Zaragoza y Espanyol se enredan en un duelo bronco
El f¨²tbol espeso y de contacto f¨ªsico que abandera Camacho fue el protagonista de un partido bronco, escasamente vistoso y dominado por la pelea t¨¢ctica en el centro del campo. S¨®lo un error de la zaga espa?olista, al cometer un claro penalti sobre Kily Gonz¨¢lez mediado el segundo periodo, permiti¨® que el partido perdiera el equilibrio que hasta entonces se manten¨ªa y sacara al p¨²blico del tedio.Fueron veinte minutos vibrantes, en los que ambos equipos miraron la porter¨ªa contraria con descaro y exhibieron sus cualidades futbol¨ªsticas. Camacho hab¨ªa sido el primero en mover ficha, pocos minutos antes de que el Zaragoza se adelantara en el marcador. Y lo hizo para dejar claro que el reparto de puntos le parec¨ªa positivo. Sent¨® a Ouedec, dejando a Esn¨¢ider como ¨²nico hombre en punta. Eso por lo que respecta a la alineaci¨®n. Por el lado del juego, el Espa?yol se repleg¨®, propuso un partido combativo y conf¨ªo en desanimar al Zaragoza, que no anda sobrado de car¨¢cter. El encuentro iba para empate.
Pero lleg¨® el claro derribo sobre Kily y la situaci¨®n cambi¨®. Luis Costa se mostr¨® osado y dio entrada a Radimov, un hombre muy ofensivo, en lugar de Gilmar, que controlaba el centro de la zaga. El resultado fue que el Zaragoza por fin se sinti¨® a gusto. Traz¨® un f¨²tbol perpendicular, con gran velocidad y detalles de enorme calidad t¨¦cnica. La gente disfrutaba por fin en La Romareda.
Cuando mayor era el dominio local y el descaro en su juego, apareci¨® Esn¨¢ider, que aquejado de ci¨¢tica hab¨ªa pasado desapercibido, sin inquietar una sola vez a Konrad. En una demostraci¨®n de oportunismo, cabece¨® junto al poste un rechace de Konrad, que hab¨ªa salvado un gol cantado.
Hasta esos minutos s¨®lo sopor, mucho sopor, hombres amontonados en el centro del campo y el desprecio por el bal¨®n. Aquella hab¨ªa sido la l¨ªnea del partido. En esa tesitura el Espanyol se mov¨ªa a sus anchas, sin pasar aprietos y controlando a un Zaragoza que no encontr¨® la forma de romper la trama espa?olista en el medio campo.
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