"Londres tiene que cambiar de actitud"
Cuando Gerry Adams regrese hoy al Castillo de Stormont encabezando la delegaci¨®n del Sinn Fein en la crucial fase de negociaciones del proceso de paz en el Ulster, lo har¨¢ bajo la m¨¢s atenta mirada de Londres, Dubl¨ªn y Washington. Sus palabras ser¨¢n sopesadas con extraordinario cuidado. De ellas podr¨ªa depender un plan minuciosamente elaborado para que el primer ministro Tony Blair d¨¦ un salto hist¨®rico y acepte protagonizar la primera reuni¨®n de un jefe del Gobierno brit¨¢nico con el principal exponente del frente pol¨ªtico del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA). Ser¨ªa a todas luces un formidable espaldarazo al proyecto de paz del Sinn Fein sobre el cual sus adversarios protestantes y probrit¨¢nicos han volcado toneladas de dudas y recelo.Un anuncio oficial del encuentro Blair-Adams a¨²n no ha surgido de Downing Street. Si Adams est¨¢ preocupado por la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de un desaire de ¨²ltimo momento, lo disimula muy bien. El l¨ªder del Sinn Fein, que cumpli¨®, ayer 49 a?os, acudi¨® como todos los d¨ªas al cuartel general de su partido no lejos de Falls Road, la combativa calle republicana donde ondea la tricolor irlandesa y cuyos murales nacionalistas le dan pleno color al barrio pobre de Belfast donde los muertos del IRA son venerados como h¨¦roes y donde los soldados brit¨¢nicos s¨®lo se atreven a salir en patrulla y con tanquetas blindadas.
Para Adams, el futuro de la causa nacionalista de Irlanda ha llegado. En esta entrevista con EL PA?S habla con detenimiento de la historia del conflicto m¨¢s antiguo de Europa, culpa a los brit¨¢nicos y denuncia a los unionistas protestantes aliados de Londres. Pero, sobre todo, sostiene una y otra vez que ha Regado la hora del di¨¢logo. Tanto con sus enemigos unionistas, algunos de los cuales, dice, est¨¢n a punto de emprender una campana de asesinatos, como con los republicanos dispuestos a hacer saltar el proceso de paz por los aires."Tenemos esperanzas incluso a sabiendas de que el proceso es problem¨¢tico. El mayor punto es que hay una necesidad de cambio. Depende de todos. Los problemas que hay son sintom¨¢ticos de la resistencia a cambiar. Los brit¨¢nicos vieron siempre el conflicto como una cuesti¨®n de seguridad y trataron a los cat¨®licos como ciudadanos de segunda clase", dice. "Tratar el conflicto de Irlanda del Norte como un problema de seguridad fue su estrategia principal. Todo es seguridad. Ah¨ª est¨¢n las c¨¢rceles, la militarizaci¨®n, las leyes especiales, las matanzas. Hay que construir una soluci¨®n capaz de cambiar las cosas. Paz se obtiene por el camino de la justicia y de los principios democr¨¢ticos", agrega.
Pregunta: Ma?ana [por hoy] podr¨¢ ver si hay o no perspectivas de cambio...
Respuesta: Esa es nuestra esperanza. Tony Blair tiene que actuar por encima de los obst¨¢culos erigidos por John Major. Hay una diferencia de estilo y hoy tenemos una oportunidad hist¨®rica sin precedentes para construir la paz. Las cuestiones son solucionables si todos y cada uno nos ponemos a trabajar en ellas, si, hay voluntad pol¨ªtica.
P: Usted ha dicho en incontables oportunidades que sin la unificaci¨®n de Irlanda y la retirada de las tropas brit¨¢nicas del Norte jam¨¢s habr¨¢ una soluci¨®n. No se ven cambios, ni siquiera ret¨®ricos, en esa direcci¨®n.
