Convergencia e inflaci¨®n
?C¨®mo se puede asegurar la convergencia inflacionista con Europa? Para contestar a esta pregunta es conveniente plantearse primero cu¨¢l es la verdadera situaci¨®n inflacionista. El IPC contiene un conjunto de precios muy oscilantes que le imprimen fuertes cambios en su tasa de crecimiento, que adem¨¢s son totalmente espor¨¢dicos, es decir, no se Van a mantener en un futuro pr¨®ximo, y, por tanto, pueden confundir. Este problema se puede resolver eliminando del IPC tales precios, que se pueden enumerar como los correspondientes al tabaco, aceites, grasas, alimentos no elaborados y bienes energ¨¦ticos. Sobre el ¨ªndice resultante, se puede estimar la inflaci¨®n tendencial. Asimismo, la inflaci¨®n no queda bien definida si no se describen las diferencias entre grandes grupos de mercados como los de bienes y servicios.Finalmente, para el ejercicio propuesto es necesario disponer de predicciones fiables de inflaci¨®n futura. El IPC es un agregado muy heterog¨¦neo formado a partir de muchos precios, unos 450, de bienes y servicios que se pueden denominar precios base del IPC y que se determinan en sus respectivos mercados. Una forma de predecir la evoluci¨®n del IPC es la basada en la predicci¨®n de un n¨²mero amplio de grupos, unos cuarenta, de precios relativamente homog¨¦neos, formados a partir de los precios b¨¢sicos. Con un procedimiento as¨ª, en el gr¨¢fico se recogen predicciones para la inflaci¨®n subyacente y sus componentes de bienes y servicios.
El gr¨¢fico se?ala que, seg¨²n un indicador firme de la inflaci¨®n espa?ola -la inflaci¨®n tendencial-, ¨¦sta alcanz¨® un valor m¨ªnimo del 2,2% en abril y mayo de 1997. Es decir, la tasa de crecimiento del 1,5% del IPC en este ¨²ltimo mes nunca reflej¨® una situaci¨®n inflacionista firme de la econom¨ªa, como tampoco era una descripci¨®n inflacionista adecuada del momento la que se desprend¨ªa de la tasa de crecimiento anual del IPC del 3,3% en octubre de 1996. Desde abril la inflaci¨®n tendencial ha ido creciendo hasta alcanzar el 2,4% en septiembre. Las perspectivas son de que este crecimiento contin¨²e hasta estabilizarse en el 2,6%. Las predicciones sobre la tasa de crecimiento del IPC se mantienen ligeramente por debajo de la inflaci¨®n tendencial, pero a partir de la primavera de 1998 coinciden con algunas oscilaciones con ella.
Lo anterior indica que la inflaci¨®n converge a un valor superior en unos 0,6 puntos al valor al que parece tender la inflaci¨®n en los principales pa¨ªses europeos (2%). Adem¨¢s, el diferencial previsto en la econom¨ªa espa?ola entre la inflaci¨®n de bienes y servicios puede contemplarse como razonable dadas las caracter¨ªsticas diferentes de ambos mercados, con lo que la convergencia con implica reducir en algo m¨¢s de medio punto las perspectivas inflacionistas en ambos mercados: de bienes y servicios.
Se puede decir que la pol¨ªtica monetaria interna ya ha dejado de ser un instrumento para reconducir la inflaci¨®n y la pol¨ªtica monetaria europea se instrumentar¨¢, al menos inicialmente, sobre unos tipos de inter¨¦s algo m¨¢s bajos que el tipo de referencia actual del Banco de Espa?a. En consecuencia, a nivel macroecon¨®mico es desde las pol¨ªticas fiscales y de cambios estructurales de donde se tendr¨¢ que controlar la inflaci¨®n. Pero la convergencia inflacionista al 2% que se necesita asegurar cuanto antes, requiere adem¨¢s y sobre todo un cambio de comportamiento por parte de los agentes econ¨®micos que se ajuste y aproveche de que las expectativas de inflaci¨®n van a ser bajas no superando el 3%. Esto supone que en la actividad empresarial pasa a ser mucho m¨¢s factible maximizar beneficios conteniendo precios, pero aumentando cuotas de mercado con la oportunidad que brinda la UEM y que, con esa pol¨ªtica empresarial de base, en las negociaciones salariales es cada vez m¨¢s recomendable llevar a, cabo las negociaciones teniendo en cuenta las caracter¨ªsticas de cada empresa.
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