El Papa llega hoy a Brasil con un mensaje de renovaci¨®n

Siete de los cien grandes carteles de Juan Pablo II desplegados en R¨ªo de Janeiro fueron maculados en d¨ªas previos a su tercera visita a Brasil, pa¨ªs donde prosperan los embaucadores de almas y las sectas evang¨¦licas de feligres¨ªa ultra, que le tildan de demonio. Continuaci¨®n de sus viajes en 1980 y 1982, el Papa repite apostolado en una naci¨®n con grandes desigualdades sociales y el mayor n¨²mero de cat¨®licos en el mundo: el 80% de sus cerca de 160 millones de habitantes. En su mensaje al Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) divulgado ayer, convoc¨® a una profunda renovaci¨®n de la Iglesia para estar en condiciones de evangelizar a hombres, mujeres, pueblos, etnias y culturas.Los carteles anunciadores de su visita de cuatro d¨ªas, durante la cual clausurar¨¢ el Encuentro Mundial de las Familias, fueron profanados con manchones de pintura roja en el cuello y pecho del Pont¨ªfice. En los muros del arzobispado aparecieron insultos firmados por el Comando Rojo, activo sindicato criminal. Esa minoritaria hostilidad no impedir¨¢ el pac¨ªfico desarrollo de la visita, aseguran las autoridades. Para el gobernador, Marcello Alencar, que dispuso la alerta, de 5.000 soldados y 20.000 polic¨ªas e inst¨® al "desarme de los esp¨ªritus", amenazan al Papa personas cultivadoras del odio y el esp¨ªritu de las bandas.

El Papa, que asistir¨¢ a varios actos masivos, anticip¨® en el documento de la Celam sus preocupaciones respecto a Brasil: la creciente secularizaci¨®n, la r¨¢pida expansi¨®n de las sectas, la urbanizaci¨®n, la violencia, la corrupci¨®n, la desigualdad social y la miseria -especialmente severas entre la poblaci¨®n ind¨ªgena y mulata-, la familia, el desamparo de los ni?os a la intemperie, entre otros temas.