Rubio con filtro
Guardias civiles entrenados contra ETA impermeabilizan la frontera con Andorra para impedir el contrabando
Una guerra sorda se libra en el Pirineo catal¨¢n. A un lado, guardias civiles expertos en lucha antiterrorista; al otro, duros contrabandistas de tabaco. Estos ¨²ltimos llevan toda la vida pasando tabaco rubio desde Andorra. Los primeros, tras a?os y a?os persiguiendo etarras por la linde navarra con Francia, llegaron hace un mes a las monta?as pirenaicas con la misi¨®n de acabar con el tr¨¢fico ilegal de nicotina. Una guerra en la que, como en toda contienda que se precie, las t¨¦cnicas de propaganda y contrapropaganda son armas b¨¢sicas.En ese mes, exactamente el tiempo que los Grupos de Acci¨®n Rural (GAR) llevan en Lleida, no ha entrado en Espa?a ni una sola cajetilla de tabaco rubio procedente de Andorra, un peque?o paraiso fiscal enclavado en un estrecho valle entre Espa?a y Francia, en pleno Pirineo.
En el ¨²ltimo mes ha desaparecido como por ensalmo el peligro que representaba la actuaci¨®n cada vez m¨¢s agresiva de los contrabandistas en los pueblos, pistas forestales y carreteras de la comarca leridana del Alt Urgell. Una actuaci¨®n que a primeros de septiembre cost¨® la vida al joven de 16 a?os Alejandro S., que pereci¨® arrollado por un poderoso Mercedes lanzado a 200 kil¨®metros por hora, conducido por el contrabandista portugu¨¦s Bernardino P. M. y lleno a rebosar de cajas de blended andorrano.
Para frenar el contrabando y poner fin a estos desmanes, que ten¨ªan atemorizados a los habitantes de la zona fronteriza con Andorra, la Direcci¨®n General de la Guardia Civil empez¨® por relevar al jefe de la demarcaci¨®n de Lleida, el teniente coronel Francisco Poyato, por el teniente coronel Luis Garrido, a quien encarg¨® un plan de lucha especial contra el contrabando de rubio. A continuaci¨®n, envi¨® una compa?¨ªa completa y perfectamente pertrechada de los GAR a los caminos, trochas, ca?adas y veredas pirenaicas, adem¨¢s de crear una unidad fiscal especial, ambas al mando del comandante L. R. M.
Desde el 28 de septiembre, los hombres del capit¨¢n S. patrullan d¨ªa y noche, en festivo y en laborable, con viento y con fr¨ªo, por los 53 kil¨®metros de frontera con Andorra para impedir "cualquier movimiento no autorizado de veh¨ªculos y peatones".
Las dos estrellas de ocho puntas del teniente coronel Luis Garrido le permiten ir un poco m¨¢s all¨¢ que sus dos subordinados en la definici¨®n de su misi¨®n: "El Gobierno nos ha encomendado impermeabilizar la frontera con Andorra. Nuestra presencia en los montes de Lleida y Girona es indefinida. No es una presencia transitoria de uno o dos meses. Estaremos aqu¨ª hasta que el problema del contrabando de tabaco haya desaparecido".
Estas palabras del jefe de la Guardia Civil tienen un destino muy claro: los fabricantes andorranos de tabaco rubio y los contrabandistas. Unos y otros han hecho correr la especie de que los GAR se ir¨¢n enseguida porque suponen un gasto considerable para Espa?a. El nerviosismo ha empezado a cundir porque los almacenes de los fabricantes andorranos est¨¢n repletos de tabaco y, al mismo tiempo, las naves que los contrabandistas tienen en Espa?a van vaci¨¢ndose. Los expertos se?alan que tienen existencias s¨®lo para otro mes m¨¢s.
A un negocio que maneja decenas de miles d¨¦ millones de pesetas, esta situaci¨®n le ocasiona p¨¦rdidas elevad¨ªsimas. Fabricantes y contrabandistas han, iniciado una campa?a de desgaste de la Guardia Civil. Dicen que tienen fotograf¨ªas de agentes de los GAR penetrando en territorio andorrano, acusaci¨®n que Luis Garrido niega rotundamente. Han publicado un reportaje a color en la prensa de Andorra con la foto de un agente del SAS (el cuerpo especial del ej¨¦rcito brit¨¢nico), embozado y apuntando con una pistola a la cabeza de un detenido para ilustrar el texto sobre la presencia de la Guardia Civil en la frontera. Han llegado a enviar un helic¨®ptero con matr¨ªcula francesa que despeg¨® de. Andorra para vigilar o para impresionar a los agentes de la Guardia Civil.
A los GAR, entrenados duramente para impedir el paso de terroristas y fogueados en acciones contra los etarras, dif¨ªcilmente les impresionar¨ªa el vuelo de un helic¨®ptero civil, pero denunciaron el hecho por posible invasi¨®n del espacio a¨¦reo espa?ol.
Pese a que los mandos no quisieron facilitar datos concretos sobre la unidad, los j¨®venes agentes del GAR disponen de lo ¨²ltimo en material y en medios de transporte y de comunicaci¨®n. Tienen visores nocturnos y llevan equipo para soportar las baj¨ªsimas temperaturas de las monta?as pirenaicas. "La noche del pasado martes, en lo alto de aquella monta?a, llegamos a nueve grado bajo cero", se?ala un fornido cabo en un recodo de una pista forestal. Uno de sus compa?eros lleva una escopeta de postas Franchi y el otro un impresionante fusil de asalto alem¨¢n HK. "Los HK son parecidos a los Cetme, pero son cuatro veces m¨¢s caros y cuatro veces m¨¢s fiables. Nunca fallan", explica un teniente de 25 a?os, que se niega a continuar hablando sobre armas y equipamiento.
Estos j¨®venes agentes, cuya media de edad es de 28 a?os y constituyen "una combinaci¨®n de veteran¨ªa y juventud", seg¨²n el capit¨¢n S., se enfrentan a expertos contrabandistas internacionales que tambi¨¦n disponen de lo ¨²ltimo en tecnolog¨ªa.
Los tradicionales contrabandistas, conocidos como macuteros porque pasaban el tabaco a pie en bolsas y sacos, han dado paso a organizaciones de estilo mafioso que disponen de poderosos veh¨ªculos cuatro por cuatro, de las ¨²ltimas emisoras y hasta de motos de nieve para atravesar con su carga las pistas nevadas. Y otra diferencia respecto a los contrabandistas cl¨¢sicos: no dudan en enfrentarse -a tiros si es preciso- con la Guardia Civil.
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