Intimidad compartida

El p¨²blico que asisti¨® al recital de Dina Rot era mayoritariamente argentino. ?Es tan distante la preferencia del p¨²blico madrile?o por lo europeo frente a lo hispano y latinoamericano? Dina Rot es una figura hist¨®rica de la m¨²sica popular de este siglo. Poemas de los latinoamericanos Pablo Neruda, C¨¦sar Vallejo o Le¨®n Felipe, o del poeta turco Nassim Hikmet escritos desde la c¨¢rcel, fueron puestos en m¨²sica por esta cantante en los sesenta y los setenta con una fuerza y un sentido mel¨®dico que a¨²n hoy se recuerdan con nostalgia.El exilio en Espa?a tras la dictadura militar del 76 en Argentina quebr¨® de ra¨ªz la proyecci¨®n p¨²blica de su voz, aunque no su dedicaci¨®n a la docencia, la musicoterapia y la reflexi¨®n. El regreso a los escenarios de Dina Rot ten¨ªa, pues, especial carga simb¨®lica. As¨ª se experiment¨® en Buenos Aires antes del verano, y ahora en Madrid.

"La vida a veces te hace regalos inesperados", dijo a modo de introducci¨®n en el C¨ªrculo de Bellas Artes, como tratando de explicar que hab¨ªa encontrado una excusa para volver. Dina Rot cant¨® y recit¨® con emoci¨®n contenida 18 temas grabados en un disco-libro editado hace unos meses por El Europeo, sobre poemas en lengua sefard¨ª de Clarisse Nicoidsky (1938-1996), escritora cuya familia procede de Sarajevo aunque ella se haya expresado habitualmente en franc¨¦s, y de Juan Gelman, poeta argentino de origen askenazi.

La musicalidad de la lengua sefard¨ª conmov¨ªa. La sobriedad y el buen gusto de Dina Rot, con un peque?o grupo de c¨¢mara de cuatro instrumentistas, dieron al recital un car¨¢cter de confidencia compartida. La belleza surg¨ªa de la palabra po¨¦tica; las sugerencias se multiplicaban como en un juego de espejos.

No hizo Dina Rot concesiones al sentimentalismo. Toda su actuaci¨®n estuvo envuelta de susurros intimistas, de atenci¨®n al esp¨ªritu, di¨¢fano de las letras y a la mirada sin resentimientos hacia la tragedia de la historia. Recit¨® con una claridad pasmosa, vocalizando hasta el ¨²ltimo silencio. Proyect¨® su canto desde las entra?as, pero sin perder la cercan¨ªa de la solidaridad.