Primero, la paz en casa

Los congresos de diciembre de Arag¨®n y Navarra cerrar¨¢n el cielo de las asambleas de los socialistas, que empez¨® en junio pasado con el 34? Congreso y en el que Joaqu¨ªn Almunia fue elegido secretario general del PSOE. La renovaci¨®n (le secretarios generales no ha sido espectacular, aunque s¨ª ha primado el inter¨¦s por llevarse bien y conseguir direcciones integradoras. Enfrentamiento abierto s¨®lo se ha dado en Cantabria y Valencia con la presentaci¨®n de dos candidaturas, y hoy se sabr¨¢ si tambi¨¦n ocurre en Madrid. La direcci¨®n federal est¨¢ satisfecha con este resultado.

Hasta ahora, el nuevo secretario general del PSOE no se ha sentido inc¨®modo en sus idas y venidas por toda Espa?a inaugurando y clausurando congresos. Primero, porque a ¨¦l le han recibido con aplausos entusiastas, con lo que se demuestra que en el PSOE se mantiene el principio hist¨®rico de que el secretario general elegido democr¨¢ticamente en un congreso federal es el l¨ªder de todos.

La mayor¨ªa de los congresos se han saldado con la elecci¨®n de ejecutivas por m¨¢s M 75% de los votos de los delegados. En Cantabria no fue as¨ª. Jaime Blanco venci¨® con un 56% frente a la candidatura renovadora, que obtuvo un 44%. En Valencia, la situaci¨®n fue tan ajustada que ahora corre peligro de hacer aguas. La lista de Joan Romero gan¨® con un 49,7%. Sus oponentes obtuvieron tres d¨¦cimas menos. Pero los enfrentamientos ya no son entre las dos tribus cl¨¢sicas. S¨®lo en la intimidad se ponen etiquetas. Oficialmente nadie es renovador o guerrista.