Rebeli¨®n en el PSOE valenciano para echar al l¨ªder regional a los cuatro meses de su eleccion

La segunda federaci¨®n del PSOE por n¨²mero de miliitantes se halla partida por la mitad. Ayer, 9 de los 24 secretarios comarcales, reci¨¦n elegidos en sus respectivos congresos, presentaron una moci¨®n de censura contra el der regional del partido, Joan Romero, elegido hace menos de cuatro meses en una pugna con Joan Lerma -quien ocupaba la secretar¨ªa general desde hac¨ªa 18 a?os- y Cipri¨¢ Ciscar, en la que venci¨® por s¨®lo tres votos de diferencia. La moci¨®n de censura, promovida con rapidez inusual y que reabre s enfrentamientos en el seno del partido, ser¨¢ debatida el 22 de noviembre.

Joan Romero proclam¨® en su toma de posesi¨®n como secretario general de los socialistas valencianos que el debate se hab¨ªa acabado "hasta el pr¨®ximo congreso". La realidad no ha secundado sus deseos. Desde entonces, los seguidores de Joan Lerma, secretario federal de Pol¨ªtica de Empleo, y de Cipri¨¢ Ciscar, secretario de organizaci¨®n del PSOE, han aunado esfuerzos y han llevado la pugna del congreso regional a todos los congresos comarcales que se han celebrado hasta ahora. Ayer, culminado el proceso congresual, nueve secretarios comarcales del PSPV se presentaron a mediod¨ªa en la sede de la organizaci¨®n con un documento suscrito por 89 miembros del comit¨¦ nacional, sobre un total de 147, como delegados de "una nueva mayor¨ªa sin etiquetas".Entre los argumentos en favor de su moci¨®n destacaron que "un partido dividido no puede ganar elecciones", que "no existe una pol¨ªtica coherente de oposici¨®n frente a la derecha valenciana" y que "la incapacidad de conseguir la cohesi¨®n interna ha fomentado la ruptura y la divisi¨®n". Los secretarios comarcales afirmaron que en la militancia existe "frustraci¨®n y des¨¢nimo", y destacaron la necesidad de constituir "una mayor¨ªa s¨®lida" para arrebatar el poder a la derecha.

La propuesta de los capitanes del socialismo valenciano viene avalada por Ciscar y Lerma, y persigue la constituci¨®n de una comisi¨®n gestora en la Comunidad Valenciana, que ser¨ªa designada, como ordenan los estatutos, por el secretario de organizaci¨®n del PSOE. El hecho no tiene precedentes entre los socialistas valencianos desde que el propio Lerma planteara una cuesti¨®n similar en 1979 contra el entonces secretario general, Joan Pastor.

"Una moci¨®n anunciada"

Joan Romero no se mostr¨® especialmente sorprendido por la maniobra. "Era una moci¨®n anunciada desde la celebraci¨®n del congreso", dijo, pero la calific¨® como "un hecho ins¨®lito". Seg¨²n el actual secretario general, la propuesta carece de "argumentos pol¨ªticos" reales. Y apunt¨® a Lerma y Ciscar, aunque con cuidado de no mencionarles: "Dos miembros de la organizaci¨®n han participado activamente en reuniones para hacer realidad este par¨¦ntesis y volver a concentrar las energ¨ªas hacia el interior del partido". "La propuesta es destructiva", a?adi¨®, "y pone de manifiesto la concepci¨®n del partido alimentada por supuestos clientelares antes que por los intereses de militantes y simpatizantes".Romero lleg¨® a denunciar presiones de sus enemigos hacia miembros relevantes de la organizaci¨®n. Ante la divisi¨®n de la organizaci¨®n, Romero apost¨® por la urgente convocatoria del comit¨¦ nacional para resolver la crisis de inmediato. El secretario general apel¨® a "las ideas" por encima de "los intereses" y anunci¨® que, de permanecer en el cargo, luchar¨¢ por "cambios profundos" en el Partido Socialista del Pa¨ªs Valenciano.

Joan Romero anunci¨® que ser¨¢ leal a la futura gestora, si resulta derrotado, pero desde una posici¨®n "cr¨ªtica", para evitar la convocatoria de un congreso extraordinario a la medida de sus detractores. Y lanz¨® una advertencia hacia posibles interferencias desde la ejecutiva federal del PSOE: "No vendr¨¢ nadie de Madrid a resolver nuestros problemas. Los problemas se resolver¨¢n de forma aut¨®noma para que los socialistas valencianos sean cada vez m¨¢s PSPV".

Romero ocup¨® la vicesecretar¨ªa general del Partido Socialista del Pa¨ªs Valenciano en el congreso celebrado en 1994, cuando Joan Lerma esgrimi¨® la bandera de la renovaci¨®n en el seno del partido. Seis meses antes del ¨²ltimo congreso, abandon¨® la organizaci¨®n desmoralizado por la ausencia de cambios reales y estuvo a punto de renunciar a su esca?o como diputado y como portavoz socialista en la Comisi¨®n de Educaci¨®n del Congreso. El poder de persuasi¨®n de Joaqu¨ªn Almunia, entonces portavoz del PSOE en el Congreso, fue decisivo para que permaneciera en el cargo. En ese momento opt¨® por el asalto al poder de la ejecutiva socialista valenciana.

Desde que desplaz¨® a Lerma, Romero ha tenido que lidiar con algunos asuntos pendientes que se han tornado en su contra. Los socialistas valencianos plantearon una oposici¨®n frontal a la modificaci¨®n de la ley auton¨®mica de Cajas (le Ahorro que present¨® Eduardo Zaplana (PP), presidente de la Generalitat. La ejecutiva federal se resisti¨® a apoyar la posici¨®n del PSPV porque Manuel Chaves, en Andaluc¨ªa, present¨® una iniciativa similar a la de los populares valencianos. A ¨²ltima, hora, Joan Romero se vio obligado a pactar con el PP y afront¨® acusaciones de "entreguismo".

Zaplana tambi¨¦n ha sugerido alejar del debate pol¨ªtico el conflicto ling¨¹¨ªstico entre defensores y detractores de la identidad del valenciano y el catal¨¢n, para dejarlo en manos de un ¨®rgano consultivo de la Generalitat. El apoyo de Romero a tal iniciativa se ha utilizado igualmente para atribuirle una posici¨®n de debilidad ante los populares.