Fraga arrolla y el Bloque supera al PSOE

El electorado gallego volvi¨® a rendirse ante Manuel Fraga. Como hace cuatro a?os, el fundador del PP logr¨® una aplastante victoria en las elecciones auton¨®micas celebradas ayer en Galicia, que confirmaron adem¨¢s la irrupci¨®n del nacionalismo como segunda fuerza pol¨ªtica, en detrimento de la coalici¨®n de izquierdas abanderada por el PSOE. Fraga alcanz¨® el 51,7% de los votos emitidos, unas d¨¦cimas porcentuales por debajo de su resultado de 1993, aunque en t¨¦rminos absolutos gan¨® 20.000 sufragios al ser ahora m¨¢s amplia la participaci¨®n. El PP tendr¨¢ 41de los 75 esca?os del Parlamento -dos menos que hasta ahora- y el nuevo jefe de la oposici¨®n ser¨¢ el l¨ªder del BNG, Xos¨¦ Manuel Beiras, quien logr¨® sobrepasar a la coalici¨®n de izquierdas.

Nadie en la reciente historia de Espa?a puede acreditar dos triunfos, electorales de la magnitud de los logrados por Manuel Fraga. Despu¨¦s de ocho a?os en el poder, el presidente de la Xunta apenas ha sufrido desgaste y por segunda vez logra superar el techo del 50% de los votos emitidos. Manuel Fraga s¨®lo qued¨® por debajo de esa cifra en la provincia de A Coru?a, la m¨¢s urbana, donde el Partido Popular pierde un diputado, al igual que en Ourense, aunque en esta circunscripci¨®n ya se eleg¨ªa un esca?o menos por el descenso del n¨²mero de habitantes.Estas eran las primeras elecciones que se celebraban en Espa?a tras la llegada al poder de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hace 17 meses. De ah¨ª que un exultante Fraga se apresurase anoche a interpretar su propio triunfo como un aval al Gobierno del partido que ¨¦l mismo fund¨® y presidi¨®.

El abrumador refrendo a Manuel Fraga lo confirma un ¨ªndice de participaci¨®n del 66,3% del electorado, el mayor de las cinco elecciones auton¨®micas celebradas desde la promulgaci¨®n del Estatuto de Galicia en 1980, pese a que la jornada de ayer transcurri¨® entre lluvias intermitentes. Al contrario de lo que ocurr¨ªa en los primeros a?os de la democracia, la abstenci¨®n fue m¨¢s baja en las zonas rurales, donde reside la gran bolsa de votos del Partido Popular. Y ah¨ª, el triunfo de Fraga fue casi devastador: en la provincia de Lugo super¨® el 57% de los votos.

Fraga, de 74 a?os, tiene as¨ª el camino despejado para cumplir su sue?o de entrar en el pr¨®ximo siglo como presidente de Galicia. Ese enorme respaldo popular le deja tambi¨¦n un amplio margen de maniobra para resolver antes del 2001 el complicado problema de su sucesi¨®n al frente del PP gallego, un proceso que se barruntaba tormentoso en caso de que los populares sufriesen p¨¦rdidas electorales m¨¢s considerables.

Enfrente, Fraga tendr¨¢ a otro l¨ªder carism¨¢tico, en¨¦rgico y vehemente. El nacionalismo gallego, un movimiento pol¨ªtico casi testimonial en la primera ¨¦poca de la transici¨®n, ha encontrado a su int¨¦rprete y portavoz en Xos¨¦ Manuel Beiras, un catedr¨¢tico universitario de 61 a?os, formado intelectualmente en el turbulento Par¨ªs de los 60. El Bloque Nacionalista Galego consigui¨® superar a la coalici¨®n de izquierdas en las cuatro provincias. El BNG gana seis esca?os -pasa de 13 a 19- y sube del 18% al 25% de votos. Acapara el voto de izquierdas en las zonas urbanas, donde se consolida como una opci¨®n preferente para los profesionales de las clases medias y, de modo muy especial, para los j¨®venes. Por vez primera, el nacionalismo gallego -que siempre mir¨® con envidia la situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a y Euskadi- se ha convertido en una alternativa de Gobierno para el futuro.

El experimento de la coalici¨®n de izquierdas ha sufrido un mazazo. Hace cuatro a?os, se consider¨® un descalabro que el PSOE no pudiese superar el 23% de los votos. Ayer, junto a sus aliados de Esquerda Unida (EU) y Os Verdes, se qued¨® en el 19%. La p¨¦rdida es de siete puntos porcentuales si se tienen en cuenta los resultados que hab¨ªa obtenido Esquerda Unida en 1993.

En el pr¨®ximo Parlamento, la coalici¨®n contar¨¢ con 15 esca?os, cuatro menos que los que ten¨ªa el PSOE hasta ahora. Los socialistas ver¨¢n reducida a¨²n m¨¢s su fuerza parlamentaria en caso de que los dos diputados electos de Esquerda Unida mantengan su prop¨®sito, recogido en el acuerdo por el que se form¨® la coalici¨®n, de integrarse en el Grupo Mixto de la C¨¢mara.

El futuro pol¨ªtico del candidato socialista a la presidencia de la Xunta, Abel Caballero, de 51 a?os, es toda una inc¨®gnita. Los resultados erosionan tambi¨¦n la figura de su principal valedor, el secretario general del PSOE gallego y alcalde de A Coru?a, Francisco V¨¢zquez.

A la coalici¨®n la acompa?a en su amargura el coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, cuyos candidatos, como se preve¨ªa, han rozado el rid¨ªculo. Se quedaron en el 0,9% de los votos y no lograron retener ni la tercera parte de los sufragios que hab¨ªa conseguido en 1993 Anxo Guerreiro, expulsado por Anguita tras su pacto con el PSOE. A falta de an¨¢lisis m¨¢s minuciosos, todo hace indicar que gran parte del antiguo electorado de IU pas¨® a engordar el avance del BNG.

Hasta el pr¨®ximo mi¨¦rcoles no se conocer¨¢n los resultados del escrutinio de las papeletas de los 70.000 emigrantes gallegos que ejercieron su derecho al voto, de un censo total de 232.000. Pero parece muy dif¨ªcil que puedan hacer variar el reparto de esca?os. Si acaso, las experiencias anteriores invitan a pensar que el Partido Popular mejorar¨¢ m¨¢s sus resultados y que la coalici¨®n de izquierdas puede mitigar, aunque levemente, su desastre.