El S¨ªnodo de Am¨¦rica analiza la relaci¨®n entre catolicismo y pobreza
Roma congrega a 233 obispos y cardenales del continente
La Iglesia cat¨®lica desea primar la unidad sobre la indiscutible diversidad que impera en el continente americano. De ah¨ª que el S¨ªnodo de obispos para Am¨¦rica, inaugurado ayer por el Papa con una misa concelebrada en la bas¨ªlica de San Pedro, re¨²na a 233 obispos, arzobispos y cardenales de todo el Nuevo Continente. Juan Pablo II sugiri¨® a los participantes en este encuentro que concluir¨¢ el 12 de diciembre que analicen el por qu¨¦ de la prosperidad del Norte, dominado por la religi¨®n protestante, frente al subdesarrollo, cuando no la Pobreza del Sur, mayoritariamente cat¨®lico. El clero latinoamericano viene decidido, adem¨¢s, a debatir las razones. de la injusticia que impera en el subcontinente americano.
Una idea de la dificultad que encierra este encuentro al m¨¢s alto nivel de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica americana la da la pol¨¦mica que ha precedido a la elecci¨®n del nombre exacto de esta Asamblea. "Se han discutido muchos t¨¦rminos, y al final nos hemos quedado con el de S¨ªnodo de Am¨¦rica que designa una realidad geogr¨¢fica", explica el cardenal Jan Pieter Schotte, secretario general del S¨ªnodo de Obispos. A¨²n as¨ª el purpurado reconoce que "se han recibido muchas cr¨ªticas porque desde Europa el t¨¦rmino Am¨¦rica se refiere con frecuencia s¨®lo a los Estados Unidos".En su intervenci¨®n de ayer, el Papa insisti¨® sobre este detalle, justificando la elecci¨®n del nombre, S¨ªnodo de Am¨¦rica, -y no de Las Am¨¦ricas- para evitar "contraponer" al Norte con el Centro o con el Sur. "Se hace necesario examinar el continente en su conjunto, desde Alaska a la Tierra de Fuego, sin separarlo". De la misma forma, seg¨²n Juan Pablo II, la Iglesia debe evitar la separaci¨®n de "la historia cristiana de la Am¨¦rica del Norte, de la de la Am¨¦rica Central y la Meridional. Hay que mirarlas conjuntamente para salvaguardar la originalidad de cada una".
Una historia cristiana que parte de hace 500 a?os con la llegada de Cristobal Col¨®n, al frente de una expedici¨®n espa?ola. El S¨ªnodo se propone examinar ese pasado para promover la re-evangelizaci¨®n de un territorio que se enfrenta a problemas muy diversos, en el contexto de la globalizaci¨®n de la econom¨ªa mundial.
Como pocos continentes, Am¨¦rica representa la confrontaci¨®n entre dos culturas occidentales en cierto modo opuestas: la protestante que ha glorificado el trabajo y la acumulaci¨®n de bienes, y la cat¨®lica, que ha denostado la riqueza, y se ha ofrecido como consuelo de los pobres, sin alejarse por eso de los poderosos.
Jubileo del 2000
A juicio del cardenal Schotte, ser¨ªa err¨®neo sacar conclusiones precipitadas sobre las consecuencias sociales de ambos modelos. M¨¢s all¨¢ de las abrumadoras diferencias entre el Norte desarrollado y el Sur atenazado a¨²n por los problemas del subdesarrollo, "hay una plataforma com¨²n que es el catolicismo", explic¨® el secretario general del S¨ªnodo de Obispos, el cardenal Schotte. Un catolicismo desigualmente extendido por el inmenso conteninente hasta el punto de que un 30% de los cat¨®licos de Estados Unidos -que constituyen un tercio de la poblaci¨®n total- son hispanos.
Convocada bajo el lema gen¨¦rico de "Encuentro con Jesucristo vivo: el camino de la Conversi¨®n, Comuni¨®n y Solidaridad en Am¨¦rica", esta Asamblea Especial del S¨ªnodo de Obispos para Am¨¦rica responde a una iniciativa del Papa Juan Pablo II, expresada en la carta Apost¨®lica "Tertio Millennio" de 1992. Como tal se inscribe en una serie de encuentros episcopales -el primero fue la Asamblea de Obispos de Africa en 1994- convocados a la luz del Jubileo del A?o 2000.
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