R.: Londres tiene que cambiar de actitud. La pol¨ªtica brit¨¢nica nunca ha sido neutral, por m¨¢s que los brit¨¢nicos quieran creerlo. Han ido sosteniendo que el conflicto aqu¨ª es producto de tensiones tribales y atribuyen sus or¨ªgenes a factores sectarios. Aunque la actual generaci¨®n de l¨ªderes brit¨¢nicos no es responsable del conflicto, los l¨ªderes brit¨¢nicos de hoy tienen que admitir que fue el Gobierno de Londres el que coloc¨® a los unionistas en esta posici¨®n y los puntos de referencia entre superior e inferior. Lo que se necesita es un cambio fundamental. Se han probado muchas f¨®rmulas, pero ninguna ha funcionado.
P.: ?Piensa que para conseguir sus objetivos el Sinn Fein tendr¨¢ que hacer sacrificios como el de pasar temporalmente la cuesti¨®n de la unificaci¨®n de Irlanda a un segundo plano, al menos mientras se redondea el proyecto en Stormont?
R.: No, no y no.
P.: ?Y si se registra un retorno a la violencia?
R.: Para terminar con la violencia hay que crear alternativas a la violencia. Por eso es importante crear permanentemente las alternativas y tener en cuenta cuales han sido las cuestiones que provocaron el conflicto. Y esas cuestiones ya est¨¢n en la agenda porque nosotros las hemos puesto ah¨ª. Que se discutan. En las negociaciones hay que escuchar. La oportunidad de construir una paz es para todos. Nosotros estamos dispuestos a escuchar. No tenemos el monopolio de la sabidur¨ªa.
P.: ?Le pregunta usted al IRA si est¨¢ satisfecho con los t¨¦rminos de la tregua, si piensa seguir observ¨¢ndola, si tiene o no dudas acerca del proceso?
R.: El IRA ha estado hablando de un cese de hostilidades desde 1994 y creo que su iniciativa es genuina. Ha sido una buena tregua de a?o y medio. Bajo cualquier molde. Una buena tregua. Una tregua con negociaciones. En su momento no pod¨ªa imaginar un cese del fuego similar en Oriente Pr¨®ximo, en Bosnia, Sur¨¢frica o Centroam¨¦rica,por ejemplo.
P.: ?Es s¨®lido ese compromiso?
R.: El IRA ha asumido un compromiso. No estaba obligado a hacerlo, pero lo hizo. Esa actitud es un desaf¨ªo para nosotros los negociadores, un desaf¨ªo para los brit¨¢nicos y tambi¨¦n un desaf¨ªo a las organizaciones [republicanas cr¨ªticas del IRA] que hasta hace poco dec¨ªan "el IRA se ha equivocado". Ahora est¨¢ en manos de todos los que denuncian y acusan al IRA que la alternativa que propone est¨¢ ah¨ª.
P.: Pero no todas los grupos armados republicanos est¨¢n haciendo caso al IRA. Hace tres semanas el Consejo de Continuidad Militar [escisi¨®n radical del IRA] destruy¨® de un bombazo una comisar¨ªa en la aldea de Markethill. Al d¨ªa siguiente, usted, a la cabeza de la delegaci¨®n de Sinn Fein, acudi¨® a la sesi¨®n inaugural del nuevo ciclo de conversaciones de paz en Stormont. ?Puede usted o el IRA impedir las aciones de esa organizaci¨®n o, por dar un ejemplo, las del Ej¨¦rcito Irland¨¦s de Liberaci¨®n Nacional (INLA)?
R.: Lo que puedo hacer yo es anunciar que estoy dispuesto a reunirme con esos grupos. Es importante tenerlos en cuenta para hacerles seguir la l¨®gica de una soluci¨®n que pase por un proceso propiamente democr¨¢tico.
P.: ?Ya ha hecho ese anuncio?
R.: Si.
P.: ?Y?
