Magia y terciopelo
Es incre¨ªble la magia que despliegan ciertas canciones, interpretadas por determinadas voces, que parecen forzar continuamente hacia atr¨¢s las manecillas del reloj para retrotraernos justo hasta el momento en el que fueron concebidas y popularizadas. Todo un reto para la capacidad y resistencia a los ara?azos al alma que suele pegar la melancol¨ªa. Esta sensaci¨®n de terciopelo es la que hizo fluir el concierto del veterano Al Stewart.Con los ojos abiertos se ve¨ªa a un escoc¨¦s rayando en la cincuentena, con gran fuga de pelo y ese color de piel tirando a rosadito que evidencia la ausencia de sol en las Highlands. Sin embargo, si se cerraban los ojos, se ten¨ªa la ilusi¨®n ac¨²stica de que nada hab¨ªa cambiado desde finales de los setenta, cuando el mismo artista acariciaba los co razones a los sones de su A?o del gato.
Al Stewart
Al Stewart (voz y guitarra) y Paul Robinson (guitarra). Sala Ktdral. 2.000 pesetas. Madrid, jueves 25 de septiembre.
La sobria puesta en escena de Al s¨®lo cont¨® para la ocasi¨®n con el magn¨ªfico concurso del joven guitarrista de San Francisco Paul Robinson, que supo extraer en todo momento las mejores notas para dotar a un maravilloso ramillete, de canciones de ese aroma folkie que las hace vivas y bellas.
Aparte del mentado Year of the cat, fue con The border y Time passages con las que se alcanz¨® las m¨¢s altas cotas de emoci¨®n en un concierto al que acudi¨® buen n¨²mero de espectadores -la mayor parte de ellos coet¨¢neos del cantante-, huyendo de la lluvia, los cosos taurinos y otros espect¨¢culos de actualidad m¨¢s evidente. La simpat¨ªa y voz de terciopelo de Al constitu¨ªan el m¨¢s feliz de los pretextos para tal huida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.