La reina Isabel II y el duque de Edimburgo celebran sus bodas de oro
Con la esperanza de que el tiempo destierre para siempre el recuerdo del famoso "a?o horrible" de 1992 y de que el pr¨®ximo sea un "a?o admirable", capaz de mitigar las penas y preocupaciones de la corona brit¨¢nica, la reina Isabel II y el duque Felipe de Edimburgo, celebran hoy sus bodas de oro como anfitriones de la m¨¢s grande congregaci¨®n de testas coronadas de todo el mundo que se registra en varias d¨¦cadas.
Ser¨¢ una solemne ceremonia en la abad¨ªa de Westminster, por la ma?ana, y un baile en el restaurado castillo de Windsor, esta, noche, lo que marcar¨¢ el punto culminante de un sobrio programa de festejos en los, que Espa?a estar¨¢ representada por los reyes Juan Carlos y Sof¨ªa, las infantas Cristina y Elena, con sus respectivos esposos, y el pr¨ªncipe Felipe.Sin embargo, el ¨¢nimo festivo debi¨® haber sufrido ayer un leve sobresalto con la publicaci¨®n de una encuesta seg¨²n la, cual la popularidad de la corona brit¨¢nica contin¨²a en vertiginoso descenso. El Sonde¨® de Actitudes Brit¨¢nicas, que afirma que el apoyo popular a la reina se ha reducido a la mitad en los ¨²ltimos 14 a?os, sostiene que la Casa de Windsor ya no debe esperarse la reverencia que un d¨ªa recibi¨® de sus s¨²bditos y que encara ahora un desaf¨ªo para recuperar terreno en los corazones de los ciudadanos brit¨¢nicos.
En 1983 el ¨ªndice de respaldo a la corona llegaba al 65%. Hoy se ha rebajado al 32%. S¨®lo uno de cada cinco j¨®venes brit¨¢nicos piensa que la monarqu¨ªa es importante. Las conclusiones podr¨ªan ser m¨¢s dram¨¢ticas. La consulta fue efectuada antes de la muerte de la princesa Diana de Gales en septiembre, un acontecimiento que, por el distanciamiento de los Windsor, profundiz¨® el recelo de los s¨²bditos de Isabel II.
Pero la monarqu¨ªa parece haber captado el mensaje de que los brit¨¢nicos quieren un cambio en el estilo de la soberana, a la que la escritora liberal Julie Burchill describi¨® en un devastador ataque lanzado hace poco como "un dinosaurio aletargado". Son numerosos los comentaristas brit¨¢nicos que observan la transformaci¨®n de los Windsor desde la muerte de Diana.
Y ejemplos no faltan: la gira africana del pr¨ªncipe Carlos de Gales, con su hijo, el pr¨ªncipe Enrique, ha contribuido este mes a ilustrar lo que muchos perciben como una feliz operaci¨®n de relaciones p¨²blicas. Adoptando un estilo similar al de su difunta ex mujer, Carlos sonri¨®, danz¨®, brome¨® e incluso hizo la paz con la prensa a lo largo de un periplo en el que adem¨¢s recibi¨® la bendici¨®n de las Spice Girls.
La reina, por su parte, est¨¢ intentando como nunca aproximarse al pueblo con gestos altamente simb¨®licos. Durante su reciente gira por India y Pakist¨¢n mostr¨® espontaneidad y, buen humor, afirmando que todo el que quiera es bienvenido a visitar Buckingham Palace por v¨ªa de Internet. Hace poco, decidi¨® que su trono ya no necesita un yate y se deshizo del Britannia. Esta semana se encarg¨® de los desamparados e inaugur¨® refugios para vagabundos.
Editorialistas de la prensa popular sostienen que los Windsor han abandonado su imagen de "personajes de cart¨®n" y, resumiendo el casi un¨¢nime sentimiento de los brit¨¢nicos, afirman que la monarqu¨ªa que representan goza de buena salud. En parte, subrayan, porque Isabel y Felipe siguen manteniendo, a pesar de los altibajos naturales de la vida, un matrimonio estable 50 a?os despu¨¦s de su boda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.