El PSOE sostiene que su mal resultado en Galicia "es de imposible extrapolaci¨®n" al resto de Espa?a

En medio de la desolaci¨®n que ayer reinaba en la sede federal del PSOE, sus dirigentes lanzaron el ¨²nico mensaje que les interesaba: es imposible. extrapolar este mal resultado al resto de Espa?a porque las elecciones gallegas son "singulares". El m¨¢ximo reconocimiento "por su esfuerzo e ilusi¨®n" a Abel Caballero fue esbozado por el secretario de organizaci¨®n, Cipri¨¢ Ciscar, y el portavoz del partido, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Felicitaciones al presidente de la Xunta en funciones, Manuel Fraga, y ¨¢cidos reproches al coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, por su "contribuci¨®n a deteriorar la imagen de la coalici¨®n progresista". No ha habido tiempo para que esta coalici¨®n rompiera las tendencias electorales de la sociedad gallega, fue el ¨²ltimo mensaje de la direcci¨®n federal del partido.Nada de Olivos. En el PSOE no se quiere entrar a debatir si despu¨¦s de lo ocurrido en Galicia es posible hablar para el futuro de una coalici¨®n electoral de izquierdas porque nunca se ha planteado. En su d¨ªa, la direcci¨®n federal apoy¨® la uni¨®n de sus compa?eros con Esquerda Unida y con Os Verdes, porque les pareci¨® correcto pol¨ªticamente. En esta l¨ªnea de no sacar conclusiones generales, Cipri¨¢ Ciscar se?al¨® tajante que "es imposible hacer extrapolaciones porque las elecciones gallegas son singulares". A partir de ah¨ª record¨® la gran diferencia de resultados que se da en esta comunidad seg¨²n se trate de elecciones generales o auton¨®micas. Las primeras les van mucho mejor a los socialistas.

La realidad, no obstante, es que en estas auton¨®micas les ha ido incluso peor que hace tres a?os. Hasta las once de la noche Ciscar y P¨¦rez Rubalcaba no salieron a dar su opini¨®n sobre lo ocurrido. Un rictus de amargura recorr¨ªa sus rostros y haciendo procesi¨®n de fe democr¨¢tica sus primeras palabras fueron para felicitar al ganador, Manuel Fraga. Despu¨¦s, el reconocimiento del choque producido entre la realidad y las expectativas. Nada de extrapolaciones y nada de sacar conclusiones para la marcha de tendencias electorales en Espa?a. Lo cierto es que hasta ayer el PSOE anhelaba un buen resultado electoral que implicaba para satisfacerles un descenso importante del Partido Popular. Si as¨ª hubiera sido, s¨ª se habr¨ªa sacado otra conclusi¨®n. Se hubieran lanzado las consideraciones de deterioro del PP y la buena marcha del PSOE. Les hubiera gustado, reconocen oficiosamente, tener una alegr¨ªa electoral. en los primeros comicios que se han celebrado despu¨¦s de la derrota en las generales del 3 de marzo del 96.

?Qui¨¦n ha tenido la culpa?; ?qu¨¦ ha fallado? Todo esto queda para el an¨¢lisis. "Haremos una reflexi¨®n serena con toda humildad", dijo Cipri¨¢ Ciscar. ?Ha sido el candidato Abel Caballero quien ha fallado? Esta pregunta se lanz¨® anoche a Ciscar y Rubalcaba. "No, no, Abel ha hecho un esfuerzo enorme y todos le agradecemos la ilusi¨®n que ha puesto", dijo por tres veces Ciscar. El secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, que hoy dar¨¢ su versi¨®n, telefone¨® a Caballero y al secretario general de los socialistas gallegos, Francisco V¨¢zquez, para trasladarles "el reconocimiento de todo el PSOE por su trabajo y su ilusi¨®n", revel¨® Ciscar.

No hubo palabras amables en absoluto para el coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita. Despu¨¦s de que Ciscar y P¨¦rez Rubalcaba apuntaran entre las causas de su derrota "a la falta de tiempo" para que se conociera el objetivo y el proyecto de la coalici¨®n, se?alaron que Julio Anguita "ha contribuido a deteriorar al m¨¢ximo" a sus componentes y aunque a su grupo no le ha beneficiado "s¨ª ha contribuido a ayudar a Fraga".

Pese al mal resultado, en el PSOE destacaban. anoche un buen dato de este proceso electoral en Galicia: la unidad del partido. Hace tres a?os la campa?a para las auton¨®micas gallegas supuso para los socialistas la exhibici¨®n p¨²blica y ruidosa de sus peleas internas. Ahora no ha sido as¨ª y desde Madrid apuestan porque, pese al descalabro, la unidad en Galicia no se rompa.