Mala fe
LA INSTRUCCI?N de la querella contra Sogecable registr¨® ayer un nuevo par¨®n cuando una sala de la Audiencia Nacional se dispon¨ªa a estudiar el recurso de sobreseimiento. Un abogado de la acusaci¨®n recus¨® al inicio de la vista a una de los miembros del tribunal sobre la base de su "amistad manifiesta" con Jes¨²s de Polanco y Juan Luis Cebri¨¢n. El grupo de acusadores quer¨ªa impedir a toda costa el posible archivo de la causa y de momento ha conseguido su objetivo. Poco importa que desde el mes de marzo obre en poder de la Fiscal¨ªa del Estado un informe t¨¦cnico en el que se concluye que no existe materia penal en el caso. Tampoco vale que los peritos fiscales designados en su d¨ªa por Lia?o llegaran a id¨¦ntica conclusi¨®n. Cu¨¢ndo la sala se encontraba en disposici¨®n de valorar al fin tales informes, un ardid procesal de ¨²ltima hora ha aplazado su pronunciamiento. Habr¨ªa que recordar a este respecto que ya Lia?o retuvo el recurso de sobreseimiento por espacio de dos meses y medio en su despacho cuando la ley le conced¨ªa s¨®lo seis d¨ªas. Entre los olvidos del juez y las artima?as de los querellantes, el asunto est¨¢ a punto de entrar en su octavo mes y cada vez resulta m¨¢s evidente que el prop¨®sito principal de los querellantes es eternizar la causa por el da?o que provoca la instrucci¨®n misma. Pero, con ser esto grave, detr¨¢s de este incidente de recusaci¨®n se trasluce un prop¨®sito a¨²n m¨¢s perverso: dinamitar la Audiencia Nacional en su conjunto, un ¨®rgano jurisdiccional que ha condenado en primera instancia a seis a?os de c¨¢rcel a Mario Conde y ha decidido sentarle en el banquillo de los acusados a partir del 1 de diciembre por el caso Banesto. El abogado Juan de Rojas, firmante del escrito de recusaci¨®n de ayer, es casualmente un hombre que ejerce la acci¨®n popular en apoyo de una denuncia que la esposa del ex banquero ha presentado ante un juzgado madrile?o. Tambi¨¦n se ha erigido en acusador del juez Garz¨®n ante el Supremo.
La recusaci¨®n de ayer, decidida en un almuerzo celebrado el pasado lunes en un restaurante madrile?o, es una caricatura de la que en su d¨ªa formul¨® Cebri¨¢n contra G¨®mez de Lia?o y que permiti¨® desvelar una trama entre el juez y los acusadores de Sogecable que est¨¢ siendo investigada por el Supremo.
El abogado Rojas propone que para probar la "amistad manifiesta" del magistrado Prada con Polanco y Cebri¨¢n, am¨¦n de su "inter¨¦s indirecto" en la causa, desfilen ante el juez que entienda del asunto 14 testigos, en una amalgama que incluye desde el propio presidente de la Audiencia Nacional y varios magistrados hasta quienes aparecen vinculados a la presunta trama contra Sogecable, con el eterno conjurado Garc¨ªa Trevijano a la cabeza y uno de los fiscales otrora llamados rebeldes.
Se tratar¨ªa as¨ª de enlodar pr¨¢cticamente a toda la Audiencia Nacional, que en la teor¨ªa alimentada por alguno de los medios m¨¢s adictos al Gobierno ha: pasado de ser el baluarte de la justicia a un nido de magistrados sumisos, cuando no corruptos, del que s¨®lo se salvar¨ªa Lia?o. Pero la estrategia seguida esta vez pone tan al desnudo la mala fe procesal que parece altamente improbable que el abogado Rojas y quienes le mueven consigan su prop¨®sito de hacer desfilar por la Audiencia a decenas de testigos en unas diligencias que podr¨ªan prolongarse durante meses. La estrategia de los acusadores de Sogecable de ganar tiempo debe ser desarticulada de una vez por la Audiencia Nacional, cuyo descr¨¦dito es el objetivo ¨²ltimo de toda esta operaci¨®n.
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