El peligro de los sue?os que se cumplen

"Nadie, y mucho menos ellos mismos, pensaba que iban a llegar al poder en siete meses, de ah¨ª que sigan llevando las cosas como una guerrilla revolucionaria", destaca un observador internacional con mucho tiempo de estancia en Kinshasa. "Los estrechos v¨ªnculos que mantienen con Ruanda, Uganda y Tanzania han mermado la popularidad del Gobierno. La propia Alianza de Fuerzas Democr¨¢ticas de Liberaci¨®n [AFDL] existe desde hace apenas un a?o. Dentro del Gobierno hay fuertes discrepancias entre los elementos prorruandeses o tutsis-congolenos [banyamulengues] y los congole?os no tutsis, y dentro de estos ¨²ltimos, los katangue?os (como el propio Kabila, que tiene su feudo en Lubumbashi) y los que no lo son. Eso sin contar con la oposici¨®n radical, encabezada por ?tienne Tshisekedi, que ha acusado al nuevo poder de estar en manos de extranjeros".Un embajador vaticina que la furia antitutsi que se desat¨® en Kinshasa con las primeras victorias de la AFDL al este del pa¨ªs (en diciembre de 1996) se repetir¨¢ tarde o temprano; y es que mientras los bant¨²es representan m¨¢s del 80% de la poblaci¨®n, su presencia en el Gobierno es m¨ªnima, frente a una poderosa minor¨ªa tutsi.

Laberinto de fronteras

Adem¨¢s est¨¢ el factor de la explosiva situaci¨®n en casi todos los pa¨ªses vecinos, como Congo-Brazzaville (donde el ex presidente Denis Sasu Ngueso parece llevar las de ganar en la guerra civil y ya ha amenazado a Kinshasa por desplegar tropas al otro lado del r¨ªo Congo, en su propio territorio), o como la Rep¨²blica Centroafricana, Sud¨¢n Uganda,- Ruanda, Burundi y Angola... En Kinshasa se habla de antiguas tropas de Mobutu Sese Seko preparando un golpe de mano, junto a milicias y ex militares ruandeses, gendarmes katangue?os descontentos y guerreros ma¨ª mai, que han roto su alianza con Kabila.Demasiados males para un Gobierno que, seg¨²n un alto funcionario internacional, "carece por completo de discurso ideol¨®gico, salvo los trasnochados resabios lumumbistas y la idea de que pueden vivir al margen de la comunidad internacional. Lo ¨²nico que un¨ªa a las fuerzas d¨¦ la Alianza era la lucha contra Mobutu, y precisamente el hartazgo del dictador, la podredumbre de su r¨¦gimen y la desmotivaci¨®n de su tropa fue lo que permiti¨® una victoria r¨¢pida y f¨¢cil". El asesinato en los primeros meses de la campa?a del comandante Andr¨¦ Kisase Ngandu, uno de los fundadores de la AFDL, que cuestionaba la vara de presidente que se autoasign¨® Kabila, acaso anuncia las horas oscuras que esperan a la nueva Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.