ªa que hab¨ªa "dignificado" la profesi¨®n: una canallada. Unas ramillas de la prensa aparec¨ªan siempre entre l¨ªneas, entre p¨¢ginas, en los quioscos.No siempre la profesi¨®n es culpable de lo canallesco: es s¨®lo un director o un empresario imp¨²dicos, que pagan a tres o cuatro plumillas golfos, con mejor o peor catadura literaria, con mala tinta. Suelen proyectar su descaro sobre los que no son ellos, a los que definir¨¢n como "mala prensa". Pero ?y la justicia? ?Puede haber gentes que Conviertan la que imparten en canallesca? S¨ª, al parecer, por como se persiguen, denuestan, acusan y procesan unos a otros. No me refiero a que los hombres de leyes no siempre alcancen la Justicia, porque eso no puede suceder. La Justicia no es de este mundo, como no lo es la Libertad. No habiendo otro, las formulaciones son idealistas. Las mejores definiciones y cuidados estuvieron hechos antes y despu¨¦s de la Revoluci¨®n Francesa -no "durante": el mientras de una revoluci¨®n est¨¢ fuera de las normas, tiene su dinamismo especial-, tanto para la Justicia como para la Prensa. Hasta para la Raz¨®n. Y para la democracia, a la que estos elementos deb¨ªan amoldarse. Fracasada la democracia poco despu¨¦s, por c¨®mo la asalt¨® el poder burgu¨¦s, todo ha quedado en un aire fresquillo y arom¨¢tico, que no se puede definir. Esta de nuestro pa¨ªs, ajeno a las erres cl¨¢sicas -renacimiento, reforma, revoluci¨®n-, es una de las peores muestras, quitando las de pa¨ªses donde es disfraz de cordero peruano del lobo Fujimori; y unos cien pa¨ªses m¨¢s de la ONU. Hay unos fragmentos de prensa canallesca, aliada al poder, hay unos fragmentos de justicia canallesca. A veces hay una alianza de truhanes. Son m¨¢s llamativos que los menos canallescos. El peligro es cierto: prensa, justicia, gentes del Ejecutivo, del Legislativo: la parte se enfrenta con el todo. En otros tiempos se dec¨ªa que la verdad y la justicia siempre triunfan.