Brad Pitt: "El racismo se cura viajando"
El actor interpreta en 'Siete a?os en el T¨ªbet' a un alpinista simpatizante de los nazis
Rubio de bote para acercarse al prototipo del Adonis ario, Brad Pitt, de 33 a?os, interpreta en Siete a?os en el T¨ªbet al alpinista austriaco Heinrich Harrer. Durante la producci¨®n de la pel¨ªcula, dirigida por el franc¨¦s Jean-Jacques Annaud y que se estrena en Espa?a el 5 de diciembre, el semanario alem¨¢n Stern public¨® los pormenores del pasado nazi de Harrer. Una pol¨¦mica en la que Brad Pitt defiende el proceso de transformaci¨®n interior que la estancia en el T¨ªbet supuso para el alpinista. El joven actor norteamericano deja clara su idea de que "el racismo se cura viajando".
Brad Pitt apareci¨® ayer en la escalera del Hotel Ritz de Madrid, ya engalanada con motivos navide?os, ataviado en el m¨¢s perfecto estilo ra¨ªdo chic. De negro, con botas de suela de goma, pantalones vaqueros, camiseta, un jersey de punto sin cuello y con las costuras mal terminadas, y un abrigo de lana que le llegaba a la altura de las rodillas. El pelo, menos rubio que en la pel¨ªcula, y una recortada perilla en la zona del ment¨®n.Un sonoro abucheo recibi¨® al actor -que mide algo m¨¢s de metro ochenta en un cuerpo fibroso y trabajado por las pesas-, en pago por los 45 minutos de retraso con los que apareci¨® ante las decenas de fot¨®grafos que le esperaban en la antesala. Pero no se inmut¨®; gajes del oficio a los que est¨¢ m¨¢s que acostumbrado el joven Pitt, declarado por la revista People el hombre m¨¢s sexy del mundo en 1995 y seguido desde entonces en todos sus pasos por los medios de comunicaci¨®n. S¨®lo en los ¨²ltimos meses, su bronca con Harrison Ford durante el rodaje de La sombra del diablo; su iniciativa judicial para detener la publicaci¨®n en Playgirl de fotos suyas desnudo, y la ruptura con la actriz Gwyneth Paltrow, con la que pensaba casarse para toda la vida.
Estar preparado
"No me lo planteo, simplemente no me planteo si soy o no el centro de atenci¨®n de tanta gente", dice con timidez mientras en la puerta del hotel un nutrido grupo de quincea?eras le sigue esperando bajo la lluvia. "Una vez me dijeron que hay cuatro cosas para las que uno nunca est¨¢ preparado: el nacimiento, el matrimonio, la muerte y la fama. Yo a?adir¨ªa tambi¨¦n la p¨¦rdida de la fama. Son cosas que producen un efecto raro. en las personas y que nunca sabes c¨®mo te van a afectar, pero que pueden acabar en casos de autodestrucci¨®n (suicidios, sobredosis) pomo los que estamos viviendo".Durante la entrevista, Pitt se encuentra acompa?ado por Jean-Jacques Annaud, quien se disculpa cuando mete baza, consciente de que sus opiniones interesan menos al lado del actor. A cada respuesta, Brad Pitt mira, a Annaud buscando aprobaci¨®n, y vuelve a mirarle cuando es pillado en un renuncio: desconoc¨ªa la reciente visita a Estados Unidos del presidente chino. Puede que no est¨¦ muy al tanto de la actualidad internacional, pero Pitt ha aprendido nociones de budismo."Cualquier cosa que tenga valor y sobre la que la gente se vuelca acaba siendo comercializada y capitalizada", dice sobre el auge que esta religi¨®n vive en Hollywood de la mano de Richard Gere, Harrison Ford, Uma Thurman, Sharon Stone, Tina Turner y Paul Simon. "Pero este hecho no quita inter¨¦s a algunos aspectos del budismo que han servido para que en Hollywood se haya convertido en una verdadera tendencia. Y es que son muchos los que, una vez alcanzada la cima del dinero, de los valores del materialismo y del ¨¦xito, se enfrentan al vac¨ªo y el desasosiego. Y en ese punto destacan conceptos del budismo como el de dejar el ego a un lado, luchar por una sociedad no violenta, abrazar al enemigo, contribuir a una naci¨®n pac¨ªfica... Y no es que haya que creerse que estas ideas van a convertir el lugar en que vivimos en una especie de para¨ªso a lo Shangri La, pero existen investigaciones profundas sobre c¨®mo estos conceptos pueden funcionar en nuestras vidas".
Dieciocho culturas
Para la preparaci¨®n del filme, Pitt convivi¨® durante varios meses con monjes budistas. "Lo que me gust¨® de ellos es que no se esfuerzan en convencerte. Ellos viven sus vidas y el ejemplo de sus acciones lo dice todo. Personalmente yo no he sentido la necesidad de ir m¨¢s all¨¢, pero he escuchado con inter¨¦s y con pasi¨®n sus ense?anzas". Pitt pone especial ¨¦nfasis en la capacidad de transformaci¨®n de los viajes. "?Es tan importante!", dice. "Durante el rodaje de la pel¨ªcula, hab¨ªa gente de 18 culturas diferentes en el equipo, y era fant¨¢stico apreciar los niveles de conversaci¨®n que se produc¨ªan entre todos. Creo que el racismo se cura viajando, porque el racismo es la incapacidad de comprender el punto de vista de los dem¨¢s, y el viaje contribuye al conocimiento de los seres humanos".
Babelia
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