La quiebra de un modelo
Seg¨²n el designio de la estad¨ªstica, las posibilidades que tiene un equipo de la Liga de descender de categor¨ªa son extraordinariamente mayo res que las de mantenerse durante un largo periodo de tiempo. Durante los ¨²ltimos 20 a?os, 38 equipos han disputado en alguna ocasi¨®n el campeonato de Primera Divisi¨®n. S¨®lo seis han evitado el descenso. Son el Real Madrid, Barcelona, Atl¨¦tico, Athletic, Real Sociedad y Sporting. Este grupo se reparte todos los t¨ªtulos de Liga desde 1978 hasta hoy. Entre ellos, s¨®lo el Sporting no ha sido campe¨®n. Pero su condici¨®n de cl¨¢sico es indiscutible. Lo normal es que el Sporting, como el Athletic y la Real Sociedad, hubiera descendido alguna vez. Las razones por las que no lo ha hecho son m¨²ltiples y, en alg¨²n caso, misteriosas. Pero resulta curioso que tres clubes con unos rasgos tan marcados, con una identidad tan singular, hayan sido capaces de escapar al rigor de la estad¨ªstica. Frente al car¨¢cter cosmopolita del Real Madrid, Barcelona y, en menor medida, el Atl¨¦tico, la raz¨®n de la vigencia del Athletic, Real Sociedad y Sporting hay que encontrarla en la identificaci¨®n entre el club, su gente y sus jugadores, procedentes en su mayor¨ªa de un entorno muy cercano, forjados a trav¨¦s de una pol¨ªtica endog¨¢mica de producci¨®n de futbolistas. Con todas las variables que se quieran, estos tres clubes representan el triunfo de un modelo singular: la cantera, un concepto que implica un v¨ªnculo formidable entre todos los sectores que forman un club de f¨²tbol. Para estos equipos, representa una especie de gen suplementario que les ayuda a vencer obst¨¢culos en apariencia insalvables.El Sporting se encuentra a hora en una situaci¨®n dram¨¢tica. Le acecha el descenso entre el estupor general, hasta el punto de convertirse en un asunto de depresi¨®n social. Los problemas del Sporting son tan variados que resulta imposible encontrar respuestas a todos. Pero hay algo que le caracteriza en estos d¨ªas: el Sporting ha perdido su identidad. En una maniobra absolutamente insensata, el club ha cambiado en los ¨²ltimos a?os una l¨ªnea firme y coherente -la prevalencia de la cantera sobre cualquier otra cosa- por un modelo difuso, caro en el precio y raqu¨ªtico en los resultados. Han llegado jugadores veteranos, futbol¨ªstas eslavos, gente de otras canteras y se ha producido el peor de los males: el desarraigo, la falta de identificaci¨®n entre el equipo, los aficionados y el club. Sin v¨ªnculos de esta naturaleza, el Sporting se desploma sin remedio. Un cl¨¢sico que se hunde por la inutilidad de sus dirigentes.
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