Ignorancia cautelar

POCO CAB?A esperar de la comparecencia de Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra como testigos ante el Tribunal Supremo para esclarecer la red de financiaci¨®n irregular del PSOE que se ha dado en llamar caso Filesa. Las declaraciones del ex secretario general y ex vicesecretario general del PSOE, testigos 31 y 32 de la causa, han cumplido puntualmente el gui¨®n previsto. Ambos explicaron ante el juez lo mismo que ya hab¨ªan contado innumerables veces en los medios de comunicaci¨®n: que no estaban informados de ninguna red de financiaci¨®n iegal y que de las empresas Filesa, Malesa y Time Export tuvieron conocimiento por la prensa.Al tratarse de declaraciones hechas bajo juramento hay que admitir su credibilidad como punto de partida. Cualquier otra cosa equivale a una acusaci¨®n de pedurio que debe ser probada. Pero al margen de los procesos penales hay en este caso, como en otros que afectan a las finanzas de diversos partidos, una manifiesta incapacidad de los dirigentes para asumir la responsabilidad pol¨ªtica derivada de los m¨¦todos ilegales empleados por sus subalternos para recaudar fondos.

Que Gonz¨¢lez justifique su desinter¨¦s en las cuentas de su partido arguyendo que se "dedicaba a las tareas de Gobierno" y que Guerra, m¨¢s displicente a¨²n, asegure que nunca tuvo "ni ocupaci¨®n ni dedicaci¨®n" a los asuntos financieros y econ¨®micos, aunque su misi¨®n fuera la de coordinar el Gobierno y el partido, revela como m¨ªnimo una conducta negligente que debe ser erradicada de la gesti¨®n de los partidos democr¨¢ticos. Que ambos se acojan al desconocimiento de los detalles de financiaci¨®n tiene una explicaci¨®n pol¨ªtica obvia: los m¨¦todos de financiaci¨®n irregular se suelen mantener alejados del control de los responsables pol¨ªticos para no involucrar su trayectoria y permitir una negaci¨®n plausible. La precisi¨®n de Gonz¨¢lez -"No s¨¦ si debo agradecer a los compa?eros que no me informaran", confirma esta pr¨¢ctica cautelar.

Si se admite el argumento del desconocimiento en detalle de la red de financiaci¨®n ilegal de Filesa, la presencia de Gonz¨¢lez y Guerra como testigos es irrelevante. Nada pod¨ªan aportar que no estuviera en el sumario instruido por los jueces Marino Barbero y Enrique Bacigalupo. Sin embargo, la acusaci¨®n particular, promovida por el extravagante Ruiz-Mateos, quiz¨¢ el individuo que m¨¢s ha contribuido a envilecer los procedimientos de la justicia en los ¨²ltimos 14 a?os, insisti¨® e impuso su comparecencia por encima de la inutilidad pr¨¢ctica para ampliar el conocimiento de lo acontecido.

La delirante campa?a de Ruiz-Mateos y sus aliados period¨ªsticos no pretend¨ªa desde luego esclarecer el fondo de la cuesti¨®n, sino conseguir la foto de Gonz¨¢lez y Guerra entrando en el Supremo. Ya han conseguido su objetivo. Pero una vez sustanciado el caso S¨®ller y encarrilado el de Filesa, deber¨ªa ser inter¨¦s prioritario del PP y del PSOE poner en pr¨¢ctica de una vez por todas un acuerdo sobre financiaci¨®n de partidos que contribuya a erradicar esc¨¢ndalos como los citados. Los ciudadanos no pueden quedar satisfechos con la explicaci¨®n de que los dirigentes pol¨ªticos no saben nada de c¨®mo trabajan los recaudadores de los partidos. ?sta sigue siendo una asignatura pendiente cuyo examen no puede aplazarse por m¨¢s tiempo.