Jurado

El jurado ha cometido errores: acabemos con ¨¦l. Esta doctrina, que los ministros del PP suavizan diciendo que el jurado debe subsistir, pero sin dictar juicio de culpable o inocente, podr¨ªa llevamos a situaciones graves: los jueces cometen errores, dejemos que los jueces subsistan, pero sin dictar sentencias. El Gobierno comete errores, abajo con el Gobierno. Perseverando as¨ª se podr¨ªa llegar hasta m¨ª, que tantos errores de nombre y de cita cometo.El jurado es una conquista social. Entiendo por conquista social la que se consigue para la mayor r¨ªa, que es la que est¨¢ lejos del poder. O sea: la que suele soportar el mayor peso doloroso del poder. A veces se supone que el poder emana de ella, pero nunca, suele ser verdad: cuando lo es, el poder se aglomera por unas leyes misteriosas que le hacen volver a ser un peso grave sobre la mayor¨ªa. La justicia emanaba del rey, que luego la delegaba en un Justicia Mayor del Reino, que luego la fue repartiendo entre los jueces nombrados por ¨¦l, que luego fueron siendo de carrera y oposici¨®n, que luego. se sometieron a unos c¨®digos elaborados por el poder legislativo, que luego... Por aqu¨ª, por Europa -incluyendo en ella a Estados Unidos-, se fue viendo que esta forma de diluir y de popularizar la justicia no sal¨ªa de una de terminada clase, que sol¨ªa ser la misma que la del poder legislativo de la cual emanaba el ejecutivo: la ficci¨®n de las separaciones de poderes fue interesante, y otro progreso, que no hubiera sido suficiente si no entrase el jurado en ¨¦l. A la Constituci¨®n de Espa?a lleg¨® muy tarde, y a la pr¨¢ctica mucho m¨¢s tarde a¨²n. Falla lo que no conviene al poder. Ni a los juristas. Uno me pregunta qu¨¦ me parecer¨ªa a m¨ª que un grupo de personas me dijera lo que debo escribir: m¨¢s o menos, as¨ª es. Transcribo opiniones que oigo, veo, leo. M¨¢s o menos, as¨ª se escribe, aunque ahora va entrando m¨¢s el grupo de poder en lo que se escribe: paga el teatro, el cine y hasta el libro; ataca a los grupos editores ind¨®ciles. Es l¨®gico que no quiera el jurado; y que los juristas quieran mantener su clase, su cultura personal, una ¨®ptica que les parece neutra. Pero primero tienen que alcanzar esa independencia y demostrar esa neutralidad. Y no equivocarse. Hasta de buena fe es un delito cuando condena: a veces, cuando absuelve.