Nada de nada
NI APROPIACI?N indebida ni estafa: la acusaci¨®n contra Sogecable, la empresa propietaria de Canal +, se ha desinflado tras el contundente veredicto -sin apelaci¨®n posible- de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Han tenido que pasar m¨¢s de 250 d¨ªas de instrucci¨®n "err¨¢tica" por parte del juez G¨®mez de Lia?o, con el apoyo pertinaz de los fiscales Gordillo y Fungairi?o, para que finalmente la sala impusiera la cordura. No est¨¢ de m¨¢s recordar que esta resoluci¨®n coincide con el informe que elabor¨® ya en marzo la Secretar¨ªa T¨¦cnica de la Fiscal¨ªa General del Estado, que dos sucesivos fiscales generales -Ortiz ?rculo y Cardenal- no han podido o querido imponer a sus subordinados.En nada queda la denuncia presentada el 25 de febrero por el director del semanario ?poca, Jaime Campmany, que sirvi¨® a G¨®mez de Lia?o para la inmediata apertura de diligencias, a las que sum¨® dos d¨ªas despu¨¦s -todo ello con inquietante celeridad- la querella de un licenciado en Derecho de mala reputaci¨®n en la que se acusaba al Consejo de Administraci¨®n de Sogecable de "p¨¦rdidas muy importantes", cuentas "radicalmente falsas", apropiaci¨®n indebida de 23.000 millones de pesetas, y de "abuso de la buena fe de los abonados" mediante una estafa en el IVA. Los querellantes invocaban la "alarma social". Y, efectivamente, la hubo: la suscitada por el concertado e injusto ataque contra un grupo empresarial que se ha caracterizado desde sus or¨ªgenes por tener sus cuentas limpias, como garant¨ªa de independencia frente al poder pol¨ªtico de turno.
El auto deja claramente establecido que las fianzas entregadas por los abonados de Canal + no constitu¨ªan un dep¨®sito, sino una garant¨ªa de devoluci¨®n de los descodificadores y un seguro frente al deterioro de los mismos o el impago de las cuotas, y que por tanto pod¨ªan ser libremente utilizados por la empresa. No hay, pues, "apropiaci¨®n indebida" de unas fianzas que, por otra parte, se han devuelto siempre que un abonado se ha dado de baja, operaci¨®n repetida en m¨¢s de 400.000 casos. Tambi¨¦n queda en nada la acusaci¨®n de estafa por apropiarse de cantidades cobradas en concepto de IVA. Los recibos, como indica el auto, dejaron meridianamente claras las cantidades que en cada caso respond¨ªan al bono mensual y al IVA. Una vez archivadas las dos acusaciones b¨¢sicas, la sala deja en manos del nuevo instructor, Ismael Moreno, la decisi¨®n de completar el resto de la instrucci¨®n antes de tomar una decisi¨®n definitiva sobre otros aspectos menores.
Es el s¨¦ptimo varapalo, ¨¦ste sobre el fondo del caso, que recibe Lia?o por una instrucci¨®n de la que qued¨® apartado al ser admitida la recusaci¨®n presentada en su contra por el consejero delegado de Sogecable, Juan Luis Cebri¨¢n. La sala considera que, m¨¢s all¨¢ de estas dos acusaciones b¨¢sicas, la instrucci¨®n de Lia?o se hab¨ªa, vuelto "un tanto err¨¢tica y con peligrosa proximidad a una causa general" contra Canal + y sus directivos, una sospecha que este peri¨®dico ha denunciado en repetidas ocasiones. Ante la inexistencia manifiesta de materia penal, Lia?o rebusc¨® para prolongar en ¨²ltimo t¨¦rmino la instrucci¨®n.
No se puede olvidar que la instrucci¨®n de Lia?o ha sido utilizada para vilipendiar a un grupo empresarial de comunicaci¨®n, y en particular a su presidente, Jes¨²s de Polanco, al que ese juez impuso 200 millones de fianza, la obligaci¨®n de presentarse peri¨®dicamente en el juzgado y la prohibici¨®n de viajar al extranjero sin su permiso. Algunas de estas medidas cautelares han sido impuestas a otros consejeros de Sogecable. Y c¨®mo no recordar que RTVE repiti¨® en m¨¢s de 60 ocasiones la entrada de Polanco en la Audiencia Nacional dentro de bloques informativos dedicados a la corrupci¨®n.
El caso, en sus aspectos fundamentales, se cierra en coincidencia con las tesis que siempre hemos defendido: que no hab¨ªa caso. Pero deben aclararse a¨²n muchos aspectos, que ya no se refieren a los imputados, sino a los acusadores. Debe aclararse el comportamiento del Ministerio Fiscal, que, en contra del informe de la Secretar¨ªa T¨¦cnica y de las conclusiones aportadas por los peritos de Hacienda, ha defendido hasta el final las tesis de la acusaci¨®n y se ha opuesto al archivo de la causa. Tambi¨¦n deber¨¢ aclararse qu¨¦ secretario de Estado encarg¨® el informe sobre el que se fabricaron las falsas bases del caso Sogecable, so pena de que sea el Gobierno el que quiera correr con esa responsabilidad.
Alguna correcci¨®n deber¨¢n hacer sobre anteriores declaraciones el vicepresidente primero del Gobierno, ?lvarez Cascos, y muy especialmente la diputada Ana Mato, verdadero martillo del PP en el asunto y autora de ingeniosas frases que la llevaron a comparar el caso Sogecable con la presunta estafa de la cooperativa de viviendas PSV. ?Se disculpar¨¢ ahora por tama?a acusaci¨®n? Debe aclararse c¨®mo un juez pudo hacerse acreedor a siete desautorizaciones, siete, sobre decisiones adoptadas en el curso de la instrucci¨®n, incluyendo la decisiva de no archivar una causa en la que todo indicaba que no hab¨ªa materia penal. Lo que parec¨ªa a simple vista, y pensaban los abonados de Canal +, que su dinero estaba en los descodificadores, ha resultado ahora confirmado por el tribunal competente.
?Tienen algo que decir los comentaristas radiof¨®nicos o period¨ªsticos que cada vez que sal¨ªa el tema Sogecable preguntaban enf¨¢ticamente d¨®nde est¨¢n los 23.000 millones de las fianzas? Tendr¨¢ que aclararse el prop¨®sito ¨²ltimo de los querellantes y su coro de replicantes, incluidos los que se rasgaron las vestiduras tras la aceptaci¨®n de la recusaci¨®n de Lia?o con el argumento de que la ley no se aplicaba por igual a todos. Por supuesto que no: se estaba aplicando una vara especial contra Polanco y el grupo de empresas que preside -entre ellas, este peri¨®dico- Mientras todos ellos van pens¨¢ndose la pr¨®xima bellaquer¨ªa, s¨®lo cabe felicitarse de que Espa?a siga siendo, a pesar de ellos, un Estado de derecho en el que los ciudadanos pueden defenderse frente a la arbitrariedad y la iniquidad. Eso, al menos, hemos ganado en estas dos ¨²ltimas d¨¦cadas.
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