El maravilloso juicio de las tartas robadas
El auto dictado anteayer por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decret¨® el archivo de las actuaciones sumariales del caso Sogecable referidas a los hechos investigados como supuestos delitos de apropiaci¨®n indebida y estafa. La resoluci¨®n descansa sobre s¨®lidos razonamientos jur¨ªdicos: a la luz de los c¨®digos y de la jurisprudencia resulta evidente que tales hechos -establecidos y fijados definitivamente en la instrucci¨®n por los informes, las declaraciones de los querellados y la prueba pericial practicada- no son constitutivos de infracci¨®n criminal.El actual instructor, el juez Ismael Moreno, decidir¨¢ libremente si contin¨²a o no las diligencias referidas a otros presuntos delitos -fiscales y societarios- de car¨¢cter conexo. La Sala advierte que la instrucci¨®n practicada por el recusado G¨®mez de Lia?o fue "un tanto err¨¢tica y con peligrosa proximidad a una causa general"; en efecto, resulta simplemente grotesco acusar a Jorge Sempr¨²n de haber traficado con influencias para conseguir -cuando era ministro de Cultura- que el Gobierno socialista concediera una licencia de televisi¨®n de pago a canal Plus en 1989: el Supremo confirm¨® el pasado 22 de septiembre la plena legalidad de aquella decisi¨®n administrativa.
La querella por un delito de apropiaci¨®n indebida de 23.000 millones de pesetas, interpuesta el pasado febrero contra Polanco y los restantes consejeros de Sogecable, ten¨ªa como fundamento un misterioso informe jur¨ªdico encargado por un secretario de Estado del Gobierno: seg¨²n su descabellada interpretaci¨®n legal, los dep¨®sitos exigidos por Canal Plus como fianza de los descodificadores entregados en usufructo a los abonados hubiesen debido quedar inmovilizados en una cuenta especial que la empresa tendr¨ªa prohibido tocar. El auto se limita a recordar lo que cualquier estudiante de Derecho no podr¨ªa ignorar sin ser cateado en los ex¨¢menes; ese tipo de fianza (sea cual sea la expresi¨®n utilizada en el contrato para denominarla) no crea m¨¢s obligaci¨®n que su reintegro cuando el abonado devuelve el descodificador (como as¨ª ocurri¨® nada menos que en 400.000 casos): al no existir el deber de inmovilizar las fianzas, el delito de apropiaci¨®n indebida es un imposible jur¨ªdico. La Sala tambi¨¦n ha archivado las actuaciones referidas al supuesto delito de estafa que Canal Plus habr¨ªa cometido al enga?ar a los abonados y ocultarles una rebaja del IVA no repercutida en su beneficio: sin embargo, todos los recibos aportados al sumario hacen constar la cantidad a pagar por el IVA vigente en cada momento.
M¨¢s de ocho meses han tardado en desinflarse la denuncia temeraria del periodista Jaime Campmany y la querella no menos temeraria del tambi¨¦n periodista Jes¨²s Cacho interpuestas contra Sogecable por apropiaci¨®n indebida de 23.000 millones y por estafa. Durante este tiempo, el espect¨¢culo organizado por los querellantes, el juez G¨®mez de Lia?o, los fiscales indomables Fungairi?o, M¨¢rquez de Prado y Gordillo, los abogados de la acusaci¨®n y los forofos medi¨¢ticos (como el letrado Trevijano y el magistrado Navarro Estevan) trae a la memoria el cap¨ªtulo " ?Qui¨¦n rob¨® las tartas?" de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas. Mientras el Rey de Corazones -tocado con una peluca- inventaba las reglas del proceso, el Conejo Blanco le¨ªa las acusaciones y la Reina de Corazones arremet¨ªa contra Alicia al grito de "?que le corten la cabezal", los miembros del jurado garrapateaban interminablemente en sus pizarras el mensaje "son unos imb¨¦ciles". As¨ª como Frank Kafka no pudo adivinar que El proceso prefiguraba los horrores de un futuro totalitario, Lewis Carroll tampoco lleg¨® a imaginar que sus pintorescos personajes se encarnar¨ªan en seres de carne y hueso que tambi¨¦n gritar¨ªan -esta vez contra Polanco- "?que le corten la cabeza!".
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