"Fusilando a Sanjurjo har¨ªamos de ¨¦l un martir"
'El Pa¨ªs Semanal' publica en exclusiva un adelanto de los diarios robados de Aza?a
"Vot¨¦ yo el ¨²ltimo, a favor del indulto. Fusilar a Sanjurjo nos obligar¨ªa a fusilar despu¨¦s a otros seis u ocho. Fusilando a Sanjurjo har¨ªamos de ¨¦l un m¨¢rtir. M¨¢s ejemplar escarmiento es Sanjurjo fracasado, vivo en presidio, que Sanjurjo glorificado, muerto". ?stas son algunas de las notas que Manuel Aza?a escribi¨® en su diario el 25 de agosto de 1932. El Pa¨ªs Semanal publica este fin de semana adelanto en exclusiva de esos diarios, robados en 1936 por un diplom¨¢tico que los puso a disposici¨®n de Franco y que ahora salen por fin a la luz editados por Cr¨ªtica con a tirada de 100.000 ejemplares.
Los tres cuadernos que el pol¨ªtico escribi¨® durante 13 meses de 1932 y 1933, cuando estaba al frente del Gobierno de la Il Rep¨²blica, le fueron robados en Ginebra por un diplom¨¢tico que los puso al servicio del general Franco. En los a?os cuarenta, los diarios fueron manipulados y seccionados para presentar al p¨²blico espa?ol a un Aza?a cruel, totalmente distinto al que muestra la lectura completa: un hombre de gran sensibilidad y cultura y un pol¨ªtico comprometido con la democracia, la paz y el progreso. Los cuadernos, cuyos originales se encuentran en el Archivo Hist¨®rico Nacional, fueron entregados hace ahora un a?o por la familia de Franco a la ministra de Educaci¨®n y Cultura, Esperanza Aguirre.Los extractos que ofrece El Pa¨ªs Semanal -junto a un an¨¢lisis del historiador Santos Juli¨¢- muestran episodios cruciales del Gobierno republicano, como el alzamiento en armas del general Sanjurjo y los tr¨¢gicos sucesos de Casas Viejas que le costaron la popularidad a Aza?a. A trav¨¦s de ellos, el pol¨ªtico se revela como un agudo observador y prosista, y como un hombre nada apegado al ejercicio del poder, sino a la responsabilidad de sacar el pa¨ªs adelante. "Lo que m¨¢s temo es perder mi libertad interior. Aferrarme a cosas que no me importan -escribe el d¨ªa de Navidad de 1932- Una forma de la felicidad ser¨ªa la certidumbre de que voy a usar del poder en bien de mi pa¨ªs. Yo no tengo pasi¨®n nacional. Con todo, la ¨²nica moral en este sitio es sujetarse al trabajo por el futuro de Espa?a. El futuro de Espa?a... ?terrible secreto! Con el cual tengo yo que dialogar ahora, a ver si lo entiendo. Pero esa felicidad ser¨ªa una felicidad p¨²blica, como quien dice, hist¨®rica; no ¨ªntima e invulnerable. La ruta de la felicidad personal no pasa por la cumbre del Gobierno, por m¨¢s placer que cause el empleo y ejercicio de una capacidad".
El domingo 11 de junio de 1933 anota: "?Estoy obligado a alinearme con la zafiedad, con la politiquer¨ªa, con las ruines intenciones, con las gentes que conciben el presente y el porvenir de Espa?a seg¨²n se dictan el inter¨¦s personal y la preparaci¨®n de caciques o la ambici¨®n de serlo? Obligado no estoy. Gusto, tampoco lo tengo. Entonces, ?qu¨¦ hago yo aqu¨ª? De cuanto he realizado, lo m¨¢s beneficioso ser¨ªa la siembra por el ejemplo. Pero ' el ejemplo no se ve, acaso, oculto por la polvareda de la batalla cotidiana. Ni lo sabr¨¢n ver nunca".
Las peores intenciones
El 9 de agosto de 1932, algunos militares, con el general Sanjurjo a la cabeza, se sublevan en Madrid y Sevilla. "Tienen, respecto de mi persona, las peores intenciones (Dios se lo pague)", escribe Manuel Aza?a en su cuaderno ese mismo d¨ªa, cuando no han hecho m¨¢s que comenzar las escaramuzas de los golpistas.La narraci¨®n es casi en directo: los intentos de tomar el edificio del Ministerio de la Guerra (el propio Aza?a, adem¨¢s de jefe de Gobierno, era su titular) y de Correos; las conversaciones telef¨®nicas con el jefe militar de Sevilla para que detenga a Sanjurjo ("Entonces tom¨¦ yo el tel¨¦fono: 'General, aqu¨ª el ministro. Cumpla usted con su deber, aunque le cueste la cabeza. Detenga a Sanjurjo y reduzca a los rebeldes. Dentro de media hora me da usted cuenta de haberlo hecho"); la calma en las horas de la madrugada ("Uno de los primeros en llegar ha sido Largo Caballero. Me dice que si lo estimo conveniente declarar¨¢n hoy la huelga general"). Sanjurjo fue detenido cuando intentaba huir a Portugal y condenado a muerte apenas dos semanas despu¨¦s. El Consejo de Ministros, presidido por Aza?a, se re¨²ne para debatir si indulta al general. "Vot¨¦ yo el ¨²ltimo, a favor del indulto...". Cuatro a?os despu¨¦s, tras ser excarcelado y pasar a residir a Portugal, Sanjurjo se suma al golpe de Franco contra la Rep¨²blica, que entonces ten¨ªa a Aza?a de presidente.Respecto a los sucesos de Casas Viejas, pueblo gaditano que los anarquistas tomaron como s¨ªmbolo de su huelga revolucionaria en enero de 1933 y en el que las fuerzas de la Guardia Civil y de asalto fusilaron a m¨¢s de una docena de personas, los cuadernos prueban que Aza?a tard¨® mucho en saber la verdad. No conoci¨® los desmanes hasta marzo. ?l cre¨ªa que era una maniobra de la oposici¨®n para desacreditarlo.
Sangre y sa?a
Todav¨ªa el 23 de febrero de 1933 escrib¨ªa: "Exhiben una larga serie de horrores, y a cada uno que cuentan, Maura hace grandes aspavientos de asombro y de indignaci¨®n. La pretensi¨®n de estos buenos se?ores es que el Gobierno autoriz¨® los excesos cometidos en Casas Viejas, y que en 1? de febrero, cuando se habl¨® de ello en las Cortes, yo los conoc¨ªa, y enga?¨¦ al Gobierno y a la mayor¨ªa. La sesi¨®n ha sido un espect¨¢culo repugnante. Vorazmente se han arrojado sobre la sangre, la han revuelto, nos han querido manchar con ella. Los radicales, sobre todo, han mostrado una sa?a terrible. A m¨ª ha concluido por levant¨¢rseme el est¨®mago, descubriendo la podredumbre que hay bajo esta maniobra, y me he marchado del sal¨®n porque no pod¨ªa m¨¢s".A la larga, fue un duro golpe para ¨¦l, un hombre que, como resalta Santos Juli¨¢, quiso dirigir el pa¨ªs "con razones y votos" y se encontr¨® con que le respond¨ªan "con insultos y fusiles". Pasado el tiempo, tras la vuelta de la democracia, se ha ido reivindicando su nombre. Hasta el punto de que en la presentaci¨®n oficial del libro (Manuel Aza?a, Diarios 1932-1933. Los cuadernos robados, editorial Cr¨ªtica), el 17 de diciembre en Madrid, participar¨¢ el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
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