El Gobierno h¨²ngaro teme una baja participaci¨®n en el refer¨¦ndum sobre la OTAN

El Gobierno socialista de Hungr¨ªa, de acuerdo con las encuestas que maneja, no tiene miedo a perder el refer¨¦ndum vinculante de hoy sobre la incorporaci¨®n a la OTAN del otrora miembro del Pacto de Varsovia. El temor del primer ministro, Gyula Horn, es a una participaci¨®n tan exigua que hipoteque el mensaje al Congreso estadounidense -que debe dar el visto bueno final a la ampliaci¨®n- del ¨²nico de los tres antiguos pa¨ªses comunistas invitados en julio en Madrid a formar parte de la alianza -junto con Polonia y la Rep¨²blica Checa- que ha decidido someterla a plebiscito.Washington ha acusado a Budapest durante los meses pasados de no haber hecho suficiente a favor del s¨ª. Injustamente. El Gobierno se ha gastado cerca de dos millones de d¨®lares (casi 300 millones de pesetas) en vender a sus esc¨¦pticos y neutralistas ciudadanos la idea de la OTAN: desde juegos distribuidos en los colegios hasta art¨ªculos en los peri¨®dicos, pasando por la creaci¨®n de un ficticio coronel proatlantista, Lajos Korda, en la serie favorita de los telespectadores.

Todos los partidos parlamentarios est¨¢n a favor de la incorporaci¨®n. Incluso el respetado presidente, Arpad Gonzc, apel¨® el viernes al patriotismo de sus coterr¨¢neos para que bendigan la pertenencia de Hungr¨ªa a la Alianza a partir de 1999, a la que s¨®lo se oponen extremistas de izquierda y derecha.

Consulta v¨¢lida

El refer¨¦ndum de hoy es consecuencia directa de la promesa en tal sentido hecha por los antiguos comunistas antes de su llegada al poder en 1994. Al menos la cuarta parte m¨¢s uno de los ocho millones aproximados de electores debe decir s¨ª para que la consulta sea considerada v¨¢lida. Los sondeos vaticinan una participaci¨®n cercana al 50% y un porcentaje afirmativo en torno al 60%. Un casi impensable no pondr¨ªa entre par¨¦ntesis la expansi¨®n de la OTAN al Este, ya en marcha, y representar¨ªa un rev¨¦s insuperable para el Gobierno de los ex comunistas h¨²ngaros y sus aliados liberales, que han salido a pulso de una profunda crisis econ¨®mica y afrontan elecciones en mayo.El argumento de los contrarios a la Alianza -poco m¨¢s del 20%- es el coste para sus bolsillos. Hungr¨ªa destina el 1,3% de su Producto Nacional Bruto (PNB) a gastos militares, pero deber¨¢ llegar al 2,2% para modernizarse, seg¨²n la doctrina aliada. Tambi¨¦n en este punto los poderes terrenales han acudido en ayuda de Gyula Horn, con la difusi¨®n de un informe de la OTAN que reduce en 15 veces el coste definitivo de su ampliaci¨®n.

El Gobierno h¨²ngaro ha puesto b¨¢lsamo adicional a la opini¨®n p¨²blica anunciando que pospone la decisi¨®n de comprar aviones occidentales por un importe de 1.500 millones de d¨®lares, la gran batalla por venir. Budapest ya se ha comprometido a comprar a Francia misiles Matra por valor de 15.000 millones de pesetas, pero es EE UU el que con sus cazas F- 16 y F/A-18 espera llevarse la gran tajada de la ,renovaci¨®n de un Ej¨¦rcito que, como casi todos en la regi¨®n, vuela en Mig sovi¨¦ticos.