Escepticismo y misterio en torno a has matanzas
Los asesinos se tomaron su tiempo. Durante casi cuatro horas se dedicaron a arrasar Bentalha, avanzando met¨®dicamente de calle en calle y escogiedo sus v¨ªctimas de una lista, seg¨²n dos testigos y testimonios de la prensa argelina. Con bombas de fabricaci¨®n casera echaron abajo puertas cerradas y con cuchillos y hachas hicieron una carnicer¨ªa de familias enteras, incluidos muchos ni?os.Disparos y explosiones fueron claramente oidos por los residentes en la vecina Baraki, a menos de tres kil¨®metros, donde cientos de soldados tienen un cuartel. Pero los soldados no se movieron. Perecieron no menos de 214 civiles.
La matanza del 23 de septiembre no fue un incidente aislado. En tres noches durante los pasados dos meses gran n¨²mero de hombres armados a veces acompa?ados por mujeres, han penetrado en localidades de las afueras de Argel y han asesinado a cientos de hombres, mujeres y ni?os sin que llegaran a intervenir fuerzas de seguridad que a veces estaban donde se o¨ªan los gritos de las v¨ªctimas.
Portavoces gubernamentales dicen que las matanzas eran ejecutadas por militantes islamistas que buscan derribar al Gobierno apoyado por el Ej¨¦rcito y que minas antipersonas dejadas a la entrada de los pueblos impiden la intervenci¨®n de las fuerzas de seguridad. Pero muchos argelinos acusan a las fuerzas de seguridad de connivencia con la violencia o al menos de tolerarla.
Muchos argelinos est¨¢n desconcertados por esta violencia que ha llevado a la gente a dormir ante las comisar¨ªas. "No tengo idea de lo que est¨¢ pasando", dice Mustaf¨¢ Buchachi, abogado de Abdelkader Hashani-, uno de los l¨ªderes del ilegalizado Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS). "Incluso para m¨ª es un misterio".
En contactos con diplom¨¢ticos, abogados defensores de los derechos humanos, periodistas argelinos y supervivientes de tres grandes matanzas en las inmediaciones de Argel no se han podido hallar pruebas de la implicaci¨®n directa del Gobierno en los asesinatos. Pero dos supervivientes de una de las matanzas estaban enfurecidos y perplejos porque los soldados no respondieran a sus gritos de socorro. Gritamos hasta que perdimos la voz", dijo un mujer antes de que un familiar le pidiera que se callara.
En el otro frente del conflicto est¨¢n las fuerzas de seguridad y las milicias civiles, los llamados Patriotas, implicados en miles de asesinatos y desapariciones en los ¨²ltimos cinco a?os.
Fuentes diplom¨¢ticas, asumen que el muy violento Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA) se halla tras la mayor¨ªa de los ataques, pero declaran que sus motivos resultan un misterio. La mayor parte de los asesinatos se han producido en la Mitiya, una f¨¦rtil tierra al sur de Argel, que vot¨® mayoritariamente por el FIS en 1991 y que tradicionalmente ha proporcinado a los islamistas buena parte de sus recursos humanos y apoyo log¨ªstico. Esto ha llevado a la teor¨ªa de que los duros de las fuerzas de seguridad han infiltrado al GIA y le alientan a perpetrar matanzas para imposibilitar un compromiso entre el Gobierno y el FIS. Otra teor¨ªa es que el GIA se est¨¢ centrando en esa zona para castigar a los seguidores del FIS que se han pasado al Gobierno, que han repartido armas entre los residentes en la zona.
Pero lo realmente desconcertante para todos es la pasividad, de las fuerzas de seguridad ante matanzas ocurridas pr¨¢cticamente ante sus mismas narices.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.