El Racing anul¨® el talento de Guerrero

Ciertamente, Luis Fern¨¢ndez es un entrenador parad¨®gico y harto contradictorio. Al menos, as¨ª se manifest¨® ayer en el estadio de El Sardinero. Sin ning¨²n empacho, prescindi¨® de la cabeza pensante de Urzaiz (minuto 45), en beneficio de los pies no menos prestigiosos de Cuco Ziganda.Hasta ese momento, la testa del delantero navarro hab¨ªa sido la gran protagonista del partido, un referente constante de sus compa?eros. En el minuto 18, Julen Guerrero sac¨® una falta al borde del ¨¢rea y Urzaiz con su testa poderosa remata al poste. Siete minutos m¨¢s tarde, el inevitable Urzaiz gana en el salto a su marcador, el implacable Schurrer, y de cabeza, obviamente, pone un bal¨®n en bandeja a Etxeberria que remata fuera.

A pesar de que esta jugada se repiti¨® varias veces, el exc¨¦ntrico Luis Fern¨¢ndez dej¨® en la caseta al delantero vasco y apost¨® por el juego de Ziganda. Este cambio del entrenador tarife?o result¨® letal, acab¨® con el Athletic y redujo el duelo a un encuentro bronco, disputado, viril y un sinf¨ªn de adjetivos raciales, pero carente de todo contenido futbol¨ªstico.

En la segunda mitad, el Racing-Athletic, sin Urzaiz, no tuvo ni pies ni cabeza, y se transform¨® en un cuadro absurdo y fe¨ªsta, digno de figurar en el museo de los horrores. S¨®lo algunos toques de calidad de Conte, Ismael y Correa devolvieron al choque la grandeza que se presupon¨ªa.

Ten¨ªan raz¨®n los enterradores de mitos: el Athletic no es tan fiero como le pintan. Al menos ayer en Santander no parec¨ªa el mismo equipo que hace tan s¨®lo unos d¨ªas lamin¨® al Barcelona de Louis Van Gaal.

Buena parte de culpa del fracaso del Athletic la tuvo el entrenador del Racing Marcos Alonso, que difumin¨® el talento creativo de Guerrero gracias al trabajo tambi¨¦n talentoso del internacional Ismael. Igualmente, el tr¨ªo de defensas centrales, compuesto por Cherna, Diego L¨®pez y Schurrer, se mostr¨® tan infranqueable como la temporada pasada. Nota sobresaliente merece el juego polivalente de Sietes, que fue un carrilero audaz que realiz¨® por su banda las jugadas de mayor m¨¦rito ofensivo de su equipo.

Menci¨®n especial merecen las aficiones de ambos equipos, que no dejaron de animar a Racing y Athletic con canciones y gritos de aliento a lo largo de los 90 minutos de juego.

Tras este empate sin goles, el Racing contin¨²a sin ganar al Athletic en El Sardinero desde el a?o 1987. A juicio de Marcos Alonso, el juego del Athletic, a quien acus¨® de "pegar patadones" no mereci¨® el empate que figuraba al final en el marcador. Al final del partido los hermanos Guerrero posaron para los fot¨®grafos que quisieron testimoniar el reencuentro de los dos hermanos que militan en dos equipos diferentes.