Madrid tendr¨¢ Tribunal de Cuentas propio, pero no Defensor del Pueblo
Las discusiones sobre la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa de Madrid (que datan de marzo de 1983) culminaron ayer en una ins¨®lita cumbre regional. El presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y los portavoces del PP, PSOE e IU, Manuel Cobo, Jaime Lissavetzky y ?ngel P¨¦rez, respectivamente, quedaron ayer a comer para eliminar los flecos pendientes tras una negociaci¨®n de varios meses. Hab¨ªa nueve puntos en los que los partidos no consegu¨ªan ponerse de acuerdo. Se dej¨® el esfuerzo de conciliaci¨®n para los l¨ªderes, que, al final, tras un almuerzo de dos horas, s¨®lo han conseguido congeniar en una cosa: crear el Tribunal de Cuentas de Madrid. As¨ª lo recoger¨¢ el nuevo articulado del estatuto. Por el camino se qued¨® el empe?o de la oposici¨®n, especialmente de IU, de crear la figura del Defensor del Pueblo madrile?o, o la idea de Alberto Ruiz-Gallard¨®n de dividir la regi¨®n en 10 circunscripciones electorales.
La reforma del estatuto, que s¨®lo ha incluido aquellos art¨ªculos en los que los tres grupos han estado de acuerdo, era necesaria para que el Gobierno de Madrid pudiera asumir nuevas competencias, entre las que se encuentran la sanidad y la educaci¨®n, y llegar as¨ª al nivel de la mayor¨ªa de las comunidades.
La creaci¨®n de un tribunal de cuentas auton¨®mico no seria un caso singular. Muchas comunidades ya se han dotado de esta instituci¨®n para fiscalizar las cuentas de sus gobiernos locales o regionales. Seg¨²n el acuerdo al que han llegado los l¨ªderes pol¨ªticos, el estatuto de Madrid s¨®lo recoger¨¢ la posibilidad de crear este ¨®rgano, cuya denominaci¨®n final, as¨ª como sus funciones concretas y organizaci¨®n interna, deber¨¢n ser objeto de una ley posterior.
Los socialistas propusieron instaurar este organismo (para lo que contaron con el apoyo de IU) a fin de agilizar el control de las cuentas p¨²blicas de las instituciones madrile?as, ya que en el Tribunal de Cuentas nacional los asuntos se tramitan con cierto retraso.
El Partido Popular acept¨® esta propuesta de la oposici¨®n, pero no cedi¨® ante la intenci¨®n de Izquierda Unida de crear la figura del Defensor del Pueblo de Madrid. El PP no se dej¨® convencer porque consideran que esta instituci¨®n, en su versi¨®n nacional, cubre de sobra las demandas de los madrile?os. Seg¨²n calculan, m¨¢s de la mitad de las quejas que tramita la oficina del Defensor proceden de Madrid. Tampoco los socialistas estaban plenamente convencidos de las ventajas de esta propuesta.
Adem¨¢s, sobre el ¨¢nimo de los populares pesaba la posible carga econ¨®mica que supondr¨ªa la existencia de este nuevo organismo dependiente del presupuesto p¨²blico. Sin embargo, no opinan as¨ª ocho comunidades aut¨®nomas. Aquellas que, seg¨²n el recuento de IU, han implantado ya una figura similar.
La oposici¨®n tampoco logr¨® convencer al PP para que aceptara otras seis propuestas.
PASA A LA P?GINA 3
Propuestas de IU
El presupuesto regional se duplicar¨¢ cuando se traspasen la sanidad y la ense?anza
Tambi¨¦n es nuevo el articulado que otorga a Madrid competencias sobre "aeropuertos y helipuertos cuya gesti¨®n directa no se reserve el Estado". Como no es previsible que el Estado renuncie a Barajas, este texto espapel mojado. La Comunidad, eso s¨ª, podr¨ªa asumir el control de algunos servicios aeroportuarios concretos, como los aparcamientos, tiendas libres de impuestos o restaurantes.El nuevo estatuto tambi¨¦n incluye estas novedades. Asigna al Gobierno regional competencias de "creaci¨®n y supresi¨®n de municipios". Hasta ahora, el estatuto s¨®lo hablaba de "alteraci¨®n de t¨¦rminos municipales".
El nuevo texto tambi¨¦n otorga competencias sobre "tratamiento singular de las zonas de monta?a", y aclara o ampl¨ªa el papel de la Comunidad en algunos ¨¢mbitos. Por ejemplo, especifica que la Comunidad debe crear "centros de protecci¨®n, reinserci¨®n y rehabilitaci¨®n" para la tercera edad, los emigrantes o los minusv¨¢lidos.
El nuevo estatuto no reclama la gesti¨®n de los fondos del desempleo, ni legislaci¨®n laboral.
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