El cambio clim¨¢tico exige urgencia
La incertidumbre sobre la influencia humana domina la cuenta atr¨¢s de la reuni¨®n de Kioto
Las naciones de todo el mundo han empezado la cuenta atr¨¢s ante la fecha tope del 10 de diciembre para la negociaci¨®n de las reducciones de las emisiones de gases productores del efecto invernadero que, seg¨²n los cient¨ªficos, est¨¢n alterando el clima de la Tierra. Un problema fundamental sigue dominando el debate: ?Es urgente el problema del cambio clim¨¢tico?
A menudo se ha considerado que es un problema de un futuro lejano, quiz¨¢ para dentro de un siglo, puesto que ¨¦sa es la escala temporal en que se han basado muchos estudios sobre el tema. Es dif¨ªcil que preocupe un tema que parece estar tan lejos. El presidente Clinton dijo hace poco: "Vemos llegar al tren, pero muchos americanos no escuchan su silbido en la vida diaria".
"La realidad clim¨¢tica es que, si uno mira por la ventana, parte de lo que ve, en relaci¨®n con el tiempo atmosf¨¦rico, es producto de nuestra actividad", dice Thomas Karl, cient¨ªfico del Centro Nacional de Datos Clim¨¢ticos de Asheville (Carolina del Norte). "Y dentro de 50 a?os, cuando miremos por la ventana, seremos responsables de lo que veamos en una proporci¨®n mayor".
S¨®lo el principio
Y de tener raz¨®n un grupo de m¨¢s de 2.000 cient¨ªficos que asesoran a los gobiernos de todo el mundo, esto es s¨®lo el principio. Si bien nadie predice un apocalipsis en el futuro pr¨®ximo, las previsiones m¨¢s optimistas de los cient¨ªficos anuncian que el mundo se calentar¨¢ otros 0,25? C en los pr¨®ximos 30 a?os, si no se reducen las emisiones de efecto invernadero (aunque la tendencia subyacente se ver¨¢ modificada de vez en cuando, debido a variaciones clim¨¢ticas naturales). Seg¨²n Thomas Crowley, paleoclimat¨®logo de la Universidad A&M de Tejas, si se calienta otros 0,25? C, la temperatura media global se acercar¨¢ a la m¨¢s alta experimentada en los ¨²ltimos 10.000 a?os, desde la ¨²ltima glaciaci¨®n.No todos est¨¢n de acuerdo con Karl ni con los expertos del panel intergubernamental. Y el desacuerdo es s¨ªntoma de la incertidumbre que caracteriza todos los esfuerzos para calcular la urgencia del problema clim¨¢tico. Esa incertidumbre tambi¨¦n dificulta la labor de los negociadores que se reunir¨¢n en Kioto (Jap¨®n) durante los primeros 10 d¨ªas de diciembre en su lucha por determinar hasta qu¨¦ punto y con qu¨¦ rapidez se deber¨ªan eliminar las emisiones de gas de efecto invernadero.
"S¨ª, es verdad que se han producido grandes cambios clim¨¢ticos, pero creo que todos son naturales", declar¨® William Gray, de la Colorado State University, quien duda de que los gases productores del efecto invernadero est¨¦n alterando el clima. "Siento mucho respeto por Tom Karl, pero no estoy de acuerdo con la interpretaci¨®n de sus datos". Otro esc¨¦ptico, Richard Lindzen, del MIT, dice que la naturaleza tiene una resistencia intr¨ªnseca que "vacila de vez en cuando" y que los cambios observados son una expresi¨®n de ello. Cree que el calentamiento ser¨¢ peque?o y que, por tanto, es un asunto poco o nada urgente. La importancia del factor humano es, tal vez, la mayor duda a la hora de determinar la urgencia ante el problema del cambio clim¨¢tico.
Seg¨²n Kevin Trenberth, del Centro Nacional de Investigaci¨®n Atmosf¨¦rica de Boulder (Colorado), todav¨ªa no se han apreciado todas las ramificaciones de los gases de efecto Invernadero ya emitidos. Esto se debe a que la inercia intr¨ªnseca, producida principalmente por corrientes de calor que se desprenden de los oc¨¦anos, impide que el sistema clim¨¢tico reaccione de inmediato a las emisiones.
Hasta la fecha, s¨®lo se ha hecho efectivo la mitad del potencial de calentamiento de los gases de efecto invernadero que ya hay en la atm¨®sfera, seg¨²n la opini¨®n de James Hansen, climat¨®logo y director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, de Nueva York. Esto implica que, aunque cesasen de repente las emisiones de gases de efecto invernadero, durante el pr¨®ximo cuarto de siglo las temperaturas globales aumentar¨¢n en algunas d¨¦cimas.
Algunos cient¨ªficos, a pesar de estar convencidos de la importancia de la actividad humana en el cambio clim¨¢tico y de que el efecto invernadero es un asunto muy serio, creen que el hecho de que no se haga nada ahora mismo tendr¨¢ poca Influencia sobre el cambio Clim¨¢tico. Es el caso de Tom Wigley, del citado centro, quien ha declarado: "Estrictamente desde el punto de vista del cambio clim¨¢tico, es poco probable que otros 20 a?os sin hacer nada al respecto empeoren la situaci¨®n". Reconoce que muchos cient¨ªficos no estar¨¢n de acuerdo, por lo que a?ade: "No estoy diciendo que no debamos hacer nada durante los pr¨®ximos 20 a?os. Para empezar, cuanto m¨¢s nos retrasemos, m¨¢s quedar¨¢ por hacer luego".
Problema irresoluble
El problema es casi irresoluble, a juicio de Michael Schlesinger, climat¨®logo: "Si se cumplen los c¨¢lculos m¨¢s bajos de los expertos y los delegados de Kioto deciden emprender acciones demasiado en¨¦rgicas, el coste para la econom¨ªa mundial ser¨¢ excesivo. Pero si se cumplen los c¨¢lculos m¨¢s altos y se decide empender medidas suaves, el da?o clim¨¢tico ser¨¢ muy grande y tambi¨¦n ser¨¢ demasiado costoso".?Qu¨¦ deber¨ªan hacer los gobiernos? "No deber¨ªamos que darnos de brazos cruzados y esperar que pase lo mejor. Eso ser¨ªa una locura", afirma Schlesinger. "Tampoco deber¨ªamos hacer todo lo que se puede hacer.
No queremos malgastar recursos en algo que podr¨ªa ser una falsa alarma". Tanto ¨¦l como otros expertos son partidarios de una estrategia flexible, de tomar al menos algunas medidas ahora y reexaminar peri¨®dicamente tanto los efectos sobre el clima como el coste econ¨®mico.
Pero, para Schlesinger hay otra dificultad. Puesto que el impacto de cualquier medida emprendida ahora para reducir las emisiones no se notar¨¢ en las dos pr¨®ximas d¨¦cadas, durante alg¨²n tiempo ser¨¢ imposible saber si se ha hecho lo que hab¨ªa que hacer. Y si las medidas tuvieran ¨¦xito a la hora de atenuar el calentamiento, ese hecho precisamente har¨ªa m¨¢s dif¨ªcil saber la grave dad del calentamiento y, por consiguiente, qu¨¦ medidas adicionales habr¨ªan sido o no necesarias. "Ah¨ª reside precisamente la dificultad de este problema in concebible", afirma Schlesinger.
NYT News Service.
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