Un psiqui¨¢trico holand¨¦s contrata a prostitutas como terapia para sus pacientes
Los directivos del centro creen que la medida reducir¨¢ la agresividad de los enfermos
El hospital para enfermos mentales Vijverdal, en Maastricht (Holanda), ha dado un paso in¨¦dito en la historia de la terapia psiqui¨¢trica al llegar a un acuerdo con un prost¨ªbulo cercano para que sus pacientes puedan utilizar los servicios de las mujeres. La iniciativa trata de disminuir de esa forma el "desagradable tr¨¢fico sexual y los abusos y agresiones de este tipo entre los enfermos que a menudo se dan en estos centros", seg¨²n explic¨® C. Aan de Stegge, miembro de la direcci¨®n. El m¨¦dico, que es presidente de la asociaci¨®n holandesa de Asistentes Psiqui¨¢tricos, resalt¨® la importancia de las relaciones sexuales satisfactorias para evitar comportamientos agresivos entre los pacientes.
"Es una necesidad biol¨®gica para la que no existen suficientes facilidades en el centro", declar¨® C. Aan de Stegge. "He visto aqu¨ª mujeres que a cambio de un cigarrillo se van a la cama con otro paciente, o relaciones sexuales inc¨®modamente mantenidas en el cuarto de ba?o o en cualquier esquina. Esto no puede pasar m¨¢s".Adem¨¢s, el acuerdo con el prost¨ªbulo ha conducido a conseguir un precio m¨¢s bajo: a los enfermos les costar¨¢ unas 5.600 pesetas, en lugar de las 10.000 que pagan el resto de los clientes. Ese objetivo era necesario porque los internos disponen de muy poco dinero, seg¨²n explic¨® Aan de Stegge. La mayor¨ªa sufre depresiones, esquizofrenia y paranoia, y requiere de largos tratamientos en el centro. Eso les impide trabajar y reduce sus ingresos.
El centro encontr¨® una buena aliada en Madame Nathalie, a la cabeza del Club D'amour, quien antes de dedicarse a la prostituci¨®n trabaj¨® durante 12 a?os como asistente social en un hospital psiqui¨¢trico.
El acuerdo con el prost¨ªbulo incluye que las j¨®venes que prestan sus servicios sean seleccionadas cuidadosamente por Nathalie, quien se asegurar¨¢ de que tienen las cualidades necesarias para tratar con clientes que pueden ser conflictivos: "No todas las chicas est¨¢n preparadas para esta labor. Han de tener paciencia y un cierto sentido de ayuda social".
Cr¨ªticas
Los enfermos ser¨¢n transportados al prost¨ªbulo en un minib¨²s, acompa?ados de un enfermero que esperar¨¢ afuera la media hora aproximada que dura el servicio; y tambi¨¦n se ha acordado que no se les permitir¨¢ m¨¢s de una visita mensual. "La mayor¨ªa dispone de unos 300 florines al mes (unas 25.000 pesetas) y no se trata de que dejen todo su dinero de bolsillo en la casa", ha dicho la Madame.En una revista especializada del ramo, aparec¨ªa el mes pasado un art¨ªculo de Aan de Stegge en el que relataba haber sido testigo de graves agresiones sexuales entre los pacientes. "He visto a menudo enfermas asaltadas, en ocasiones m¨¢s de una vez en tan s¨®lo una noche, por un grupo de hombres que se las turnan. Otros enfermeros dicen que esto es una cuesti¨®n de libertad sexual de los internos".
Pero la mayor¨ªa de los directores de otros centros del pa¨ªs ha criticado la idea. "En la vida normal hay suficientes prostitutas y esto no implica una disminuci¨®n de las violaciones", ha declarado Van Ewijk, director del centro psiqui¨¢trico Vogelenzang, que recientemente salt¨® a las p¨¢ginas de los peri¨®dicos por una explosi¨®n de delitos sexuales: cuatro violaciones y dos denuncias por abusos deshonestos. Aunque casi todos los directores reconocen los ataques sexuales como un problema generalizado en los centros, insisten en continuar con las pol¨ªticas m¨¢s tradicionales de informaci¨®n a pacientes y enfermeros, y programas especiales de prevenci¨®n y est¨ªmulo de las denuncias.
"M¨¢s tranquilos"
Un poco m¨¢s de esperanza sobre el ¨¦xito de la iniciativa tiene el sex¨®logo, W. Gianotte, del hospital, universitario de Utrecht, quien recuerda que hace algunos a?os se cre¨® un servicio de ayuda social sexual para los enfermos mentales, semejante al que se presta a los impedidos f¨ªsicos. Seg¨²n este m¨¦dico, ese servicio logr¨® que los pacientes estuvieran m¨¢s tranquilos y se pudiera reducir notablemente el uso de medicinas. La falta de dinero dio al traste con el proyecto.
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