R.: No he, tenido respuesta y francamente no creo que me respondan. Pero aqu¨ª hay que tener en cuenta algo. Es l¨®gico que la atenci¨®n se haya concentrado sobre Markethill. Pero hay que hacer notar que cuando se produjo el atentado, los unionistas hab¨ªan matado a diez personas del campo republicano. Hay que poner fin a esto. Claro que para m¨ª, como parte involucrada en este proceso me es m¨¢s f¨¢cil hablar de paz. Pero ?qu¨¦ decir sobre, por ejemplo, un joven de 19 a?os que vive sin posibilidad de cambio visible? ?Un joven que vive rodeado de y acosado por soldados brit¨¢nicos? ?Qu¨¦ decir de las prisiones? ?Qu¨¦ de la chicaner¨ªa de la Pol¨ªtica brit¨¢nica? ?No deber¨ªan tenerse en cuenta estos factores?
P.: ?Existe una deliberada pol¨ªtica de provocaci¨®n permanente?
R.: No, de estupidez.
P.: Hace dos d¨ªas usted denunci¨® que paramilitares protestantes probrit¨¢nicos del Loyalist Voluntary Force (LVF) preparan una campa?a de asesinatos de altos miembros del movimiento republicano y sus familias. ?C¨®mo de fiables son sus fuentes?
R.: Total y absolutamente fiables. Mi papel es el de infundir tranquilidad, pero en este caso debo hacer saber a la gente que el peligro existe. La amenaza es real. Mi advertencia es para que est¨¦n alertas. En el mejor de los casos, quiz¨¢s tambi¨¦n contribuya a desanimar temporalmente a esos elementos.
P.: En Londres se da por hecho que el primer ministro Tony Blair podr¨ªa venir a Belfast. en cualquier momento. Uno de sus prop¨®sitos es hablar con usted. ?Que dimensi¨®n otorga a ese encuentro, aparte, claro, de su car¨¢cter hist¨®rico ya que ser¨ªa el primer encuentro del Sinn Fein con el jefe del gobierno de Londres?
R.: Blair conducir¨¢ al Reino Unido hacia el nuevo milenio y ahora tiene una oportunidad en Irlanda. Ha respondido positivamente. ?l mismo lo dijo, existe una oportunidad de paz por primera vez en m¨¢s de 70 a?os, la primera desde la partici¨®n de Irlanda en 1920. Yo espero que Blair est¨¦ a la altura del desaf¨ªo representado por las grandes cuestiones en la agenda. Primero: la cuesti¨®n constitucional, luego la desmilitarizaci¨®n de todos y finalmente la cuesti¨®n de igualdad. Los cat¨®licos seguimos aqu¨ª sin beneficiamos de la democracia. Vivimos en un estado de emergencia permanente. Con el Gobierno de Blair debemos abordar cuestiones sociales, econ¨®micas y culturales.. Blair tiene la oportunidad de actuar como catalizador del cambio y dotar de din¨¢mica a este proceso.
P.: Blair puede pedirle a cambio que el Sinn Fein sea garante de una tregua s¨®lida, permanente...
R.: No creo que ello ocurra. Blair sabe que lo que se necesita aqu¨ª es la resoluci¨®n de un conflicto. Es un riesgo. Traer la paz aqu¨ª es un negocio con riesgos, pero que tiene que ser enfocado. La posici¨®n de Blair es favorable. Llega al poder despu¨¦s de 19 a?os de gobiernos conservadores.
P.: Se lo han preguntado mil veces, pero ?cual es su relaci¨®n con el mando del IRA? ?Hay contacto regular entre Sinn Fein e IRA?
R. : No tenemos relaciones org¨¢nicas con el IRA. Martin MeGuinness [n¨²mero dos del Sinn Fein] y yo fuimos a hablar con ellos para plantearles una proposici¨®n a mediados de julio, uno o dos d¨ªas despu¨¦s de que restablecieron la tregua. Y lo hicimos convencidos de que obtendr¨ªamos una respuesta positiva. Creo que el IRA nos esa dando una brillante oportunidad, a nosotros y a la gente que puede ser esc¨¦ptica o c¨ªnica con respecto al proceso de paz.
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