M¨¢s sobre 'la ¨²ltima diferencia'
Escribo esta carta en relaci¨®n con el art¨ªculo de Ignacio Sotelo (EL PA?S, jueves 11 de septiembre de 1997) titulado La ¨²ltima diferencia. Supongo que al articulista no se le ha ocurrido desarrollar como argumento la pregunta que plantea en el art¨ªculo casi de pasada: "?Por qu¨¦ al casarse va a perder la mujer su apellido familiar?". Claro, quiz¨¢ esto no le habr¨ªa permitido hacer alarde de su erudici¨®n geneal¨®gica. La pregunta es: ?hace, falta recurrir a filigranas de eruditos o existen argumentos fundamentales y s¨®lidos?Nuestro nombre est¨¢ directamente ligado a nuestra identidad. Por ello, cuando una mujer cambia de nombre al casarse est¨¢ renunciando a algo que ha formado parte de sus se?as de identidad durante, digamos, 25 a?os.
En algunos pa¨ªses donde antes no se pod¨ªa (Estados Unidos, India, Francia, Alemania, por ejemplo) ahora tienen las mujeres la posibilidad de conservar su apellido aun despu¨¦s de casadas, si bien la presi¨®n social es tal que la mayor¨ªa no lo hace. Esto no se ha conseguido explicando lo interesante que ser¨ªa saber que Marx era primo del fundador de Philips s¨®lo con ver sus apellidos. Se ha conseguido reclamando algo fundamental: el derecho de las mujeres a ser consideradas iguales a los hombres ante la ley.
Y a¨²n se me ocurre otro argumento: ?por qu¨¦ tiene que convertirse en asunto p¨²blico que me he casado? Por ejemplo, ?por qu¨¦ tendr¨ªa que enterarse toda la comunidad cient¨ªfica internacional (relacionada con mi campo de investigaci¨®n) de que me he casado, cuando vean que, repentinamente, mis art¨ªculos pasan de estar firmados por Isabel Echevarr¨ªa a estar firmados por Isabel Otracosa? ?No viola esto el derecho a la intimidad, tan de moda estos d¨ªas?
Por ¨²ltimo, ya veo, al se?or Sotelo esta diferencia le parece insignificante. A m¨ª no: pero es que yo soy una mujer.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.