El PSOE madrile?o llega a su congreso radicalmente dividido
La Federaci¨®n Socialista Madrile?a (FSM) abre ma?ana su congreso en un clima de enfrentamiento y divisi¨®n radical. Por un lado, el sector renovador, que dirige el secretario general de la federaci¨®n, Jaime Lissavetzky, y de otro, el aglutinado alrededor del presidente, Jos¨¦ Acosta, que acoge a los antiguos guerristas. La situaci¨®n de la FSM se sigue con atenci¨®n por la ejecutiva federal, ya que parte importante de la c¨²pula del PSOE pertenece a esta federaci¨®n; entre ellos, el secretario general, Joaqu¨ªn Almunia.
No ha habido durante tres a?os peleas ni una voz m¨¢s alta que otra. El pacto sellado en el anterior congreso entre renovadores y entonces guerristas, encabezados por Lissavetzky y Acosta, respectivamente, se ha mantenido hasta que, hace escasas semanas, el primero puso fin a la paz lanzando un mensaje de renovaci¨®n y cambios profundos.Jos¨¦ Acosta da por supuesto que esos cambios implican su salida de la presidencia de la FSM y que los suyos, que actualmente ocupan cargos muy importantes, pasen a lugares de menor relevancia. La respuesta de sus partidarios ha sido la de poner n¨²meros encima de la mesa y exhibir su fuerza. Incluso han abierto una p¨¢gina en Internet para recibir los mensajes de apoyo al actual presidente de la FSM.
Los acostistas aseguran que cuentan con la mitad de los compromisarios; los renovadores rebajan esa cifra a un tercio. Desde hoy al domingo, cuando tengan que votarse las candidaturas, habr¨¢ intervenciones de la comisi¨®n ejecutiva federal para que los antiguos guerristas no ejecuten su amenaza de presentar una lista alternativa a la de Lissavetzky encabezada por Jos¨¦ Acosta como aspirante a la secretar¨ªa general. Acosta asegura que el grupo que encabeza ha buscado la integraci¨®n sin recibir respuesta de los renovadores, por lo que si finalmente hay dos listas no se considerar¨¢ "responsable de ninguna manera".
El sector acostista dar¨ªa por terminadas las rencillas si se le reconociera su representaci¨®n, se mantuviera el equilibrio de fuerzas actual y de este congreso saliera un mensaje de unidad "para hacer frente a la derecha", en palabras del actual presidente de la FSM. El secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Cipri¨¤ Ciscar, se reunir¨¢ en las pr¨®ximas horas con Acosta para intentar convencerle de que no plantee batalla. Pero los acostistas se preguntan por qu¨¦ tienen que sacrificarse y ceder su espacio sin m¨¢s a los renovadores. La respuesta que se les da es la de que Acosta lleva muchos a?os en la presidencia de la FSM, en tanto que Lissavetzky lleva tres. Este argumento no les sirve a los acostistas, que sostienen que con los a?os su representaci¨®n no ha menguado.
En medio de la pol¨¦mica se encuentra la corriente Izquierda Socialista que, en principio, se decanta por los renovadores, si bien achacan a ese sector en la crisis que ha vivido recientemente esta corriente con la separaci¨®n de sus huestes del respetado alcalde de la localidad madrile?a de Fuenlabrada, Jos¨¦ Quintana.
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