Tecnolog¨ªa y calidad en la construcci¨®n
Frank O. Gehry, su arquitecto, molde¨® varias esculturas de peque?o tama?o y las entrelaz¨®. Un sofisticado programa de ordenador se encarg¨® de calcular, dimensionar y montar estas estructuras singulares, y, finalmente, Ferrovial ha logrado elevarlas y convertirlas en un estable y complicado entramado de hormig¨®n y acero que acoge ya al Museo Guggenheim Bilbao.Nada del edificio de Gehry resulta convencional y su proyecto s¨®lo puede ser entendido si se aprecia en toda su extensi¨®n. Sus dimensiones nacen, en primer lugar, de su aspecto arquitect¨®nico -radical y sorprendente-, pasan por su valor constructivo, urban¨ªstico y cultural y concluyen en su proyecci¨®n internacional.
Otro de los aspectos a subrayar es aquel que describe el proceso constructivo aplicado en su ejecuci¨®n. Este sistema, dotado de la m¨¢s alta tecnolog¨ªa, ha estado encaminado a hacer posibles las formas creadas desde la maqueta original. Su construcci¨®n "casi imposible" ha estado arropada, adem¨¢s, por un riguroso Plan de Aseguramiento de la Calidad, que ha sistematizado, comprobado y facilitado el correcto desarrollo de todos los trabajos de ingenier¨ªa y construcci¨®n.
El museo supone una aut¨¦ntica atracci¨®n en s¨ª misma, y, en este sentido, tanto su calidad est¨¦tica como funcional responde a este requerimiento. En este sentido, s¨®lo el tiempo dar¨¢ cuenta del verdadero revulsivo que esta construcci¨®n representa ya en el sector.
El ritmo de la construcci¨®n del Museo Guggenheim Bilbao, considerado tan obra de arte como las piezas que ocupan los espacios y paredes del museo, ha estado determinado por una cuidada planificaci¨®n t¨¦cnica y por la revisi¨®n y comprobaci¨®n de aquellos puntos cr¨ªticos que pudieran incidir en la calidad para asegurar su realizaci¨®n en condiciones controladas.
Un elemento esencial en el desarrollo de esta obra ha sido el profundo respeto hacia el dise?o original, y la comunicaci¨®n fluida de todas las partes implicadas, de forma que los aspectos est¨¦ticos estuvieron directamente supervisados por su arquitecto, en tanto que las decisiones de orden t¨¦cnico se tomaron en la obra.
Los trabajos de las distintas fases de construcci¨®n se han descrito en ficheros inform¨¢ticos de modelos de ordenador, desarrollados con el programa de dise?o tridimensional nacido de la investigaci¨®n aeron¨¢utica que ha permitido la traducci¨®n a f¨®rmulas matem¨¢ticas de la digitalizaci¨®n de la maqueta que el arquitecto cre¨® artesanalmente. Para su aplicaci¨®n, nos dotamos de los elementos necesarios para disponer de la capacidad de leer, interpretar y procesar ficheros de este programa y lograr una perfecta comprensi¨®n del dise?o y del desarrollo de los planos de taller.
El proyecto define al menos nueve estructuras met¨¢licas no convencionales y de gran complejidad formal, soportes de los revestimientos e interiores, bajo nombres propios tan ilustrados como Potemkim, Zorro, Nemo, Flower, Beppo, Boot o Canopy. En realidad, se trata de verdaderos mecanos de vol¨²menes curvil¨ªneos con los que se obtienen esas formas arquitect¨®nicas tan particulares que recuerdan la proa de un barco, los p¨¦talos de una rosa o la visera de una gorra de b¨¦isbol. El revestimiento exterior de titanio que se ha colocado sobre ellas subraya el efecto espectacular y vanguardista, en contraste con las otras fachadas rectas del edificio, que est¨¢n acabadas en aplacados de piedra caliza o muros cortina.
El trabajo m¨¢s complicado ha sido elevar de forma estable este cuerpo retorcido de estructuras de hierro hasta que llegara a sustentarse por s¨ª mismo. Una de las caracter¨ªsticas principales de la estructura es que no hay dos piezas iguales o sim¨¦tricas, sino que cada perfil ha sido dise?ado y cortado a su medida exacta, uno por uno. Asimismo, no hay dos nudos iguales, por lo que el trabajo de ingenier¨ªa para el dise?o y c¨¢lculo de los mismos ha llevado mucho trabajo. Concretamente, se ha estimado en 25.000 las horas de ingenier¨ªa empleadas en la fase de construcci¨®n de la estructura. En la construcci¨®n de las obras civiles se emplearon 190.000 horas / hombre, y en el montaje de la estructura met¨¢lica, 52.000 horas / hombre.
El Guggenheim Bilbao respeta las alturas de su entorno y se encaja, como si de un puzzle se tratase, en un terreno de 46.000 metros cuadrados de forma triangular irregular. Adem¨¢s, parte de su estructura queda atravesada por el ¨²ltimo tramo de un puente que cruza la r¨ªa, el de La Salve, lo que, de alg¨²n modo, convierte al museo en la puerta de entrada a la ciudad. El dise?o -integrado en el contexto urbano- alude en su escala a Bilbao y la textura de la cubierta a los materiales tradicionales de la antigua zona de muelles de la capital vizca¨ªna. De hecho, ¨¦stos fueron seleccionados por sus valores de color, textura y capacidad de reflexi¨®n de la luz, a los que se a?aden sus extraordinarias capacidades mec¨¢nicas y de resistencia a la corrosi¨®n. Las chapas confieren a las superficies una particular textura arrugada y las escamas se engatillan entre s¨ª y se fijan mediante grapas de acero inoxidable, atornilladas a su vez sobre la chapa galvanizada.
En el cap¨ªtulo de instalaciones, las m¨¢s complejas han sido las de climatizaci¨®n e iluminaci¨®n. Las piezas que ocupan los espacios y las paredes del museo se escapan de los par¨¢metros normales, y para ello se ha realizado un complejo sistema de calefacci¨®n, ventilaci¨®n y aire acondicionado capaz de mantener unas condiciones ambientales predeterminadas, con extremo rigor en cuanto a su porcentaje de variaci¨®n, que no supera el 2%. Con ello hemos descubierto dos objetivos: asegurar que la temperatura, humedad y calidad del aire mantenido en el museo sean las correctas para el mantenimiento de las obras de arte expuestas o almacenadas, y, en segundo lugar, crear un ambiente satisfactorio para los visitantes.
Los aspectos descritos resumen la excepcionalidad de la obra del Museo Guggenhelin Bilbao y las exigencias de un proceso constructivo que ha logrado mantener, a trav¨¦s de la aplicaci¨®n de los m¨¢s altos niveles de tecnolog¨ªa y calidad, el gran potencial de su proyecto original. La obra del Guggenheim Bilbao hecha realidad se constituye ya en una referencia inexcusable de la historia de la arquitectura, que en s¨®lo unos d¨ªas -los primeros de su larga existencia- ha logrado devolver el protagonismo cultural y econ¨®mico a la ciudad que la ha visto nacer.
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