Rusia intenta recuperar el trato de igual a igual con Estados Unidos
Rusia busca lo imposible: mantener con Estados Unidos una relaci¨®n de igual a igual a pesar de haber perdido hace tiempo en la pr¨¢ctica su condici¨®n de superpotencia. El nuevo ciclo de reuniones que se inici¨® ayer en Mosc¨², con el vicepresidente estadounidense Al Gore y el primer ministro ruso V¨ªktor Chernomirdin al frente de delegaciones de m¨¢ximo nivel, respeta esta ficci¨®n y busca los puntos de contacto en terrenos tan diversos como la ecolog¨ªa, la industria nuclear, la carrera espacial, las inversiones, los intercambios comerciales e incluso una peculiar guerra del vodka entre dos fabricantes rivales.
Chernomirdin y Gore son ya unos veteranos en estos encuentros, acordados en abril de 1993 en Vancouver (Canad¨¢) por Bill Clinton y Bor¨ªs Yeltsin y desarrollados desde entonces dos veces al a?o.Unos 200 documentos se han firmado hasta el momento como fruto de los trabajos de la comisi¨®n. Veinte m¨¢s se sumar¨¢n ahora a la lista, cuatro de ellos relacionados con el lanzamiento y mantenimiento de la futura estaci¨®n espacial internacional Alpha. En este terreno, la comisi¨®n no pudo empezar con peor pie: con un nuevo accidente en la quebrantada estaci¨®n orbital Mir, que no gana para sustos.
La seguridad en este complejo orbital, el ¨²nico que existe, y hacia el que parte dentro de tres d¨ªas el transbordador Atlantis, est¨¢ siendo tratada en Mosc¨² por Daniel Goldin, administrador de la NASA, la agencia espacial norteamericana. Gore ech¨® ayer un jarro de agua fr¨ªa sobre sus anfitriones al insinuar que no es seguro que se env¨ªe ahora a un nuevo astronauta para tomar el relevo de Michael Foale.
Rusia intenta, por otra parte, que EE UU deje de considerar a su econom¨ªa como "no de mercado", lo que se traduce en fuertes restricciones a la entrada de sus productos, con un perjuicio econ¨®mico que Mosc¨² eval¨²a en unos 1.000 millones de d¨®lares anuales (unos 150.000 millones de pesetas). Una de esas barreras es el arancel del 116,4% impuesto sobre la venta de uranio.
En este terreno, lo que preocupa m¨¢s a Washington es la ayuda que Rusia presta para la construcci¨®n de una planta en Ir¨¢n que, en opini¨®n del Departamento de Estado, puede facilitar a la rep¨²blica isl¨¢mica la producci¨®n de bombas nucleares. Para deshacer el equ¨ªvoco, el ministro ruso de la Energ¨ªa At¨®mica, V¨ªktor Mij¨¢ilov, ha ofrecido a su hom¨®logo estadounidense, Federico Pe?a, una inspecci¨®n conjunta de los dos pa¨ªses.Otro de los objetivos de Gore es mejorar el marco jur¨ªdico y fiscal para las inversiones extranjeras en Rusia y obtener garant¨ªas frente al crimen organizado, que casi no deja pasar un buen negocio sin pretender cobrar un porcentaje a cambio de protecci¨®n. Y es que, dicen los empresarios, los problemas suelen comenzar no antes, sino despu¨¦s de que se firman los contratos. Hasta ahora, el Gobierno no ha podido hacer frente con ¨¦xito a las mafias. Gore expres¨® a Chernomirdin su descontento ante la reciente aprobaci¨®n por la Duma (C¨¢mara baja) de la ley de religi¨®n, que dar¨ªa problemas a muchas confesiones.
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