El ex militar argentino Scilingo declarar¨¢ sobre la cooperaci¨®n represiva chileno-argentina

El ex capit¨¢n de corbeta de la Armada argentina Adolfo Scilingo, autoinculpado en la represi¨®n durante la dictadura militar y actualmente en la c¨¢rcel de Carabanchel por orden del juez Baltasar Garz¨®n, declarar¨¢ como testigo ante el titular del juzgado n¨²mero 6 de la Audiencia Nacional, Manuel Garc¨ªa Castell¨®n, sobre la connivencia entre los reg¨ªmenes militares de Chile y Argentina para combatir la subversi¨®n". Garc¨ªa Castell¨®n instruye una causa por genocidio y terrorismo internacional contra el general Augusto Pinochet y sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos.

Fuentes jur¨ªdicas han indicado que el juez ha citado a Scilingo para ma?ana a petici¨®n de la acusaci¨®n particular en el sumario chileno, despu¨¦s de que el ex militar declarase ante Garz¨®n, instructor de otro sumario sobre los cr¨ªmenes de la dictadura argentina. De esta declaraci¨®n se desprend¨ªa una presunta cooperaci¨®n entre los aparatos represivos de los dos pa¨ªses. latinoamericanos en la Operaci¨®n C¨®ndor, que se ide¨® para que la polic¨ªa chilena controlase a los "subversivos" argentinos que resid¨ªan en Chile, y viceversa.Scilingo se halla en prisi¨®n provisional, incondicional y comunicada tras haber confesado ante el juez Garz¨®n su directa participaci¨®n en los llamados vuelos de la muerte, en los que perdieron la vida unas 4.400 personas que fueron arrojadas vivas desde aviones militares que volaban a gran altura.

Algunas fuentes jur¨ªdicas dudaban ayer de que Scilingo posea informaci¨®n relevante sobre los entresijos de la Operaci¨®n C¨®ndor.

Bautizada con el nombre del ave que comparte un sitio en el escudo chileno junto a un huemul, la Operaci¨®n C¨®ndor fue una iniciativa promovida por la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA) chilena, el m¨¢s temible aparato represor del r¨¦gimen militar de Pinochet, para coordinar lo! servicios de seguridad de las dictaduras del cono sur latinoamericano: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile. Actu¨® entre mediados de los setenta y hasta 1977, cuando la DINA fue reemplazada por la Central Nacional de Informaciones (CNI) y las tensiones fronterizas con Argentina terminaron con la cooperaci¨®n bilateral de espionaje. Sin embargo, los v¨ªnculos entre los servicios de seguridad se mantuvieron.

En la estructura de cooperaci¨®n, C¨®ndor Uno -el coordinador de la operaci¨®n- era el entonces coronel Manuel Contreras, ex jefe de la DINA, hoy en prisi¨®n por el asesinato del antiguo canciller socialista chileno Orlando Letelier. El informe de la Comisi¨®n Nacional de Verdad y Reconciliaci¨®n, de 1991, se?ala que algunos piensan que el nombre de C¨®ndor se aplica no a la organizaci¨®n, "sino m¨¢s bien a un conjunto de acciones coordinadas".

La investigaci¨®n de los periodistas Alej¨¢ndra Matus y Francisco Artaza, publicada por el diario chileno La Naci¨®n en 1995, que recibi¨® el Premio Ortega y Gasset, transcribe parte de un informe hecho por el agente del FBI Robert Scherrer, agregado en Buenos Aires en esos a?os, en el cual se sostiene que "la Operaci¨®n C¨®ndor es el c¨®digo para la recogida, intercambio y almacenamiento de inteligencia relacionada con los llamados izquierdistas: comunistas y marxistas". Adem¨¢s, apoyaba acciones en los pa¨ªses miembros, y una fase secreta "involucra la formaci¨®n de escuadrones especiales de los pa¨ªses miembros para que viajen por el mundo a pa¨ªses no miembros para llevar a cabo sanciones, hasta el asesinato, contra terroristas", agrega Scherrer. Esta ¨²ltima fase estaba pensada para Europa, especialmente para Francia y Portugal.

Entre las acciones que se le atribuyen a esta agrupaci¨®n y a la colaboraci¨®n de los servicios de seguridad est¨¢ la Operaci¨®n Colombo, en la que con informaciones de prensa falsas se intent¨® hacer creer que 119 detenidos-desaparecidos chilenos estaban muertos en otros pa¨ªses, por supuestos ajustes de cuentas entre grupos guerrilleros. Tambi¨¦n figura el traslado clandestino a Chile de dirigentes de izquierda detenidos en otros pa¨ªses, el m¨¢s conocido de los cuales es Edgardo Enr¨ªquez, destacado ex l¨ªder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que figura entre los detenidos desaparecidos.

Una ex agente de seguridad, Luz Arce, militante socialista a quien las torturas la arrastraron a colaborar con la DINA, relat¨® en su posterior testimonio a la Comisi¨®n de Verdad y Reconciliaci¨®n, cuando ya estaba arrepentida, que en 1976, mientras trabajaba en el cuartel central de la DINA, tuvo acceso a un "comunicado v¨ªa C¨®ndor" donde se dec¨ªa que "el servicio de inteligencia argentino pon¨ªa a disposici¨®n de la DINA-Chile al detenido extremista Edgardo Enr¨ªquez".