Este Atl¨¦tico asusta

La capacidad goleadora del Atl¨¦tico comienza a asustar. En La Romareda sentenci¨® el partido en sus dos primeras llegadas al ¨¢rea, cuando el partido apenas acababa de salir de los minutos de tanteo. Tuvo suficiente con aprovechar la inocencia del Zaragoza y demostrar su magistral ejecuci¨®n del contragolpe. No precis¨® m¨¢s. El resto fue una demostraci¨®n de aplastante superioridad futbol¨ªstica; un regalo de clase y remate para los aficionados.Vieri recibe tal surtido de balones y en tan impecables condiciones que en partidos como el de ayer ser¨ªa milagroso que se fuera de vac¨ªo. Sus tres tantos no fueron obra de una sobresaliente actuaci¨®n, sino de la aplastante l¨®gica de un Atl¨¦tico demoledor, con llegada y capacidad de contenci¨®n.

Luis Costa decidi¨® asumir riesgos para sorprender al Atl¨¦tico. Opt¨® por jugarle de igual a igual y puso en escena una alineaci¨®n muy ofensiva, aun a costa de minar la capacidad de contenci¨®n de su equipo. El Atl¨¦tico perdi¨® as¨ª buena parte de su capacidad de progresi¨®n por las bandas, pero es tal su repertorio futbol¨ªstico que adelant¨® l¨ªneas, presion¨® desde la l¨ªnea de tres cuartos y los dos primeros balones que arrebat¨® a los centrocampistas zaragocistas los resolvi¨® con sendos goles.

El Zaragoza no perdi¨® la cara tras el primero, cuando no se hab¨ªa cumplido el minuto 4, pero levant¨® los brazos tras el segundo, con tres cuartas partes del encuentro todav¨ªa por disputarse. Para entonces hab¨ªa asumido su inferioridad y es que el rival es un equipo repleto de virtudes. Mueve el bal¨®n con una velocidad endiablada cuando pasa de medio campo; con tal soberbia que s¨®lo le sirven lo pases verticales y con una capacidad de resoluci¨®n impresionante. Por si fuera poco, este virtuosismo ofensivo lo completa con una notable solidez defensiva.

El Atl¨¦tico, que arranc¨® la Liga dubitativo, dej¨® constancia de su val¨ªa y sus aspiraciones. Enfrente tuvo a un Zaragoza que sali¨® a lo grande, que dej¨® muchos huecos para las galopadas atl¨¦ticas y que pag¨® su osad¨ªa. Los aragoneses no tienen gol y en esas condiciones resulta una aventura jugarle a los madrile?os como se hizo.

Los goles del Atl¨¦tico fueron un muestrario de sus posibilidades. El- primero, utilizando las bandas; el segundo, la visi¨®n y capacidad t¨¦cnica de Juninho; los dos siguientes, el olfato de Vieri y el ¨²ltimo, la picard¨ªa de Jos¨¦ Mari. En estas condiciones no hay' otra conclusi¨®n que admitir que los rojiblancos tienen tal entidad, que crecen en sus opciones a pelear por el t¨ªtulo de Liga.