"Todo nacionalismo es peligroso", dice Jon Juaristi

Sabe que va a ser un libro muy pol¨¦mico, pero Jon Juaristi (Bilbao, 1951) est¨¢ acostumbrado al trato de los nacionalistas vascos con los intelectuales cr¨ªticos: "Amena zas, exabruptos, denuncias inventadas, ninguneos, consejos para que no te publiquen o, si les da, el asesinato". Pero Juaristi habla del nacionalismo vasco porque es el que conoce y el que sufre, no porque los dem¨¢s le parezcan mejores: "Todo nacionalismo es siempre, por definici¨®n, un tribalismo peligroso", afirm¨® ayer antes de la presentaci¨®n de El bucle melanc¨®lico, ganador del Premio Espasa Hoy de Ensayo.

Reci¨¦n llegado de Nueva York, donde imparte un curso sobre nacionalismos en la C¨¢tedra Juan Carlos I, Juaristi comi¨® con los periodistas en una sidrer¨ªa vasca y por la noche present¨® el libro junto a Pedro La¨ªn Entralgo, Javier Pradera y Juan Pablo Fusi.Bajo una apariencia distendida -"Soy un neur¨®tico muy normal"-, mezclada con una imparable pasi¨®n-fumadora -"En Nueva York no me dejan"-, Juaristi comenz¨® el almuerzo definiendo las implicaciones del t¨ªtulo: "El bucle melanc¨®lico es un concepto freudiano -Freud me parece uno de los personajes m¨¢s maravillosos de la historia- que habla del ensimismamiento. Y la tesis del libro es que el nacionalismo vasco se basa en una melancol¨ªa ensimismada porque, siendo una de las comunidades espa?olas m¨¢s privilegiadas, reclama la reparaci¨®n de unas ofensas que no existen en nombre de una patria vasca que tampoco existi¨® nunca".

Seg¨²n Juaristi, "ese discurso fantasm¨¢tico, ese delirio victimista, no pretende restaurar una patria, sino m¨¢s bien un patrimonio: la, aspiraci¨®n real de los nacionalistas vascos no es ser vascos independientes, sino espa?oles de primera".

El catedr¨¢tico de Filolog¨ªa en la Universidad del Pa¨ªs Vasco cuenta en la introducci¨®n que el origen de su ensayo (y quiz¨¢s tambi¨¦n de su trayectoria vital, literaria y pol¨ªtica: fue miembro de ETA durante el franquismo y hoy se define en broma como un "poeta andaluz") est¨¢ en las historias de nacionalistas que o¨ªa contar en su infancia, "narraciones sacrificiales de amor y de inmolaci¨®n, de hero¨ªsmo y culpa, de traiciones y derrotas".

Pero los relatos de El bucle melanc¨®lico parten de criterios muy lejanos a la autocompasi¨®n: revisan mitos y leyendas para trazar semblanzas cr¨ªticas, profundas indagaciones psicoanal¨ªticas en los microcosmos familiares, religiosos y morales compartidos por los m¨¢s significados ide¨®logos vasquistas (Arana, Arzalluz, Chaho y varios otros), a trav¨¦s de un hilo conductor: el victimismo.

Junto a esa paranoia, "com¨²n a los nacionalistas democr¨¢ticos y fascistas", Juaristi cataloga otras caracter¨ªsticas de tremenda dureza: "Un gusto por el chantaje continuo como manera de imponer su soluci¨®n a todo el mundo"; "la limpieza ¨¦tnica, objetivo final"; "la p¨¦rdida de contacto con la realidad y la necesidad de convertir su delirio en un paisaje de realidad mort¨ªfera, aunque eso suponga el genocidio de su pueblo".

Cuando se le pregunta si el nacionalismo espa?ol no ser¨ªa una soluci¨®n peor, Juaristi se enciende un poco y dice: "El nacionalismo espa?ol no existe. El ¨²nico nacionalismo espa?ol preocupante es el vasco". Y ampl¨ªa la idea con el ejemplo del que es seguramente su enemigo m¨¢s f¨¦rtil, Xabier Arzalluz, "paleocarlista, prenacionalista insurreccional y autor de la frase m¨¢s vil de esta transici¨®n que no acabar¨¢ hasta que el Pa¨ªs Vasco no salga de ella: Madrid se lleva el arte, y nosotros las bombas".