El cantautor y guitarrista californiano Ben Harper presenta su ¨²ltimo disco en Madrid y Barcelona

Es un tipo sencillo y tambi¨¦n un instrumentista excelente capaz de emocionar con sus guitarras ac¨²sticas y su voz. Se llama Ben Harper, es californiano y presenta su tercer y ¨²ltimo disco hoy en Madrid (Ktedral) y ma?ana en Barcelona (Bikini). No es dif¨ªcil percibir en sus palabras un trasfondo de misticismo que hace de ¨¦l la ant¨ªtesis de una estrella. "Mi ego no tiene nada que ver con mi m¨²sica, ni con las buenas canciones. Lo suelo llevar en una maleta peque?a que pongo junto, al resto del equipaje. Yo hac¨ªa m¨²sica y sent¨ªa m¨²sica mucho antes de tener audiencia que me escuchara".Harper es nieto de un luthier que lo introdujo en el mundo de la m¨²sica y le ense?¨® a construir guitarras. Sin embargo, Ben nunca toca con guitarras construidas por ¨¦l. "No puedo hacer una Weissenborn, que es la guitarra que m¨¢s me gusta. Tiene una sonoridad especial debido a la edad de la madera con la que est¨¢ construida. Estas guitarras ac¨²sticas las hicieron en los a?os veinte y treinta con madera que pod¨ªa tener un centenar de a?os. Esa madera secada por el tiempo suena de maravilla". Su contacto con las guitarras el¨¦ctricas se cort¨® en la preadolescencia. "Por entonces, tocaba la bater¨ªa en un grupo, pero como el guitarra y cantante era muy malo le acab¨¦ dejando la bater¨ªa a ¨¦l. Desde entonces, no he vuelto a hacer conciertos con la el¨¦ctrica, que s¨ª suelo usar para componer".

Habla muy quedo. Se le intuye persona espiritual, y tiembla cuando sale el t¨¦rmino misticismo a la palestra. "Es una palabra muy fuerte y yo s¨®lo soy un humano", afirma. "Creo que la m¨²sica tiene un papel de hermanamiento y libertad que la hace importante y fuerte. La m¨²sica siempre genera un sentimiento de libertad muy fuerte y, por eso, puede ser peligrosa para el sistema. Entra en la cabeza casi sin darte cuenta y te puede llevar a hacer o desear cosas que ni imaginabas. Por eso es peligrosa para los que no quieren que nada cambie", asegura.A medio camino entre el cantautor social, el bluesman y el cantante folk, catalogado como una mezcla entre Michael Franti y Woodie Guthrie, experto en la t¨¦cnica del fingerpicking propia del blues rural -"la aprend¨ª practicando sin parar durante toda una noche mientras escuchaba viejos discos de blues"-, dotado de una voz que de vez en cuando canturrea en los instantes muertos de la conversaci¨®n, Ben Harper es la ant¨ªtesis de la estrella. "Puedes hacer el tonto con el p¨²blico, pero jam¨¢s lo podr¨¢s hacer con la m¨²sica". En sus ratos libres, trabaja para su cuarto elep¨¦ y para acabar una sinfon¨ªa en cuatro movimientos para instrumentos de cuerda.