Tres a?os sab¨¢ticos

LOS JUECES que vayan a la pol¨ªtica, aunque sea de forma tan aleatoria como aparecer en una lista electoral sin posibilidades estad¨ªsticas de resultar elegidos, tendr¨¢n derecho a tres a?os sab¨¢ticos -excedencia con sueldo- antes de regresar a la funci¨®n jurisdiccional. La reforma de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial, que ayer cubri¨® en el Congreso de los Diputados su ¨²ltimo tr¨¢mite, no lo dice as¨ª de claro, pero, al establecer la excedencia forzosa pagada de quienes hayan fracasado en los comicios electorales p regresen de su mandato pol¨ªtico, reconoce expresamente esa especie de regalo a los jueces y magistrados, en aras de no se sabe qu¨¦ forma de en tender la independencia judicial. Si la vuelta al mismo puesto ocupado antes de la experiencia pol¨ªtica era mala, los tres a?os de enfriamiento antes de incorporarse a la funci¨®n judicial parecen sencillamente un est¨ªmulo.El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). ya critic¨® la medida cuando inform¨® del anteproyecto de ley, sobre todo por el dispendio que significaba pagar a un juez durante tres a?os sin ning¨²n rendimiento para los ciudadanos. El ¨®rgano de gobierno de los jueces, al que alg¨²n conocimiento debe reconoc¨¦rsele en la materia, ofreci¨® como alternativa que, antes de reincorporarse a la jurisdicci¨®n, la comisi¨®n de calificaci¨®n del Consejo estableciera un puesto adecuado, alejado de las funciones pol¨ªticas desempe?adas.

El Gobierno hizo caso omiso de estas y otras sugerencias y mantuvo en este punto su texto, con la complicidad no explicada de sus socios nacionalistas, decisiva en el caso de CiU. Finalmente no prosper¨® la escandalosa retroactividad introducida en el Senado, y de la que se habr¨ªa beneficiado la propia ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante. No s¨®lo esa enmienda -contra la que vot¨® ayer el propio PP ante una derrota inevitable-, sino todas las innovaciones del Senado se quedaron en el tintero a falta de un solo voto.

A partir de su entrada en vigor, la nueva ley permitir¨¢ a cualquier juez en ejercicio negociar su entrada en cualquier lista de elecciones locales, auton¨®micas, generales o europeas, con la garant¨ªa de que una vez terminada su actividad pol¨ªtica -incluso si ¨¦sta se limita a la propia campa?a electoral- cobrar¨¢ su salario durante tres a?os sin trabajar. Esta ley pretend¨ªa desalentar el viaje de ida y vuelta de los jueces a la pol¨ªtica, por. la inevitable contaminaci¨®n que produce sobre la imparcialidad exigida para el ejercicio de la jurisdicci¨®n. El efecto puede ser justamente el contrario.