"Me enter¨¦ de que era cantautor cuando me lo dijeron en Madrid"
Es hombre de aire t¨ªmido, palabras justas e iron¨ªa de fino trazo, aunque se le coloca al borde del rubor al compararlo con Richard Thompson, el m¨ªtico cantante, compositor y guitarrista de Fairport Convention. Ruper Ordorika, nacido en O?ate (Guip¨²zcoa), hace ahora 40 a?os, se ha forjado una s¨®lida credibilidad por su rock sincero y de n¨ªtidos contenidos sociales -quien no domine el euskera, que no se pierda la traducci¨®n de sus espl¨¦ndidos textos- Tambi¨¦n, por sus colaboraciones con Bernardo Atxaga y, m¨¢s recientemente, la recuperaci¨®n del folclor tradicional vizca¨ªno a trav¨¦s de la banda Hiru Truku. Con este grupo visit¨® Madrid hacemenos de un mes; ahora, en su vertiente el¨¦ctrica, toma el escenario del Caf¨¦ Central durante toda una semana.Pregunta. ?Hay algo en com¨²n entre las melod¨ªas casi pastoriles de Hiru Truku y el repertorio rockero que maneja en solitario?
Respuesta. A m¨ª me resulta muy natural esta disparidad, porque lo uno y lo otro tienen en com¨²n lo primordial: la canci¨®n como g¨¦nero, como fusi¨®n de m¨²sica y palabra. Al escribir canciones siempre cuento con un par de referencias, como son ese folclor tradicional que me pilla m¨¢s de cerca y el, digamos, hilo generacional que me acerca al rock: el rock como actitud, no como una determinada secuencia de acordes. Desde la perspectiva del aficionado, del oyente que, ante todo soy, me satisfacen ambas facetas.
P. ?C¨®mo se siente un autor como usted en uno de los templos del jazz en Madrid?
R. Pude comprobarlo el a?o pasado durante otra semana completa y result¨® muy peculiar, sobre todo por la cercan¨ªa del p¨²blico. En un sitio como el Centra, la gente ya se acerca aun sin saber qu¨¦ hay, pero convencida de que encontrar¨¢ algo, como m¨ªnimo, razonable. Desde mi perspectiva, tocar ah¨ª es una experiencia cercana al lujo.
P. ?La barrera del idioma implica una mayor dificultad de comunicaci¨®n con el p¨²blico madrile?o?
R. Aparte de las ideas preconcebidas (que las habr¨¢), cantar en otra lengua te coloca en el apartado de lo no directamente comercial, lo no homologado. Lo s¨¦ desde hace tiempo y est¨¢ asumido.
P. Usted, que canta lo que escribe, ?c¨®mo percibe la presente eclosi¨®n de cantautores?
R. Bastante de lejos. Me parece una palabra acertada para definir esa doble actividad, pero comercialmente tiene sus problemillas: la imagen del cantautor era la de un individuo a punto de ponerse a pedir limosna. Por eso, yo me enter¨¦ de que era cantautor cuando me lo dijeron la primera vez que actu¨¦ en Madrid. En mi entorno, el t¨¦rmino nunca ha tenido esa connotaci¨®n gremial que se le da aqu¨ª, casi de cierta pelea por el espacio con el rock.
Ruper Ordorika. Hasta el d¨ªa 16 en el Caf¨¦ Central (plaza, de Santa Ana), a las 22.00. 1.100 pesetas.
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