Moda espacial contra el sol
La NASA fabrica trajes especiales para dos hermanos brit¨¢nicos con alergia cong¨¦nita a la luz
Kyle y Ryan Richards, dos hermanos brit¨¢nicos de cuatro y dos a?os respectivamente, juegan a los astronautas a diario. No tienen m¨¢s remedio. Padecen el mismo rechazo agudo al sol que otras 2.000 personas en el mundo: el s¨ªndrome polim¨®rfico de alergia a la luz. A pesar de tan sugestivo nombre, si se exponen a sus rayos o incluso al brillo de una bombilla demasiado fuerte, su piel se llena de un sarpullido que acaba formando dolorosas ampollas. Hasta hace una semana deb¨ªan jugar dentro de casa, a ser posible en el domicilio de los abuelos, que han, oscurecido todos los cristales de las ventanas. Un nuevo traje, casi espacial, fabricado por la propia NASA, ha cambiado sus vidas. Enfundados en sus fibras protectoras pueden salir a la calle, jugar en el jard¨ªn y acudir al colegio o la guarder¨ªa sin temores.El atuendo, a prueba de rayos ultravioletas, ha sido elaborado en el Centro Espacial Johnson, en Houston (Estados Unidos), por un equipo que trabaja en la indumentaria para astronautas de verdad. De color blanco con guantes y gorro a juego y unas gafas oscuras, una vez puesto, los ni?os parecen un cruce entre un apicultor sideral y un explorador gal¨¢ctico.
Llevan bordado en el pecho el emblema de la NASA y la bandera de Estados Unidos, pero esos son meros detalles. Provisto de dos capas de material aislante, es lo bastante holgado como para permitirles moverse y crecer. Debe durarles por lo menos un a?o. Debajo, Kyle y Ryan se ponen antes unos pantalones cortos y una camiseta fabricados con el mismo tejido de los trajes de buzo. Esta ropa interior guarda un secreto para que los peque?os no se asfixien. Incluyen unos tubos rellenos de agua que pueden bombearse desde el exterior. La bater¨ªa, que hace posible dicha refrigeraci¨®n a medida, cuelga de la cintura como una radio de bolsillo.
Para que aprendan a manejarse solos, los dos viajaron la pasada semana con su madre, Carmen, hasta la propia Administraci¨®n Espacial norteamericana. "Fue un viaje inolvidable para ellos, que pudieron ir luego a Disneyland¨ªa", ha recordado. Envueltos en su flamante indumentaria, Kyle y Ryan deambularon en tre las r¨¦plicas de sus personajes favoritos sin rascarse ni una sola vez. "Sin esta ropa debemos ser muy cuidadosos. A los pocos minutos de exponerse al m¨¢s t¨ªmido sol se llenan de ampollas. No pod¨ªan relacionarse con nadie. Se les ha abierto un mundo nuevo", en palabras de la orgullosa madre.
Vestirse del todo les cuesta 40 minutos, y los expertos es peran comprobar la duraci¨®n del traje y sus ventajas e inconvenientes para mejorarlo. "Lo que llevan son prototipos. El a?o pr¨®ximo nos mandar¨¢n
nuevos conjuntos que ser¨¢n incluso mejores", contin¨²a Carmen Richards, que vive sola con los ni?os en Durham, al norte de Inglaterra. Lo que ahora le parece una soluci¨®n l¨®gica, escribir a la NASA pidiendo ayuda no fue tan f¨¢cil. Otras compa?¨ªas especializadas en tratar la luz en cualquiera de sus formas, Kodak, entre ellas, recibieron noticias suyas. Para su sorpresa, la misiva remitida a Houston recibi¨® respuesta hace mes y medio. En ella le dec¨ªan que tratar¨ªan de elaborar unos trajes que filtraran la luz sin da?ar, la piel. "Aprovechamos las ideas aplicadas ya a uno nuevo de astronauta en el que trabajamos. Pero todo ha sido distinto. Llevo muchos a?os metido en programas espaciales y ¨¦ste ha sido uno de los m¨¢s satisfactorios de mi carrera", reconoci¨® despu¨¦s de la primera prueba Bob Dotts, del CentroEspacial Johnson.El s¨ªndrome polim¨®rfico de alergia a la luz es una enfermedad gen¨¦tica poco frecuente que suele afectar a las ni?as. Kyle la tiene, pero su hermano, Ryan, naci¨® tambi¨¦n con el mismo problema. Aunque no suelen quejarse, sus cortas vidas ya se hab¨ªan visto entorpecidas por un rechazo al sol ajeno a su voluntad.Visto su caso, la NASA ha decidido explorar la posibilidad de producir trajes a gran escala para ayudar a los dos millares de afectados registrados en todo el mundo. De lograrlo, sumar¨¢n a sus legendarios archivos los adeptos a la moda espacial m¨¢s devotos y agradecidos.
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