Hesp hace m¨¢s l¨ªder al Bar?a
El portero detuvo un penalti a dos minutos del final e hizo valer el tanto de Luis Enrique
![?ngels Pi?ol](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F2996def5-4f7d-4ecf-ada6-746768fac215.png?auth=4edcab0cb2f418f595b64b8e453c1c1ede58c476b20f5338b20762076716a89d&width=100&height=100&smart=true)
El Bar?a se hizo ayer m¨¢s l¨ªder en Mallorca. Los azulgrana han abierto una brecha en la tabla. llevan ya siete puntos respecto a segundo, a falta de lo que haga hoy el Real Madrid en Gij¨®n. Dos acciones aisladas le bastaron para anular los incisivos ataques del Mallorca para regresar con los tres puntos: un gol temprano de Luis Enrique, logrado tras una pifia del portero Kike, y el penalti que Hesp par¨® a Amato a dos minutos del final. El impecable expediente azulgrana engorda a diario y va camino del r¨¦cord con seis victorias consecutivas. Pero su f¨²tbol, casi mediocre, no concuerda con los n¨²meros. Sufre en casa y sufre fuera. Aunque sea, como ayer, con cuatro prodigiosos defensas.Van Gaal decidi¨® en agosto en la isla de Mallorca jugar con el sistema del Ajax y ayer rebobin¨® la pel¨ªcula. El holand¨¦s empez¨® el partido justo como lo acab¨® para amarrar los puntos ante el Tenerife: con cuatro zagueros natos -Abelardo, Couto, Sergi y Reiziger-. Quiz¨¢ diga el t¨¦cnico que no ha renunciado a ese sistema porque segu¨ªa habiendo tres hombres atr¨¢s, pero es evidente que su equipo tiene un faz m¨¢s robsoniana que holandesa. La armadura superaba a la fantas¨ªa anoche .Pero Iv¨¢n, el estandarte del talento, el hombre que provoc¨® hace 10 d¨ªas la primera pa?olada en el Camp Nou, no fue borrado de la libreta del holand¨¦s. Un casi juego de equilibrios. ?scar sigue con el destino de espaldas: como muchas veces le pasa, sus dos goles ante el Tenerife s¨®lo le sirvieron para bajar un pelda?o y, desde el banquillo, estar m¨¢s cerca del c¨¦sped. Empez¨® como suplente.
Las torres ante Hesp no amedrentaron al Mallorca. Sali¨® como una m¨¢quina revolucionada, a mil. Espoleado por las internadas por la banda izquierda de Stankovic, el grupo de Cuper busc¨® un gol sorpresa y goz¨® de tres medios goles en los cinco primeros minutos. Mena, fallando, y los aciertos de Hesp y Abelardo evitaron que se moviera el marcador. Pero la excitaci¨®n inicial del Mallorca tuvo una vida corta. Luis Enrique escrib¨ªa dos minutos despu¨¦s su nombre en el partido. El asturiano aprovech¨® un despeje absurdo de Kiko a un inocente chut del brasile?o. El Lluis Sitjar se qued¨® mudo.
El Mallorca pareci¨® deprimirse y el partido entr¨® en una fase especulativa. El laboratorio preparado por Van Gaal esta vez funcion¨®: Reiziger marc¨® a Moya y Abelardo a Amato. El Bar?a domin¨® el juego, intent¨® controlar, pero el bal¨®n circul¨® con el freno de mano. Fue un ritmo cansino, casi a c¨¢mara lenta, castigado por el p¨²blico con silbidos. No, se sali¨® con la suya el centro del campo, formado por Celades, Iv¨¢n, Amor y Sergi, surgido ¨ªntegramente de la cantera. Pocas veces logr¨® enviar balones y generar peligro. Rivaldo se aburri¨® tanto que acab¨® defendiendo. El Bar?a apenas cre¨® ocasiones y vivi¨® de las escasas carreras de Sergi o Figo.
La indolencia de los azulgrana acab¨® por despertar al Mallorca. Atorment¨® al Bar?a con los comers -lleg¨® a sacar 13 en la primera mitad, uno cada tres minutos- y hasta la hinchada reivindic¨® un gol fantasma. El guion no cambi¨® despu¨¦s: Hesp salv¨®, goles con la cabeza, el pu?o y las manos. Y las cabezas de Couto, Abelardo o los despejes oportunos de Amor y Figo se antojaron imanes con el bal¨®n. El Bar?a acab¨® perdido -apenas chut¨® dos veces y desde lejos a puerta- y pag¨® cuando el partido mor¨ªa la racaner¨ªa de su propuesta. Amor hizo penalti a Valer¨®n y Hesp, detuvo el bal¨®n a chut de Amato. Hesp, en el equipo te¨®ricamente ofensivo de Van Gaal, acab¨® siendo el h¨¦roe. Todo un s¨ªntoma.
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