La fuerza del tes¨®n
En un a?o en que se la daba por acabada, Arantxa S¨¢nchez Vicario est¨¢ saliendo del t¨²nel. Deber¨¢ demostrar a¨²n en los pr¨®ximos meses si, esa luz que se vislumbra, en el horizonte tiene la energ¨ªa suficiente para ser duradera e incluso para deslumbrar. Pero al menos, al final de un a?o oscuro y gris, Arantxa saca cabeza y concluye la temporada regularizando su juego y equilibrando, en lo posible, su balance de resultados.
La luz de alarma se le encendi¨®. ya a mitad de 1996, a?o en el que perdi¨® siete finales de las nueve que disput¨®. Fue un gran ano: jug¨® por el t¨ªtulo en Roland Garros, Wimbledon y los Juegos Ol¨ªmpicos. Pero tanta derrota dej¨® huella. Y ella no lo descubri¨® hasta que los resultados de esta temporada hab¨ªan empezado ya a: evidenciarlo. Fue tras haber perdido ante Van Roost en la tercera ronda del Open de Australia cuando comenz¨® a tomar medidas de urgencia: fich¨® a su hermano Emilio, al que siempre le han unido admiraci¨®n y confianza.
La receta de Emilio fue sencilla: "Con trabajo, ganas y humildad puede volver a estar entre las cinco mejores". No era un plato de f¨¢cil digesti¨®n para una tenista que ha ganado tres. Grand Slam, que ha disputado 11 finales de las grandes y que ha sido n¨²mero uno del mundo. Sin embargo, Arantxa lo trag¨® m¨¢s que lo degust¨® y vivi¨® todo el a?o con cierto desespero al comprobar que tanto sacrificio tampoco la llevaba al lugar deseado.
No, el a?o no fue bueno. Por primera vez desde 1988 Arantxa no ha ganado ning¨²n t¨ªtulo del circuito. Y por primera vez en los ¨²ltimos 10 a?os se ha ca¨ªdo de las top-ten (25 de agosto). Algunas de sus derrotas fueron pat¨¦ticas: frente a Appelmans y Callens en la Copa Federaci¨®n, ante Langrova en Hamburgo, frente a Schnyder en Roma.
Sin embargo, a partir de Roland Garros inici¨® una irregular recuperaci¨®n. Combin¨® los cuartos de final de Par¨ªs, la final no concluida de Eastbourne, las semifinales de Wimbledon y la final de Tokio, con derrotas inesperadas en San Diego, Los Angeles, Canad¨¢, Z¨²rich y Mosc¨². Y en las ¨²ltimas semanas va vislumbrando con m¨¢s precisi¨®n el fruto de su, trabajo: victorias ante Davenport en Filderstadt, sobre Coetzer en Filadelfia y sobre Seles en el Masters.
Para una jugadora que lleva m¨¢s de 10 a?os en el circuito, recuperarse de un bache como el suyo no es nada f¨¢cil. Hace falta una fuerza especial, un tes¨®n sin par. El que tiene Arantxa.
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