"En la oposici¨®n nos pasamos la cr¨ªtica"

El PP mont¨® en noviembre de 1994 un congreso sanitario en el Palacio de Congresos Juan Carlos I de Madrid para aunar posiciones sobre esta importante materia. Distintos portavoces del PP despacharon entonces el decreto del Ejecutivo socialista que excluy¨® en 1993 unos 750 medicamentos de los rebetables gratuitamente por' la Seguridad Social como un "impuesto sobre la salud". Tanto en aquel foro como en distintas entrevistas, el entonces portavoz nacional de asuntos sanitarios del PP, Enrique Fern¨¢ndez Miranda, prometi¨® la derogaci¨®n del medicamentazo del PSOE: "Nosotros vamos a volver a incluir todos los medicamentos ahora excluidos". Fern¨¢ndez Miranda es ahora vicepresidente del Congreso y no tiene ninguna responsabilidad en materia sanitaria ni en el PP ni en el Gobierno.En el PP, ahora, no quieren mirar hacia el pasado sobre este asunto. Piden a sus dirigentes que sean "prudentes" en sus declaraciones y que "se muerdan la lengua" antes de hablar sobre una posici¨®n adoptada por su GobiernoEl actual portavoz de Sanidad del PP en el Congreso, C¨¦sar Villal¨®n, admite que quiz¨¢ se pudo producir sobre este asunto alg¨²n exceso en el pasado, pero tambi¨¦n recuerda que en unas jornadas celebradas en abril de 1997 en la Universidad Aut¨®noma ¨¦l mismo ya realiz¨® en p¨²blico una confesi¨®n de arrepentimiento. Villal¨®n entonces, en una sesi¨®n organizada por la industria farmac¨¦utica, admiti¨® que los partidos "ven las cosas de una manera cuando est¨¢n en la oposici¨®n y con un prisma diferente cuando est¨¢n en el Gobierno". Entre los oradores presentes estaban Jos¨¦ Barea, el asesor presupuestario de Aznar, y la ex ministra socialista de Sanidad ?ngeles Amador.

Este dirigente del PP confes¨® entonces que cuando su partido estaba en la oposici¨®n y hablaba sobre el medicamentazo "a lo mejor no valoramos suficientemente esta medida por falta de datos o a lo mejor nos pasamos en la cr¨ªtica". Villal¨®n reconoce que hubiese sido mejor no ser tan "dr¨¢sticos", pero atribuye ese "error" a todos los partidos y "a un pecado de juventud sin importancia".