Yeltsin no cortar¨¢ cabezas para aplacar a la Duma

Tan gallito como en sus mejores tiempos, el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, se ve ya como ganador indiscutible de su ¨²ltima batalla con la Duma. Por eso, quiso dejar claro ayer que no est¨¢ dispuesto a cortar ninguna cabeza para aplacar a la C¨¢mara baja del Parlamento, que el mi¨¦rcoles aplaz¨® una semana la votaci¨®n de la moci¨®n de censura contra el Gobierno tras un mensaje del presidente que mezclaba la s¨²plica con la amenaza.El diputado comunista V¨ªktor lliujin, presidente del Comit¨¦ de Seguridad de la Duma, dio a entender que el cese de Anatoli Chub¨¢is, primer vicepresidente de Gobierno, responsable del actual proceso de reformas y odiado hasta el paroxismo por la oposici¨®n de izquierdas que se refiera a ¨¦l por el mote de El Pelirrojo, podr¨ªa desactivar la moci¨®n de censura. Pero "el presidente no ve ninguna necesidad de discutir cambios personales en el Gobierno", se?al¨® ayer el portavoz del Kremlin, Segu¨¦i Yastrzhembski. Y, de cortar alguna cabeza, nunca ser¨ªa en estas circunstancias la de Chub¨¢is, porque eso ser¨ªa corno regalar la victoria al enemigo.

"El presidente est¨¢ dispuesto a escuchar atentamente y a tomar en consideraci¨®n cualquier propuesta de la oposici¨®n", a?adi¨® el portavoz, pero nunca "bajo el esp¨ªritu del chantaje" o sobre cambios constitucionales que disminuyan su poder.

La principal preocupaci¨®n del l¨ªder comunista, Guennadi Ziug¨¢nov, debe ser ahora mismo c¨®mo salir del embrollo en que ¨¦l mismo se meti¨® sin quedar en rid¨ªculo. Podr¨ªa serle fatal otro espect¨¢culo como el del mi¨¦rcoles, cuando los diputados que en teor¨ªa pretend¨ªan derribar al Gobierno se dedicaron m¨¢s bien a buscar un pretexto para no hacerlo.

Puede que Yeltsin est¨¦ vendiendo la piel del oso antes de cazarlo, y que el d¨ªa 22 salte la liebre en la Duma, pero ser¨ªa una sorpresa descomunal, ya que qued¨® en evidencia que los intereses de los comunistas y sus aliados m¨¢s directos est¨¢n muy separados del novio de conveniencia que se hab¨ªan echado, el liberal Grigori Yavlinski.

Peor a¨²n. Dio la impresi¨®n de que, a la hora de la verdad, la amenaza del presidente de disolver la Duma y la insinuaci¨®n (ahora desmentida) del primer ministro, V¨ªktor Chernomirdin, de que dimitir¨ªa si prosperaba la moci¨®n, resultaron ser argumentos contundentes. A estas alturas, ni siquiera es seguro que la moci¨®n. llegue a votarse.