La Inacabable Jeannie Longo
La pregunta que todos se hacen nadie se atreve a plante¨¢rsela a ella directamente. "Con el car¨¢cter que tiene, cualquiera le pregunta si el hecho de que a¨²n siga ganando a los 39 a?os significa que el ciclismo femenino no progresa", dicen los periodistas franceses. Cualquiera le tose a Jeannie Longo, la hist¨®rica ciclista que ayer, en la contrarreloj, logr¨® su octavo t¨ªtulo mundial en carretera (con los logrados en pista, la francesa llega a 12 maillots arcoiris). Nadie le tose porque m¨¢s que reflejar la pobreza del ciclismo femenino, tanta perduraci¨®n en la cumbre s¨®lo significa la gran calidad de campeona, el tes¨®n y el sacrificio de la ¨²ltima gran bestia de las dos ruedas."Voy a seguir". Sin que nadie le preguntara, Longo, que el s¨¢bado puede ganar otro t¨ªtulo en la prueba en l¨ªnea, ya anuncia que esto no se acaba en este 1997 tan duro para ella, aunque con un final tan feliz. Aunque fuera por menos de un segundo -85 cent¨¦simas exactamente fue el tiempo por el que la rusa Zabirova, la ganadora de Atlanta 96, perdi¨® el oro- Longo alcanz¨® ayer un objetivo que hace s¨®lo unas semanas parec¨ªa imposible. Fue en julio cuando un juvenil la arroll¨® en su ca¨ªda en un vel¨®dromo. Longo se rompi¨® la clav¨ªcula, dos costillas y se hizo un agujero en la tripa al clavarse el manillar. "Estuve un mes sin poder dormir en una posici¨®n normal", dice la francesa. Pocos daban un duro por ella, como si no la conocieran.
M¨¢s perdida parec¨ªa a comienzos de los 90. Su racha -cuatro mundiales entre 1985 y 1989, tres Tours- parec¨ªa acabada. Las nuevas figuras -Van Moorsel, Marsal, Clignet- se la com¨ªan.Sus energ¨ªas se desperdiciaban sin ning¨²n provecho en luchas contra las federaciones y todo lo que se opon¨ªa a su desarrollo.
Sin embargo, todas las nuevas desaparecieron del mapa, y en Colombia 95, Longo recuper¨® su poder. Y en Atlanta, a los 37 a?os, gan¨® su primer oro ol¨ªmpico. Y pocos meses despu¨¦s, el 26 de octubre, en M¨¦xico, recuper¨® el r¨¦cord de la hora: 48,159 kil¨®metros. Y esto seguir¨¢, pese a que la campeon¨ªsima francesa, una luchadora de por vida, no haga m¨¢s que quejarse del estr¨¦s. Ayer, en el podio, cuando nerviosa se colocaba la txapela de campeona, ya daba vueltas en su cabeza a la cita del s¨¢bado, al miedo que tiene a correr en pelot¨®n. "En contrarreloj es m¨¢s f¨¢cil", dice, "porque voy sola y toda la energ¨ªa nerviosa la aprovecho, la convierto en velocidad".
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